VALÈNCIA. 6 de junio de 2015. El PSPV celebraba un Comité Nacional en el que se ponían sobre la mesa cuestiones tan fundamentales como las negociaciones que se estaban llevando a cabo con distintas fuerzas políticas para tratar de alcanzar la Presidencia de la Generalitat. Los socialistas valencianos no habían logrado unos grandes resultados, pero se mantenían como el segundo partido más votado y, esta vez sí, los números le cuadraban dado el ascenso de Compromís y el posible apoyo de Podemos.
Ahora bien, los primeros tanteos evidenciaron que la negociación no sería un paseo. Mónica Oltra defendía el fuerte incremento de apoyo de Compromís y jugaba con la sintonía con el partido de Pablo Iglesias para sostener que el debate sobre la Presidencia estuviera abierto, algo de lo que el candidato socialista, Ximo Puig, no quería oír hablar. Con ese escenario de tensión, se celebró una reunión del Comité Nacional del PSPV en el que surgieron voces importantes en el partido que le pedían al secretario general que mantuviera la puerta abierta con Ciudadanos pese a que los números no alcanzaban.
Así, referentes como el máximo responsable de la FeSP-UGT, Luis Lozano, o el ex presidente de la Generalitat Joan Lerma, entre otros, realizaron intervenciones favorables a tener en cuenta a la formación naranja entre las opciones posibles. Finalmente, en aquella reunión se acordó dar vía libre a Puig para que mantuviera las negociaciones necesarias con las fuerzas que considerara para alcanzar el Palau de la Generalitat. De hecho, posteriores acercamientos a la candidata de Ciudadanos, Carolina Punset, y al delegado territorial de este partido, Emilio Argüeso, contribuyeron a que se acelerara el Pacto del Botánico entre PSPV, Compromís y Podemos.
De esa manera se resolvió la compleja situación de confeccionar una alianza para el cambio en la Comunitat Valenciana tras 20 años de dominio del PP. El paso del tiempo ha dejado una buena sintonía personal entre Puig y Oltra, si bien no pocos dirigentes socialistas han atravesado -y siguen atravesando- diferentes tensiones con sus socios de gobierno.
Ahora, el fuerte crecimiento de Ciudadanos es observado desde el entorno de Puig con cierto interés, dado que a todas luces está impidiendo la recuperación del PP, el eterno rival. A lo largo de la legislatura se ha podido observar cómo el portavoz en Les Corts y vicesecretario general, Manolo Mata, cuidó las relaciones con Cs generando una buena relación primero con Punset y, después, con Alexis Marí; los dos primeros síndics que tuvo este partido en la cámara.
Una sintonía menor, tras la marcha de este último, es la que le une a Mari Carmen Sánchez, la actual portavoz. No obstante, otros dirigentes del PSPV como el síndic adjunto Alfred Boix si han mantenido desde el inicio de la legislatura vías de comunicación abiertas precisamente con referentes de Cs como Argüeso. Una línea que también ha sostenido el asesor de Presidencia y exalcalde de Gandia José Manuel Orengo para apuntalar el pacto que se alumbró en su momento con la formación naranja para que la socialista Diana Morant fuera alcaldesa.
Bien es cierto que la combinación numérica es complicada. El PSPV posee 23 diputados y Ciudadanos logró 13 (si bien ahora posee 9 tras la marcha de cuatro al Grupo de No Adscritos). No obstante, los sondeos indican un fuerte crecimiento del partido de Albert Rivera tras su triunfo en Cataluña. El CIS de febrero situaba a este partido como tercera fuerza nacional con un 20,7% del apoyo, casi ocho puntos más que lo conseguido en las elecciones de 2016.
Un ascenso de esas características en la Comunitat Valenciana, si fuera unido a una mejora del PSPV de Puig, podría acercar a la suma de estas dos fuerzas a los 50 diputados. Una cifra que se antoja complicada porque debería basarse también en que los socialistas superaran al PPCV para que su líder, Isabel Bonig, no entrara en la ecuación. Ahora bien, si esto se produjera, y aunque PSPV y Ciudadanos no alcanzaran los 50 escaños, sí daría una mejor baza negociadora a Puig frente al tándem de Compromís y Podemos.
Bien es cierto que el presidente de la Generalitat, tendría a priori la voluntad de reeditar un Pacto del Botànico con Compromís y, si fuera necesario, Podemos, pero si el acercamiento a Ciudadanos ya se produjo en su momento cuando los números estaban muy lejos de ser suficientes, una mejora de los mismos podría reabrir fácilmente el debate. Por lo que pueda ocurrir y antes posibles contingencias, algunos de estos dirigentes del PSPV se vienen preocupando por mantener estas vías de comunicación abiertas y en funcionamiento.