VALÈNCIA. El PP de València ha recogido la postura de los colectivos de Ciutat Vella ante el cierre al tráfico en la zona norte del distrito, con la entrada en vigor de multas para vehículos no autorizados en diciembre, y los cambios de direcciones en el entorno del Mercado Central.
Esta moción se debate en el pleno municipal de este jueves 18 e incluye las reivindicaciones de los vendedores del Mercado Central, la agrupación de Fallas de Ciutat Vella y los comerciantes. "Es difícil que alguno de los grupos vote en contra, pues recogemos las reivindicaciones de los colectivos que entran cada día en Ciutat Vella y que ven muy precipitado el cierre en menos de 15 días", subraya el partido en un comunicado.
Según sus cálculos, más de 7.000 falleros ya no podrán acceder a sus casales que se encuentran en la zona de exclusión al tráfico para no autorizados, ya que solo podrán tener acceso dos vehículos permanentes por comisión fallera y el resto tendrán que solicitarlo cada vez que acudan. Este mismo problema, advierte el PP, lo sufrirá cualquier asociación que tenga sede en la zona afectada como los cuatro altares de San Vicent de Ciutat Vella y els Amics de Corpus.
Este miércoles, la portavoz 'popular', Mª José Catalá, se ha reunido con representantes de las comisiones falleras, los vicentinos de los altares de Sant Vicent y la Asociación de Amics del Corpus para explicarles la moción. "Antes de imponer el cierre con multas, debe resolverse el problema que tendrán falleros y festeros para poder seguir su actividad", reivindica.
En primer lugar, la moción insta en primer lugar al gobierno municipal (Compromís) a paralizar la aplicación del régimen sancionador en el área de prioridad residencial de Ciutat Vella Nord, en vigor a partir del próximo 1 de diciembre, al considerar que la decisión se ha tomado sin consenso ni diálogo y con una campaña informativa que llegó "tarde y mal".
Los 'populares' exigen que se mantenga el "compromiso" de no poner en funcionamiento las cámaras de las calles María Cristina y Vieja de la Paja hasta el fin de las obras, o "al menos" hasta que se pueda circular por la plaza Ciudad de Brujas, para que los vehículos autorizados puedan seguir en línea recta hacia la calle Carda y los no autorizados puedan girar por la rotonda que va a permitir el cambio de sentido en Ciudad de Brujas hacia la plaza de San Agustín.
Otra de las reivindicaciones del Mercado Central, recogida en la iniciativa, es dejar sin efecto el cambio de sentido de la calle Calabazas hasta que no esté abierto el acceso por Ciudad de Brujas, ya que a su juicio es la única forma de acceder a los solares cuando los vendedores sacan su vehículo del sótano del mercado (habilitado para carga y descarga solo hasta las 11 horas).
Finalmente, el PP quiere que el gobierno municipal reconozca y facilite "el trabajo y esfuerzo que realizan cada día los cerca de 80 vendedores que se autoabastecen, cargando y descargando personalmente, y los 500 proveedores que suministran género a la totalidad de puestos de venta del Mercado Central".