El juez declara la disolución de Canal Maestrat, productora investigada en el caso de Francis Puig

VALÈNCIA. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Castelló de la Plana ha resuelto la disolución de la empresa Canal Maestrat, una de las dos principales productoras de la familia Adell Bover, que mantiene vinculaciones empresariales con Francis Puig, hermano del presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Esta empresa es una de las investigadas en la causa que se sigue por posible fraude de subvenciones presuntamente cometidas en colaboración con otra empresa de esta familia y dos sociedades administradas por Francis Puig.

Canal Maestrat entró en concurso voluntario de acreedores el pasado mes de mayo y ahora el juez ha decidido que vaya a disolución. Lo ha hecho después de que este verano la administradora concursal presentase el plan de liquidación con el que se han determinado los bienes y derechos que integran la masa activa del concurso.

Hasta pocos días antes de esa declaración de concurso, la empresa estaba administrada por los hermanos Juan Enrique y Enrique Juan Adell Bover. A finales de abril cesó el primero y quedó como administrador único Enrique Juan, según el Registro Mercantil. Al declarar el concurso, el juez nombró administradora concursal a María Luisa Tormo Durá.

Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil recogen una evolución claramente negativa de Canal Maestrat. Así, en 2020, después de que la Conselleria de Educación solicitase a finales de 2019 la devolución de las subvenciones para la promoción del valenciano que la firma venía recibiendo, sus ingresos cayeron de forma destacada.

La facturación se desploma y multiplica pérdidas

En aquel año la compañía facturó 201.605 euros, frente a los 324.000 del ejercicio anterior, lo que supone una reducción de casi el 38%. Además, Canal Maestrat triplicó las pérdidas del ejercicio precedente. Frente a los 32.477 euros de números rojos de 2019, la sociedad alcanzó en 2020 los 101.648 euros de balance negativo.

El informe de gestión de la firma no arroja apenas luz sobre las causas de las pérdidas, ni tampoco menciona entre sus activos a Televisión de Castellón, la productora con la que la familia de Vinaròs dio el salto a la capital de la Plana un año antes.

Con ello, lo más probable es que la transacción se materializara a través de otra de las firmas de los Adell Bover, posiblemente Kriol Producciones. En todo caso, el concurso ahora presentado no supondrá ningún problema para que Televisión de Castellón pueda seguir prestando el servicio de corresponsalía a À Punt en el norte de la provincia de Castellón, un contrato con el que se hizo en enero de 2021 y que este mismo año ha prorrogado.