El origen de la denuncia es el pago de medio millón de euros de Cotino a Olivas por servicios de asesoramiento contratados a la empresa privada del expresidente de Bancaja
VALENCIA. El juicio pendiente contra el expresidente de Bancaja José Luis Olivas y el empresario Vicente Cotino por un presunto fraude fiscal se celebrará los próximos 18 y 19 de octubre de 2016. El expresidente de Bancaja y el empresario se enfrentan a la petición de tres años de prisión por parte de la Fiscalía de Valencia, que los considera autores de un delito contra la Hacienda Pública y otro de falsedad documental.
El origen de la denuncia es el pago de medio millón por parte del dueño de Sedesa a Olivas en 2008, cuando este aún era presidente de la caja, por un trabajo de asesoramiento contratado al despacho privado de Olivas y su mujer, Imarol.
Según el Ministerio Público, que también solicita una multa de 200.000 para cada uno, se desconoce la «causa y finalidad» de ese pago que ambos trataron de justificar con una factura simulada «con ánimo de defraudar a Hacienda».
Olivas y Vicente Cotino se habrían actuado de mutuo acuerdo para defraudar a la Hacienda Pública al intentar que la transferencia de 500.000 euros más 80.000 de IVA que Sedesa Inversiones le hizo a Imarol SL «fuera contabilizada y consignada en la declaración del Impuesto de Sociedades de 2008 del Grupo Fiscal Asedes Capital SL, la matriz de Sedesa.
Los imputados «crearon un documento que aparentaba ser una factura» firmada por el acusado José Luis Olivas Martínez, –la única que emitió Imarol SL en 2008– en la que se reflejaba que el cobro correspondía a «unas supuestas actividades de gestión y asesoramiento en la venta por Sedesa Inversiones SL a Endesa de su 25% en Proyectos Eólicos Valencianos SA». Sin embargo, la fiscalía considera que esa labor de asesoramiento no existió.