El museo González Martí inaugura así la muestra Evoca, que recorre la tradición cerámica valenciana del 'oficio' al hand-made
VALENCIA. El palacio Marqués de Dos Aguas se convertirá el próximo 28 de abril en el escenario de un peculiar concierto que sumará música y barro. Con motivo de la inauguración de la muestra Evoca, el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí pasará a ser la sede de una actuación musical de instrumentos cerámicos, concierto que dará la bienvenida a una muestra que se enmarca dentro de las celebraciones por el centenario de l'Escola d'Art y Superior de Ceràmica de Manises.
La exposición recorre cien años de tradición valenciana a través de los procesos y, también, los usos. Del puro oficio a la creación hand-made, pasando por el uso de las nuevas tecnologías o una visión más cercana al arte que a la utilidad y lo cotidiano. Un resumen de la huella de una profesión en el que, del mismo modo en que presentará en el concierto instrumentos musicales creados con técnicas cerámicas, también lo hará así en la muestra.
Será de la mano de la artista Inma Juan que se presenten estos cuerpos sonoros, bajo una premisa fundamental: considerar las formas de barro cocido como excelentes cajas de resonancia acústica, con las que explorar los sonidos del barro y la musicalidad de la materia y la forma. Con los udus, sonajas, ocarinas y darbukas se realizarán performances e instalaciones sonoras en distintos espacios dedicados al ritual y el arte.
La exposición Evoca recorre de forma visual las distintas etapas que ha tenido la escuela, definidas a partir de los distintos programas formativos que se han impartido en sus aulas. Desde la primeras piezas de 1916, donde el 'oficio' representaba una parte importante en la formación de los alumnos, hasta las creaciones hand made, reivindicadas en buena parte de Europa, "como escenificación de un modo vida slow no exento de compromiso ético", explican los organizadores.
La muestra cuenta con esculturas e instalaciones realizadas en cerámica, "que responden al complejo momento estético en el que estamos inmersos", reflejo a su vez de una sociedad en cambio: sátira, critica social o simplemente reivindicación de la naturaleza como fuente y recurso de inspiración. La exposición tiene varios recorridos que muestran de forma didáctica el desarrollo del entorno del objeto creado a partir del barro, mostrando el pasado y tratando de adivinar las necesidades de futuro de este material de frágil belleza.
La muestra se inicia bajo el lema 'tradición reinterpretada', que refleja el mestizaje cultural que ha transformado la representación académica de las técnicas y formas históricas, y ha permitido introducir nuevos lenguajes basados en la tradición. O suma de tradiciones, depende de cómo se mire. No en vano, la escuela ha tenido alumnos de cincuenta y cinco nacionalidades y en sus aulas se han hablado veintidós lenguas diferentes.
Tras el paréntesis de la Guerra Civil Española y su postguerra, la escuela llegó a un importante punto de inflexión que transformó el concepto llevado a cabo hasta el momento. El nuevo plan de estudios impulsado por Alfons Blat diferenció cerámica artística y técnica, una separación después eliminada que aún hoy demanda la dirección del centro. La consecuencia de esto se ve reflejada en el espacio 'hand-made', artesanía contemporánea o de vanguardia en la que tiene importancia vital la autoría personal, creadores que no se consideran artesanos sino artistas o diseñadores.