VALÈNCIA. El Palacio de Congresos de València ya nació siendo un edificio verde que quería minimizar el impacto medioambiental. Norman Foster lo diseñó bajo el concepto de Green Architecture. Más tarde avanzaron en esa estrategia con su cubierta fotovoltaica y en los últimos años han trabajado en su actual plan estratégico alineado con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que implica el compromiso general con el consumo responsable por parte de equipo, empresas organizadoras, proveedoras y participantes en los eventos. Y ahora han dado un paso más en su vinculación con la sostenibilidad y la conservación de la biodiversidad con la decoración de sus instalaciones, con los paisajes de la costa mediterránea, incorporándolos de una manera armoniosa con el edificio y de manera sostenible.
Al entrar en el Palacio de Congresos de València el visitante puede aproximarse y profundizar en la naturaleza de la Comunitat Valenciana. Los helechos y las palmeras, la variedad de las plantas de la Albufera, los colores y texturas de la huerta y los árboles frutales, el musgo del litoral, los árboles monumentales singulares del interior, las plantas arbustivas y aromáticas… todo ello se puede disfrutar en cada uno de los espacios del edificio, no como entes aislados sino atendiendo al recorrido que se realiza, para ofrecer una experiencia única.
En el diseño de esta decoración vegetal se ha tenido en cuenta tres factores: conseguir un aspecto natural y cálido, que resulte acogedor tanto para los asistentes a eventos como para los empleados del edificio; reducir los costes de mantenimiento; y que esté alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Para ello el Palacio de Congresos ha contado con el estudio Green Decorum, empresa valenciana especializada en el diseño y realización de proyectos ornamentales con flores y plantas no perecederas. La técnica utilizada es la naturaleza preservada. Se trata de una técnica natural, donde se reemplaza la savia de la planta por una solución líquida hecha con glicerina, logrando que conserve en su mejor momento su aspecto natural, flexibilidad, color y belleza durante años. Además la materia prima natural es recuperada de bosques gestionados, dando una segunda vida a los árboles, o autoproducida en campos ecológicos, sin empleo de pesticidas. Por otro lado, todo el plástico es recolectado y reciclado a través de la asociación con la empresa Reciclamás, lo que garantiza el respeto a la normativa medioambiental de la Comunitat.
Se ha ordenado la vegetación según el uso de cada espacio. De esta forma se han tenido en cuenta entre otros, los espacios de transición, donde las personas no se detienen, por lo que la decoración debe causar un impacto rápido pero sorprendente; los espacios de espera, donde la vegetación enseña, entretiene y dota el ambiente de un carácter más didáctico; y los espacios privados, donde lo importante es lo que ocurre dentro, por lo que la decoración no resta protagonismo al contenido sino que suma para que la estancia sea más acogedora y se alinee con el resto de la intervención.
Así, la recepción y el área de cafetería cuenta con expositores y jardineras de hierbas aromáticas y plantas mediterráneas. Por su parte, el área de exposición está decorada con tres esferas metálicas elevadas (islas), que reflejan la singularidad de la Albufera, los helechos y las palmeras de Elche y las texturas de los frutales mediterráneos. En la sala VIP, y en los puntos de registro de los auditorios, se puede disfrutar de un jardín vertical, al igual que en el fondo de las escaleras que acceden a los salones multiusos. Unos salones cuya entrada está custodiada por un jardín vertical o un árbol monumental de la región mediterránea.
También se ha pensado en la decoración de salas sin luz natural, como en algunas salas de comisiones, donde vegetación preservada de diferentes tamaños y especies aporta frescura al espacio y capta las mirada de quien entra en la sala, pero sin desviar la atención del ponente. Y en los baños, una decoración sutil a base de musgo y hojas en lo alto, da un toque natural al espacio sin interferir con la circulación de la estancia.
Además, muchos de estos elementos se encuentran en estructuras móviles, para facilitar el desplazamiento y que se puedan emplear en otras estancias o para compartimentar espacios. A ello se une que la técnica de naturaleza preservada es fonoabsorbente, con lo que la decoración no interfiere en la actividad del Palacio, y no exige un mantenimiento específico, ya que no presenta insectos ni bacterias que estropeen las plantas. Además son creaciones de gran durabilidad.
Asimismo, este trabajo se ha realizado por un equipo en el que se encuentran personas procedentes de colectivos desfavorecidos. Este criterio se valoró positivamente en la resolución del concurso para la ejecución del proyecto. Con esta nueva decoración, el Palacio de Congresos de València avanza en su estrategia de enriquecer la experiencia de asistentes a eventos mientras generan un impacto social positivo en la comunidad. En este caso dando a conocer la belleza y variedad de la biodiversidad de la Comunitat Valenciana, con una vegetación que, además de incrementar el bienestar y el confort generando estancias más acogedoras, ofrece una experiencia sensorial al usuario y dota al ambiente de un carácter didáctico, que aproxima a los visitantes del Palacio de Congresos al territorio de la Comunitat.