según un estudio de la universidad de alicante y la politécnica de madrid

El plan de envases retornables del Consell multiplicaría por ocho el gasto en gestión de residuos

Medio Ambiente ya ha iniciado las gestiones para adaptar la Ley de Residuos a este sistema. Según sus cálculos, mejorará la tasa de reciclado e inyectará en los comercios valencianos más de 35 millones al año 

15/05/2016 - 

VALENCIA. El plan de la Conselleria de Medio Ambiente y Cambio Climático para implantar en la Comunitat el sistema de retorno de envases multiplicaría por ocho los costes del sistema actual de gestión de residuos sin incrementos significativos en la tasa de reciclaje. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por la Universidad de Alicante, la Politécnica de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares sobre la propuesta del nuevo modelo valenciano de gestión de envases domésticos.

El trabajo analiza el impacto económico y medioambiental de la implantación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) que la Conselleria de Medio Ambiente y Cambio Climático está decidida a poner en funcionamiento desde el próximo año para aumentar la tasa de reciclaje de latas, bricks y botellas mediante la introducción de un incentivo económico. Los envases, fundamentalmente los de agua, zumos y refrescos, serán gravados con una tasa de diez céntimos en el momento de la compra que el consumidor obtendrá de vuelta cuando retorne el envase.

Los técnicos del departamento que dirige Elena Cebrián iniciaron hace semanas los contactos con los distintos agentes implicados para presentar el proyecto. La idea es promover a lo largo de este año el cambio de la Ley de Residuos para que el sistema pueda entrar en funcionamiento en 2017. El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, defiende las bondades del mismo y calcula que, por su papel de gestores de residuos, los comercios valencianos ingresarán más de 35 millones de euros anuales, una media de mil euros por establecimiento. Por cada envase manipulado, el comerciante se quedaría dos céntimos.

En esos contactos, los distribuidores han expresado sus inquietudes sobre el impacto que este sistema tendrá en su actividad. Una de las cuestiones más complejas es la convivencia del nuevo con el actual modelo de gestión de residuos, que se mantendría para los tipos de envase que no entrarán dentro del modelo valenciano.

EL NUEVO PLAN NO PREVÉ LA REUTILIZACIÓN DE LOS ENVASES SINO QUE IRÁN AL RECICLADO COMO EN EL SISTEMA QUE YA EXISTE

Desde 1996, los envases en España son tratados mediante el SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada), gestionado por Ecoembes y Ecovidrio, conocido por el punto verde que con el que los fabricantes identifican sus envases. El sistema se financia al 70% con las aportaciones de las empresas envasadoras y el 30% restante procede de la venta del material a las plantas de reciclado.

Con el sistema propuesto por la Conselleria de Medio Ambiente, la gestión de parte de los residuos pasaría a ser pública. No obstante, según considera Julià Álvaro, ello no tendría costes significativos para la administración porque la intención es que los embotelladores contribuyan también a financiar este sistema. Además, se calcula en aproximadamente un 10% el porcentaje de envases no retornados por los consumidores, con lo que los diez céntimos desembolsados de más revertirán en el sistema.

Según explica Julià Álvaro, el plan no prevé -al menos en su primera fase- la reutilización de los envases, tal y como sucedía con el sistema de cascos retornables que había en España hace dos décadas.

Un sobrecoste de 44,8 millones

No obstante estudios como el mencionado de la Universidad de Alicante y otros trabajos similares encargados por la Federación Española de Municipios y Provincias ponen en duda los beneficios del sistema. El primero, presentado esta misma semana por la Plataforma Envase y Sociedad -de la que forma parte Ecoembes- concluye los gastos de gestión de un sistema de depósito, devolución y retorno de envases podrían suponer un total de 44,8 millones de euros netos anuales. A esa cifra habría que sumar el coste del sistema actual, que seguiría gestionando la mayor parte del envase doméstico.

Medio ambiente aspira a que las empresas embotelladoras financien parte del nuevo sistema de tratamiento

En el caso de los establecimientos, la mayor parte de los costes viene determinada por el sistema de tratamiento elegido, automatizado mediante máquinas o manual, a lo que se suma el espacio ocupado y el personal destinado a esa tarea. Solo en el caso de los pequeños comercios, el coste calculado en ese estudio por el transporte a las plantas de conteo ascenderían a 6,83 millones de euros anuales. 

Al respecto, Ecoembes considera que la implantación del sistema SDDR "no tiene un objetivo ambiental, sino comercial de ventas de retorno", ya que los comercios que opten por gestionar los envases de forma automatizada deben invertir 20.000 euros en una máquina de la empresa noruega Tomra. "El SDDR encubre una operación comercial, ya que se pretende privatizar el reciclaje y obtener más de 470 millones de euros para una empresa noruega", denuncia la entidad.

El informe de la Plataforma Envase y Sociedad también estima que el coste anual de las plantas de conteo superaría el millón de euros. Para el cálculo tiene en cuenta los grandes contrastes que se dan en la Comunitat en cuanto a la densidad de población, que oscilan entre los 95 habitantes por kilómetro cuadrado de la provincia de Castellón, los 308 de Alicante y los 866 habitantes por kilómetro de la provincia de Valencia.

Según Ecoembes, el sistema de retorno "no tiene un objetivo ambiental, sino comercial"

Con todo ello, concluye que el gasto anual de gestión del sistema actual de residuos se incrementaría en 8,4 veces con la introducción de un sistema paralelo de depósito, devolución y retorno para algunos tipos de envase. El coste por familia crecería de forma "significativa" al pasar de los 5,33 euros del sistema actual a 44,75 euros estimados para el SDDR.

El impacto sobre la tasa de reciclado, el objetivo final que persigue la Conselleria de Medio Ambiente, tampoco sería significativo, según el mismo estudio, ya que aumentaría la  en 2,7 puntos porcentuales. En la actualidad, según datos de Ecoembes, la tasa de reciclado de envases en la Comunitat crece a un ritmo anual de 3,7 puntos porcentuales y actualmente se sitúa en el 73%.

Convivencia de dos sistemas

El informe realizado para estimar el impacto del sistema que se plantea instaurar en la Comunitat parte de un estudio previo de la la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares donde se comparan los modelos de gestión de envases domésticos en Alemania, Noruega, Bélgica y España. Los datos resultan pertinentes porque en Noruega y Alemania conviven el sistema de retorno de envases y el de gestión colectiva del reciclaje, la misma dualidad que se puede dar en la Comunitat el año próximo.

Entre las conclusiones destaca el caso de Noruega, donde el coste por tonelada gestionada a través del SDDR (7.403,6 euros) es veintidós veces superior al coste de la gestionada mediante el sistema de punto verde (327,5 euros por tonelada).

En cuanto a la efectividad de los sistemas, señala que los países con la metodología de retorno de envases de bebida de un solo uso, el sistema contribuye únicamente entre un 1,5 y un 3% a la tasa global de reciclado.

Ecoembes sostiene que la convivencia de los dos sistemas, además de encarecer la cesta de la compra al introducir la tasa de 10 céntimos por envase, generará confusión en los ciudadanos y desincentivará el reciclado de los envases no incluidos en el plan de retorno, aquellos que se tendrían que seguir depositando en los contenedores verdes, amarillos e iglús.

Por el contrario, el secretario autonómico de Medio Ambiente rechaza que el sistema genere confusión. A su juicio, los consumidores podrán distinguir fácilmente el destino de cada envase en función de si obtienen o no retorno económico.

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