El legendario Mick Harvey rendirá homenaje en València a sus artistas fetiche

VALÈNCIA. Los músicos que llevan más de la mitad de su vida grabando discos y girando por el mundo sienten la necesidad lógica de mirar hacia atrás y recapitular. A falta de un libro de memorias -un proyecto muchas veces anunciado, y que imaginamos que acabará llegando- Mick Harvey (Rochester, Australia, 1958) ha cedido a este impulso retrospectivo en una de las canciones de su último álbum en solitario, Five Ways to Say Goodbye (Mute, 2024).

En “When we were beautiful and young”, el músico australiano alude con nostalgia a los años salvajes de su juventud; la etapa en la que forjó su condición de artista legendario. Él y sus compañeros de viaje -Nick Cave, Simon Bonney, Rowland S. Howard, Blixa Bargeld, Barry Adamson, etc- moldearon el futuro del rock de las siguientes décadas partiendo de un post punk abrasivo y amenazador, que con los años fue evolucionando hacia fórmulas mucho más sobrias y contenidas, pero siempre infusionadas de oscuridad, misterio e ímpetu experimental. Además de su incontestable influencia como miembro de Boys Next Door (1977-1980), The Birthday Party (1980-1983), Crime and the City Solution (1977-1991) y Nick Cave and The Bad Seeds (1984-2009), Mick Harvey ha sido también una pieza clave en la carrera de PJ Harvey y de otros artistas con los que ha colaborado a lo largo de los años en calidad de productor, compositor y/o instrumentista. Anita Lane, Courtney Barnett o Robert Forster son solo algunos de ellos.

El próximo 16 de mayo, apenas una semana después de la salida de su quinto álbum en solitario en Mute, el músico australiano iniciará en la sala 16 Toneladas de València una gira europea en la que presentará esta nueva colección de canciones junto con las de Phantasmagoria In Blue (Mute, 2023), disco de duetos compuesto junto a la cantante y realizadora audiovisual mexicana Amanda Acevedo, que también forma parte del cartel en este tour.

Ella y Mick Harvey se conocieron en Ciudad de México en el año 2017, durante una gira en la que el músico de Melbourne acompañaba a PJ Harvey en los directos. Acevedo, que entonces tenía 17 años, se había puesto en contacto con él previamente a través de internet presentándose como fan, pero también como artista: pedía su opinión sincera sobre las canciones en las que estaba trabajando. 

Ese fue el inicio de una amistad que se transformó en una colaboración artística a distancia durante los meses del confinamiento por el COVID-19. De la grabación y el intercambio en remoto de archivos surgió Phantasmagoria In Blue, un disco de catorce temas en los que Harvey versiona junto a Acevedo a algunos de sus artistas y géneros fetiche. El homenaje a Leonard Cohen está presente en la versión de “You Got Me Singing” -extraída del disco Popular Problems, publicado por el canadiense dos años antes de morir-, y la consabida fascinación de Harvey por la chanson francesa queda representada en ”Indian Summer”, tema basado en el clásico de Joe Dassin “L’été indien”. Del mismo modo, el disco rescata la canción “She Won´t”, de Lee Hazlewood. El compositor norteamericano es, junto con Serge Gainsbourg, uno de los autores predilectos de Harvey, como demuestra el hecho de que uno de los primeros temas interpretados junto a Nick Cave en Boys Next Door era precisamente una versión del éxito “These Boots are Made for Walkin’”, compuesto y producido por Hazelwood para Nancy Sinatra en 1965. 

En el repertorio de Phantasmagoria In Blue figuran también algunas canciones que sospechamos que el dúo podría interpretar en sus conciertos en España. Se trata de Al alba, de Luis Eduardo Aute; y El unicornio azul, del cubano Silvio Rodríguez, tema en el que Acevedo canta su parte en español.

Será por tanto un concierto en el que podremos escuchar reelaboraciones muy personales y melancólicas de canciones que han jugado un papel importante en la formación musical del ex Bad Seed, como “Song to the Siren”, de Tim Buckey. Además de temas originales como el ya citado “When we were beautiful and young”, Five Ways to Say Goodbye incluye canciones firmadas por nombres importantes del underground australiano de los setenta y ochenta, como Ed Kuepper (cofundador de The Saints) y David McComb (Los Triffids / Blackeyed Susans). 

“No son versiones”

Harvey ha rechazado en diversas ocasiones la utilización del término “versión” para definir su aproximación al cancionero ajeno. Y es que, efectivamente, su aportación al mismo es introspectiva y bastante libre. “No creo que cover sea la terminología adecuada, porque no es una copia -comenta en las notas que acompañan al disco-. En mi opinión, lo que hago se parece más a lo que solían ser las canciones antes, cuando mutaban y acababan teniendo muchas versiones diferentes”.

Aunque el título del disco remita a las diferentes maneras de decir adiós, no parece que Harvey baraje ninguna jubilación. De hecho, desde que decidió abandonar a los Bad Seeds en 2009 por discrepancias sobre la evolución artística del grupo y regresó a su ciudad natal,

su carrera en solitario se intensificó notablemente. Su condición de multiinstrumentista y su talento especial para crear atmósferas -papel que en estos momentos concentra en gran medida Warren Ellis en la banda de Nick Cave- han permitido a Harvey embarcarse en todo tipo de aventuras musicales, desde bandas sonoras -Ghosts… of the Civil Dead (John Hillcoat, 1988), Chopper (Andrew Dominik, 2000), Australian Rules (Paul Goldman, 2002) y Suburban Mayhem (Paul Goldman, 2006)- y discos conceptuales -Sketches from the Book of the Dead (2011), FOUR (Acts of Love) (2013)- hasta la revisión de clásicos en versión acústica o con pequeños acompañamientos orquestas. 

Entre sus discos de “no-versiones” destacan los cuatro dedicados al legado de Serge Gainsbourg, con las canciones traducidas del francés al inglés: Intoxicated Man (1995), Pink Elephants (1997), Delirium Tremens (2016) y Intoxicated Women (2017).

Los inicios

Harvey conoció a Nick Cave, Phill Calvert y Tracy Pew en el colegio. Su primera banda, Boys Next Door, consiguió un relativo éxito en Australia a finales de los años setenta gracias a una puesta en escena salvaje y anárquica que tomaba como referencia a héroes locales como The Saints y a bandas de rock experimental como los británicos The Pop Group. A principios de los ochenta, el grupo se muda a Londres y se transforma en The Birthday Party. 

Cuando The Birthday Party se disolvió en 1983, Harvey fundó los Bad Seeds junto a Nick Cave, Blixa Bargeld y Thomas Wydler, la primera de muchas formaciones que ha tenido el grupo a lo largo de las décadas. Prácticamente al mismo tiempo, Harvey se enroló junto al cantante Simon Bonney en Crime and the City Solution. Ambas formaciones se mudaron a mediados de los ochenta a Berlín, lo que hizo más o menos viable esta doble militancia hasta 1991. En cualquier caso, el alcance comercial y la influencia que ha dejado para la historia una y otra ha sido muy desigual. La aproximación “australiana” de Nick Cave and The Bad Seeds a la música de raíces americanas -particularmente el country y el blues-, acompañada de una particular estética de dandis decadentes, puso la semilla de un estilo que casi podría considerarse un género en sí mismo.