Foto de José Luis GarcíaVALENCIA. En apenas cuatro días (entre el pasado jueves y domingo) un solo barrio (Ruzafa) ha acogido 57 conciertos (y 9 exposiciones, en 24 espacios) que han disfrutado 5.000 personas, según los datos de conclusión ofrecidos por la Asociación MUV! Música Urbana Valencia. Este colectivo ha generado por su cuenta y riesgo un festival urbano más para la ciudad, que desde su primera edición ya ha formado parte de la Plataforma de Iniciativas Culturales Urbanas de Valencia (PICUV).
El modus operandi del festival en un sentido económico y productivo ha sido el de "trabajar para 'empatar' con los gastos", con la colaboración decidida de los artistas que han aceptado un acuerdo de 'tabla rasa' en los costes "para cubrir gastos de producción y las contrataciones más básicas del festival", apunta a Valencia Plaza Sergi Almiñana, uno de los fundadores de MUV!. "El objetivo del festival es de un lado hacer posible pagar unos cachés razonables a los artistas, pero también mostrar la actividad musical de la ciudad", añade.
El festival "no persigue un ánimo de lucro en sí mismo, pero si remunerar dignamente a todos aquellos que aportan al mismo empezando por los 300 músicos que han llenado de vida y de cultura el barrio". Ante la situación, un marcho hostil por parte de la administración local frente a la música en directo: "seguimos a la espera de la Ley de Mecenazgo o de cualquier solución autonómica o local que sirva para que los patrocinadores encuentren mucho más interesante involucrarse en este tipo de proyectos", continúa Almiñana.
La situación para los patrocinadores no deja de ser compleja dada "la dificultad de hacer conciertos en Valencia. Nos enfrentamos a una legislación obsoleta" que, en cualquier caso, ejerce de barrera frente a las cifras de participación (57 conciertos y 5.000 asistentes) del propio MUV!. Aunque la referencia es habitual desde hace años, el contexto de las Fallas es un ejemplo de cómo el Ayuntamiento de Valencia tiene la capacidad de generar "un marco legal necesario, en el que los locales -que no infringen ninguna normativa en concreto, pero que no pueden acogerse a ningunas 'normas de juego'- encuentren una solución".
Desde el MUV! dejan claro que el festival, "que ha sido un éxito", ha sido posible "sin ningún tipo de apoyo institucional, gracias a la colaboración de músicos y profesionales del sector, así como de colectivos que han cedido salas y locales de ocio para acoger una amplia variedad de proyectos musicales que se han caracterizado por su eclecticismo y calidad". La presencia a nivel musical ha tenido a nombres tan destacados como Senior, Òscar Briz, Mist, La Rana Mariana o Aullido Atómico.
Con una charla colectiva que reunía a un buen número de agentes culturales implicados de distinta forma en la ciudad, el MUV! ahonda en su nota de conclusión en su ánimo por "reivindicar la importancia de la música en la construcción sociocultural de las ciudades y poner en evidencia la necesidad de impulsar nuevos modelos, con normativas adaptadas a las necesidades actuales, que hagan de la música una de las grandes actividades en la promoción cultural de la ciudad".
La citada mesa, entre los actos llamados a pesar en el tiempo tras la celebración del festival, señaló la urgencia de desarrollar un nuevo plan que impulse la música en directo y ofrezca mayor flexibilidad y viabilidad para organizar conciertos. Más allá de lo sucedido durante estos últimos cuatro días, este trabajo es el que está llamado a servir de llave para que el próximo otoño el MUV! alcance su segunda edición en un escenario local muy distinto.
Un repaso (necesariamente incompleto) a algunos de los últimos singles y elepés que han aparecido recientemente en el panorama musical valenciano, y un avance de lo que está por venir de la mano de Yo Diablo y Los Premios
