VALÈNCIA. El PP de la Comunitat Valenciana celebrará este viernes por la noche una cena que reunirá a los compromisarios que acuden al congreso de la formación popular del que debe salir el sucesor o sucesora de Mariano Rajoy. Así, apenas 12 horas antes de que se dirijan a las urnas, los militantes con capacidad de voto se congregarán todos en el mismo salón.
Un escenario que sería el perfecto arranque para el guión de una tragicomedia debido principalmente a que las fuerzas se encuentran divididas entre los partidarios de Pablo Casado y los que respaldan a Soraya Sáenz de Santamaría. Así, las 370 personas confirmadas al ágape que se celebrará en el madrileño restaurante La Masía de José Luis, compartirán mesa en la noche previa a la votación: unas horas que coinciden con los últimos intentos de las respectivas candidaturas por atraer a los indecisos o a los que no terminan de transmitir confianza respecto al sentido de su voto.
De esta manera, en la particular 'noche de los cuchillos largos' del PP, los distintos actores protagonistas que se han encargado de hacer campaña por uno u otro de los candidatos, así como los compromisarios de a pie cuyo voto es tan codiciado, compartirán mesa y mantel -a 35 euros el cubierto- en una cita que difícilmente adquirirá un ambiente de 'germanor' que en otras ocasiones -cuando había un candidato único- era más habitual. Prueba de ello son los problemas que, según admitían fuentes populares, existen a la hora de configurar las mesas para, como si de una boda se tratara, situar a las distintas personas en sus grupos de mayor afinidad. Ahí es nada.
De hecho, no es descartable que tras la cena puedan continuar los intentos por captar el apoyo de los últimos rezagados en tomar una decisión. Es más, fuentes populares aseguran que, en algunos casos, incluso se ha tratado de aglutinar a los compromisarios en determinados hoteles para practicar la 'pesca de arrastre'.
Unos ardides de última hora que son habituales en los procesos congresuales de los partidos. En el PSOE son especialistas en noches largas y complicadas donde se producen trasvases de un puñado de votos que permiten una victoria histórica por la mínima. Baste con rememorar el 35º Congreso en el que venció José Luis Rodríguez Zapatero a José Bono o el celebrado en 2012, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba ganó a Carme Chacón tras una noche de intensa captación de delegados.
Con estos mimbres, la cena que celebran este viernes los compromisarios del PPCV no apunta a gozar de un clima distendido al menos para los más implicados en el proceso. Curiosamente, una de las que quizá pueda disfrutar en mayor medida será la presidenta regional de los populares valencianos, Isabel Bonig, quien ha insistido en mantener su neutralidad hasta el final y no pronunciarse públicamente en favor de ninguno de los dos aspirantes.