VALÈNCIA (Efe/EP/VP). El incendio declarado el lunes por la tarde en Llutxent, que ya ha arrasado 1.700 hectáreas y ha obligado al desalojo de más de 2.500 personas, permanece activo con dos frentes y avanza sin control a la espera de la evolución meteorológica.
En las labores de extinción del incendio seguían trabajando veinticinco medios aéreos y seiscientos agentes forestales y bomberos, así como miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Como medida de precaución a las ocho de la tarde Emergencias de la Generalitat ordenó la evacuación de la población de Pinet debido a un cambio en la dirección del viento. Asimismo, se decidió que las 2.500 personas desalojadas por la Guardia Civil la primera noche no podían regresar a sus casas.
Previamente, el Ayuntamiento de Gandia y Cruz Roja realojaron en hoteles y albergues a 96 personas que tuvieron que abandonar sus casas por el incendio, mientras que los 86 usuarios de la residencia de mayores Mondúver fueron trasladados a un hotel y al Centro de Convivencia de Corea.
El equipo de agentes medioambientales que trabaja en el grupo de investigación de causas logró constatar gráficamente que el origen del incendio en fue la caída de un rayo sobre un árbol en la madrugada del lunes.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, visitó la zona a mediodía del martes y manifestó, tras reunirse con el equipo de extinción, que la gran extensión de la zona afectada por el incendio dificultaba las tareas al ser una área de "difícil acceso" y por las condiciones meteorológicas adversas que se estaban registrando.
Por su parte, el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, informó tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), que el fuego se había complicado por la tarde por las altas temperaturas y el fuerte viento, tal y como se temía.
Con todo la previsión meteorológica, indicó Ángel, era que a partir de las 21 horas se registrase una evolución térmica favorable con la bajada de temperaturas y que llegase una carga de humedad que podría mejorar la situación.
Menos optimista se mostraba el acalde de Llutxent, Pep Estornell, quien consideraba que el incendio se encontraba "descontrolado". Estornell se refirió a los dos frentes activos, uno en el norte, más próximo al término municipal de Barx, y otro al sur, en la zona de los términos municipales de Llutxent y Pinet.
Estornell advirtió de que el fuerte viento no estaba "ayudando" a las tareas de extinción, que se podrían ver agravadas en las próximas horas ante la previsión de una tormenta seca a la que acompañarían más cambios de viento.