VALÈNCIA. A pesar de la crisis del coronavirus, la primera de las dos licitaciones del Palau de la Música ha ido pudiendo sortear la paralización de los procesos públicos que se dio de manera generalizada durante estos meses. Más les valía, ya que los plazos acumulaban un retraso importante, provocado principalmente por el recurso del Colegio de Arquitectos de Valencia por la forma en la que se estaba haciendo el concurso. Finalmente, sería en febrero cuando negociarían con el Ayuntamiento la retirada de esta batalla legal.
Con todo esto, según la estimación hecha por el personal técnico del servicio de Contratación hecha el día de presentación del proyecto, este tenía que estar formalizado a finales de marzo. Finalmente, esto será posible en septiembre u octubre, ya que se resolvió quién ha ganado este primer concurso, se le está requiriendo documentación (este diario ha podido confirmar que la empresa ya la ha entregado) y será la próxima comisión la que ratificará la resolución.
Será entonces cuando, por primera vez desde que se cayera en junio de 2019, empiecen a funcionar unos plazos que permitan calcular cuándo podría abrir el Palau. A partir de la ratificación, la empresa tiene tres meses de ejecución. Esta primera parte es un contrato de 325.640 euros que incluye la redacción del proyecto básico y de ejecución, la dirección de obra y la coordinación de seguridad y salud del edificio. Por tanto, o en diciembre de 2020 o en enero de 2021, este proyecto ya estaría en manos del Ayuntamiento. Más tarde, y con la redacción en la mano, el Ayuntamiento tiene que licitar la ejecución de las obras, resolverlo, y solo entonces se podrá ver andamios en el edificio.
Si el consistorio calculaba que se este segundo concurso se publicara a mitad de septiembre de 2020 y se adjudicara durante el primer trimestre de 2021, como mínimo estos plazos se han movido siete u ochos meses. Sin tener en cuenta ningún otro imprevisto como otros recursos, bajas o enmiendas, el Palau de la Música podría empezar sus obras (siendo optimistas) en verano de 2021.
Este retraso choca con la voluntad del propio Ayuntamiento, que pretendía poder reabrir antes de 2022, año de elecciones municipales. Aunque la concejala de Cultura, Gloria Tello, también anunció la intención de una reapertura escalonada con el que adelantar la vuelta del público en cuanto estuviera una de las dos salas grandes accesibles.
Ante las preguntas de los periodistas del peso que tendría la factura final en el concurso, la concejala de Contratación y Servicios Centrales, Luisa Notario, aseguró que, si bien se tenía que valorar, el ahorro económico no sería determinante a la hora de decidir qué empresa llevaría a cabo ninguno de los dos procesos de rehabilitación del Palau. Sin embargo, con las actas del concurso consultadas por Culturplaza, la realidad es que Santatecla Arquitectos S.L.P. tomó la delantera a las otras propuestas a partir del ahorro económico. De hecho, con una bajada próxima al 38%, esa oferta suponía un ahorro del 8% sobre el total de lo propuesta por la segunda oferta más económica. De esta manera, si el Ayuntamiento tenía presupuestado un máximo de 394.024,40 euros, finalmente este proceso se ha adjudicado por 244.295,13 euros (siempre IVA incluido).
En el juicio de valor sobre las ofertas a partir de sus propuestas técnicas, Santatecla quedó en tercera posición (29 puntos), por detrás de la UTE Paredes Pedrosa Arquitectos y Valnu Servicios de Ingeniería (37,25 puntos), e IDOM consulting, engineering, architecture (32,25 puntos). De hecho las dos ofertas que quedaron, por puntuación, por debajo de la finalmente judicataria, no pasaron el corte al no haber superado el 60% de la puntuación posible.
En el juicio de valor de la oferta ganadora no se puntualizan grandes errores ni forma ni de fondo, y se dan por buenas las soluciones propuestas. Entre ellas, dos llaman la atención: primero, que la restauración de la fachada de la piedra caliza no se hará desde cero, sino que se solo se sustituirán las piezas dañadas, mientras que las otras tan solo serán limpiadas y revisadas. Por otra parte, se proponen tres escenarios para la cúpula de vidrio, que pasaría por resolver las filtraciones sin recuperar los elementos originales (oferta más económica) a cambiar todos los vidrios y, de paso, recuperaría la imagen del proyecto primitivo del edificio además de mejorar la eficiencia energética de este.
Pero las obras no son el único asunto pendiente del recurso cultural más importante del Ayuntamiento de València. La realidad del Palau de la Música ha sido especialmente convulsa durante estos meses. Desde que se cayera el techo en 2019, la programación tuvo que minar considerablemente y realizarse en diferentes espacios, un proceso que significó varias cancelaciones y la incertidumbre de los abonados y abonados sobre cuándo se recuperaría la normalidad (ahora podemos saber que difícilmente será en la temporada 2021/2022).
Por otra parte, la justifica declaró nulo el nombramiento del director actual, Vicent Ros, a petición de Josep Ruvira, la persona que quedó en segunda posición. Este, que también pedía una reevaluación de su puntuación, no ha conseguido esta segunda petición. La realidad es que el año que viene, el mandato de Ros terminará contractualmente, así que, en términos prácticos, no parece que vaya a haber una aplicación real de esta nulidad. En todo caso, el Ayuntamiento tendrá que poner en marcha el nuevo concurso con el suficiente tiempo para que no ocurra como en otros procesos de selección de personal como el Teatre El Musical o La Mutant, que durante meses tuvo una dirección interina por el retraso de los procesos.