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El PPCV de Bonig, a la búsqueda de dividir a los compromisarios de Cospedal

8/07/2018 - 

VALÈNCIA. La primera vuelta de las primarias del PP no ha servido para resolver la incógnita de quién será el nuevo líder de la formación de la gaviota. Es más, la batalla que ya se ha comenzado a lidiar en las filas populares amenaza con ser más cruenta que la vivida hasta ahora en la pugna del voto del militante de base.

"Ahora empiezan las presiones de verdad", comentaba este sábado un dirigente popular a Valencia Plaza. No se antoja exagerada la afirmación, dado que, de no existir un acuerdo para una única lista a día de hoy improbable, el PP se verá abocado a un congreso a cara de perro y a la antigua usanza.

Con estos mimbres, conviene observar con cierta perspectiva el proceso a la hora de analizar los resultados y las consecuencias a corto plazo de los mismos para entender los distintos movimientos que se van a producir a partir de ahora.

Las votaciones de los militantes no tienen por qué ajustarse a los compromisarios elegidos. Un argumento real que utilizan fuentes próximas a la cúpula regional del PPCV que lidera Isabel Bonig. Junto a las direcciones provinciales, el apoyo del aparato orgánico de la Comunitat ha sido para Soraya Sáenz de Santamaría, una circunstancia que desde este sector se utiliza para considerar que aumentarán la ventaja sobre Pablo Casado a la hora de recabar el apoyo de los compromisarios. Así, desde esa orilla consideran que la diferencia de solo 5,8% entre ambos candidatos sobre los votos será mucho más amplia cuando se traduzca en el apoyo de los representantes que acuden al congreso.

Es una tesis, pero no la única. Si bien en las grandes ciudades resulta más sencillo a menudo de clarificar cómo han sido las elecciones de los compromisarios, en las comarcas se puede asistir a situaciones muy diversas. Por ejemplo, en algunas existían acuerdos previos para que determinados cargos fueran los que acudieran al congreso. Una decisión que puede no corresponderse en absoluto con el resultado que posteriormente se produjo en la votación de los militantes de base. Así pues, el apoyo de los compromisarios deberá trabajarse por parte de las dos candidaturas en liza uno a uno en muchos casos.

Casado y Sáenz de Santamaría se saludan en el Congreso. Foto: EFE

Otra medida estratégica obvia que también se está produciendo en el ámbito nacional y se extiende a la Comunitat Valenciana es provocar la división entre los compromisarios de Cospedal. La opción de Sáenz de Santamaría para vencer a Casado pasa por conseguir que los delegados de la dirigente manchega no concurran en un bloque absolutamente unido al cónclave, dado que la orden de Cospedal estará dirigida al respaldo para Casado. Así pues, si Sáenz de Santamaría consigue atraer a una parte de esos compromisarios tendría a su alcance la victoria. Si eso no se produce, deberá exprimir al máximo los territorios donde ha vencido para ceder el menor número de representantes al frente rival.

Bonig y los suyos todavía no han salvado los muebles

La dirección regional y las provinciales del PPCV dieron el jueves un paso importante para no quedar en evidencia y conseguir, al final de la carrera, salir reforzados de este envite. Ahora bien, todavía no han alcanzado su meta.

El resultado de Casado, un 38%, más el 14% de una Cospedal que ahora pretende apoyar al diputado palentino, evidencia que no existe un control del partido por parte de las distintas direcciones provinciales ni tampoco de la regional.

De hecho, si realmente lo hubiera, la diferencia habría sido mucho más alta tal y como ocurrió en Andalucía. Es más, un resultado en la Comunitat Valenciana como el de ese territorio incluso podría haber desactivado en España a Casado, dado que la diferencia entre los dos más votados podría haberse situado en más de 3.000 papeletas -no las 1.546 finales-  en el ámbito estatal, lo que hubiera complicado los argumentos del segundo clasificado para justificar su insistencia en la lucha por el liderazgo.

Así pues, la pelea por conseguir una mayoría más holgada en compromisarios por parte de la dirección de Bonig será enconada en los próximos días. Todo ello con el horizonte de poder realizar una ofrenda a Sáenz de Santamaría que le sirva para la victoria y, ya de paso, mejore la posición de los dirigentes valencianos que la respaldan.

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