VALÈNCIA. Las declaraciones de la pieza I del caso IVAM, que investiga las presuntas irregularidades cometidas en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) durante la etapa en la que Consuelo Císcar estuvo al frente del museo, han apuntalado lo dicho por los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) en sus informes, según fuentes cercanas a las acusaciones.
Así, los trabajadores de contabilidad del transportista habitual del IVAM han declarado lo que para los investigadores era un secreto a voces: Consuelo Císcar no pagó ni un euro para trasladar las obras de su hijo Rafael Blasco Císcar, más conocido como Rablaci, por todo el mundo.
Una opinión que dista mucho de la de las defensas consultadas por este periódico. Éstas explicaron que, si bien es cierto que el dinero presuntamente entregado en metálico con Ciscar no aparece en los apuntes contables, también lo es que los testigos han dicho que “no se encargaban de los cobros”. Y apostillan que “dichos cobros los podría haber recibido en mano Enrique Bienvenido”, dueño de la empresa que habitualmente organizaba los traslados de las obras y los viajes para el IVAM.
Las declaraciones podrían apuntalar lo dicho por la UDEF en su último informe, en el que concluían que de las cuentas de Consuelo Císcar “no salió dinero suficiente” para pagar el precio del transporte. Según los policías, el coste de llevar las obras de Rablaci de València a China, por ejemplo, superaba los 500.000 euros.
El hijo de Consuelo Císcar y Rafael Blasco ha expuesto por todo el mundo. Entre los países donde ha llevado sus obras de arte se encuentran China, Japón, Cuba, Argentina o Colombia. Para los investigadores, la exdirectora del IVAM utilizó su cargo para que su hijo pudiera exponer a coste cero por todo el globo. De momento, Císcar está acusada de prevaricación y malversación de caudales públicos.
La persona encargada de llevar ‘el arte’ de Rablaci era Enrique Bienvenido que, como transportista habitual del IVAM, facturó más de cuatro millones de euros al museo valenciano. Es más, en declaraciones anteriores de trabajadores de su empresa, éstos declararon que tuvieron que hacer la mudanza tanto de la exdirectora como de otro imputado en otra de las piezas del caso, el exdirector económico del IVAM Juan Carlos Lledó, así como varios traslados de carácter personal.
Sobre las exposiciones, en la declaración se explicó que las mismas las organizaban las empleadas del IVAM. Y sobre el transporte, una de las declarantes aseguró que “los expedientes (de Rablaci) me caían encima de la mesa”, y que ellos le pasaban el presupuesto a Enrique Bienvenido y no al cliente como sería lo lógico.
En cuanto a los viajes de Consuelo y su familia, ésta aseguró que los había pagado ella, pero otra de las personas que declararon este martes en el Juzgado de Instrucción Número 21 de València dijo que, “no constan en la contabilidad los viajes de Ciscar”, y que la cuenta personal de ésta “estaba inactiva”. Y apostillaron que, “nunca han hecho facturas para ninguno de los Blasco”.
Llamativo también resulta para juez, fiscal y policía el hecho de que en la contabilidad de Bienvenido aparecen todos los trabajos realizados para el IVAM salvo los del hijo de la directora Consuelo Císcar. La instrucción de este caso sigue su curso y, por el momento, no tiene fecha de caducidad ya que no se descarta la petición de nuevas diligencias.