VALÈNCIA (EFE). El Oceanogràfic de Valencia, cerrado desde el pasado 14 de marzo por el estado de alarma y gestionado por Avanqua, ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para parte de la plantilla, y mantiene con el personal necesario los mismos niveles de bienestar animal y mantenimiento de la infraestructura.
El acuario, con 15.000 ejemplares de más de 500 especies de animales, mantiene la alimentación, el entrenamiento, el juego, la estructura social, la salud y el entorno, y ha implementado un protocolo extraordinario para preservar la salud e higiene de los empleados, han informado a EFE fuentes del parque.
El personal al cargo de los animales (cuidadores, acuaristas, entrenadores, veterinarios, técnicos de laboratorio, etc.) sigue realizando sus labores habituales, así como las tareas de mantenimiento de la infraestructura y el análisis y control del agua -gestiona 42 millones de litros- y del aire.
Se han dividido en turnos de trabajo de forma que no coinciden, para evitar contagios y se comunican las incidencias o indicaciones vía telemática. En este parque se trabaja con la idea de mantener el complejo listo y en óptimas condiciones para el momento en que se pueda reabrir, han indicado las fuentes.
El Bioparc, por su parte, anunció hace unos días la aprobación de un ERTE que no afecta a toda la plantilla, y en ningún caso considera despidos pues existe el compromiso de reincorporación de todas las personas. Desde su cierre al público desde el 14 de marzo, el parque mantiene en marcha servicios mínimos para garantizar el bienestar de los animales y el buen estado de las instalaciones.
Esos servicios incluyen a un cuerpo directivo y a un retén mínimo de otros departamentos, y un grupo especial compuesto por 3 brigadas multidisciplinares de 20 personas que comprende cuidadores, veterinarios, limpieza, jardinería y mantenimiento.