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VALÈNCIA (EP). El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) inaugura este martes la exposición ¿25 años de paz? El llavat d'imatge del franquisme el 1964, una muestra que reflexiona sobre la campaña propagandística "más espectacular" de la dictadura, que transformó al régimen en "un águila disfrazada de paloma" con el objetivo de "esconder su naturaleza fuertemente autoritaria y represiva" mediante diversas estrategias como la promoción de los planes de desarrollo, el incremento exponencial del turismo de masas y la introducción en los hogares de electrodomésticos y automóviles utilitarios.
Bajo el lema '25 años de paz', el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, puso en marcha en 1964 una "campaña de comunicación política con una retórica moderna" que, a través del "uso de la manipulación", llevó a cabo numerosos acontecimientos culturales, militares religiosos y deportivos, y puso en circulación materiales conmemorativos con el fin de legitimar al régimen franquista.
Así, esta exposición de producción propia del MuVIM recupera carteles, carátulas de discos y portadas de libros y revistas, así como documentos y objetos que formaron parte de la memoria gráfica y cívica de España y, en concreto, de la Comunitat Valenciana, durante esta campaña que, en palabras del director del Muvim y comisario de la muestra, Rafael Company, trató de "enaltecer la nueva prosperidad de la sociedad española, sin incidir en hambres pasadas ni en las migraciones fruto de la necesidad hacia Europa y la ciudad".
"Además, la estrategia comunicativa de la dictadura trató de legitimar y defender la aceptación del régimen con argumentos pragmáticos sobre los gobernadores, en general, y el caudillo como dignatario paternalista y creador de paz, en particular; al tiempo que pretendió insuflar esperanza y optimismo entre la ciudadnía y mejorar la visión exterior de España", ha explicado Company durante la rueda de prensa de la exposición, acompañado de la diputada del MuVIM, Glòria Tello, y el jefe de exposiciones del museo, Amador Griñó.
El comisario ha resaltado que, "a pesar de esta inteligente campaña de propaganda, no hay que olvidar que el escenario político de 1964 continuó caracterizándose por la existencia de un dictador omnipresente que pretendía serlo por 'la gracia de Dios'; el control total de los informativos de la radio, la televisión y el cine; la censura previa de publicaciones periódicas y libros y los consiguientes secuestros y prohibiciones".
Asimismo, ha añadido que durante este "segundo franquismo" la realidad política y social "continuó caracterizándose por la posición subalterna, vergonzosa e indigna atribuida a las mujeres en todos los aspectos de la vida; la férrea persecución de las conductas consideradas inmorales o rebeldes, incluida la homosexualidad; los tribunales especiales; los estados de excepción; la represión de las huelgas y de los sindicalistas, así como las torturas, la prisión y, llegado el caso, la aplicación de la pena de muerte por causas ideológicas".
Con un total de 481 piezas, la exposición '¿25 años de paz?' "viaja" a 1964 para "sumergirse en un punto de inflexión en la historia que en ocasiones ha recibido menos adversión de la que merece, pues fue entonces cuando se produjo la puesta de largo de la capacidad seductora, desinformadora y tergiversadora del desarrollismo franquista", ha manifestado Company.
En esta línea, ha destacado que "este momento histórico tiene una significación diversa cuando se giran los ojos hacia la nueva sociedad que estaba gestándose y que, a pesar de los deseos del dictador acabaría, en muy buena parte y pasados los años, clamando en las calles por la libertad, la amnistía y, según donde, por el estatuto de autonomía".
Por su parte, Tello ha subrayado que la muestra realiza un "análisis crítico de los discursos nominales, pero también de aquellos no hegemónicos de la época". "La exposición da la palabra a los sectores políticos y sociales que se encontraron incómodos con el franquismo o que se opusieron completamente, además de mostrar cómo el franquismo, junto a su maquinaria represiva, dispuso una retórica capaz de reducir el impacto transformador de la lucha antifranquista", ha agregado.
"La exposición también pone el foco en las disonancias, disidencias y resistencias de la época, pues la existencia de tanta coacción, sometimiento y violencia atestigua que el panorama cultural, político y social distó de ser tan idílico como el poder franquista pretendió", ha completado el comisario de la muestra.
El MuVIM ha organizado esta exposición en el marco de la capitalidad mundial del diseño de València en 2022. En este sentido, su director ha declarado que el museo "se considera legitimado para hacer una exposición sobre aquella campaña propagandística franquista, que por lo que respecta a la vertiente estética se caracterizó por el uso de obra gráfica renovada".
En esta línea, Amador Griñó ha subrayado que "el conjunto de la exposición es un exponente de la calidad del diseño expositivo de la València actual". "No ofrecemos únicamente un contenido que vale la pena y que tiene un indudable interés, lo ofrecemos además en un envoltorio contemporáneo", ha afirmado.
"En aquel momento, desde instancias oficiales se permitió que la publicidad oficial del régimen fuera del mismo estilo que la que se estaba haciendo en la publicidad comercial para vender una lavadora, por ejemplo. Por eso, tiene el atractivo que tiene y sintoniza con las necesidades comunicativas de esa clase media que del mismo modo que se compraba un '600', podía 'comprar' la imagen de Franco como un 'abuelito feliz'", ha concluido el jefe de exposiciones del museo.