VALÈNCIA. (EFE) El Mercado Central de València ha apagado sus luces a mediodía durante unos minutos como forma de protesta y para reclamar consenso en la remodelación de las líneas de la Empresa Municipal de Transporte (EMT).
Durante la parada realizada bajo la cúpula principal del mercado, se ha leído un manifiesto en apoyo a una ciudad sostenible y con un transporte público cómodo para acceder al centro y con un transporte público cómodo que garantice a los ciudadanos el acceso al centro de València.
Según un comunicado, el Mercado ha querido trasladar a los ciudadanos la preocupación de sus 257 vendedores ante la remodelación de las líneas de la EMT, que está previsto que sea una realidad a partir del 23 de marzo, por las graves consecuencias que puede tener sobre sus negocios y la accesibilidad de sus clientes.
Este manifiesto ya fue leído por la presidenta de la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Merche Puchades, en el pleno del Ayuntamiento de València, el pasado jueves, y en él se defiende "un modelo de ciudad sostenible y la peatonalización de las plazas", que "no debe estar reñido con el transporte público".
Se reclama asismismo "un centro histórico vivo, con el pequeño comercio, comercio de proximidad, comercio de artesanía, con una gastronomía de calidad, un centro para sus vecinos, para los valencianos y no un centro pensado solo para los visitantes y turistas".
A través del documento, se pide la paralización de dicha remodelación y que la Mesa de Movilidad sea realmente un órgano de participación real en el que "se tengan en cuenta las necesidades y propuestas de todas las asociaciones que engloban el Centro Histórico de Valencia" y "se busque el consenso entre todos" porque solo así "se encontrará un proyecto de éxito".
El mismo comunicado recuerda que las principales asociaciones vecinales y económicas de la ciudad de Valencia han solicitado al Ayuntamiento, por registro de entrada, la paralización de los inminentes cambios en las líneas de la EMT.
Igualmente, han reclamado la entrega de los estudios efectuados, con el fin de analizarlos y, de esta forma, evitar consecuencias no deseadas tanto sobre la actividad económica como sobre la movilidad ciudadana.
Las asociaciones firmantes reclaman "un proceso participativo real" que permita conocer los planteamientos y preocupaciones de los diferentes colectivos antes de adoptar unas medidas que afectan "de un modo tan importante a su vida cotidiana".
Además, denuncian la falta de transparencia y participación en la toma de decisiones que les afectan de un modo directo y reclaman que la Mesa de Movilidad sea realmente un órgano de consulta y opinión para exponer sus propuestas y que estas se tengan en cuenta antes de aprobar un proyecto definitivo de líneas de la EMT.