El nuevo primer ministro británico necesita pragmatismo para cumplir su promesa de salida y restablecer la confianza en el Reino Unido
MADRID. En teoría, Boris Johnson tiene la oportunidad de salir del punto muerto en el que se encuentra el Brexit y, al hacerlo, también puede eliminar parte de la incertidumbre que ha pesado sobre la economía, enturbiando las perspectivas de inversión. Solo con su influencia con elementos del campo proBrexit del Partido Conservador podría proporcionarle el favor de ciertos diputados de proBrexit que han votado en contra del acuerdo de Theresa May hasta la fecha.
Si bien Johnson ha sonado decidido en su campaña para liderar el Partido Conservador, hay pocos indicios de que pueda darse un avance inmediato en las conversaciones para la ejecución del Brexit, al menos en términos de un acuerdo que pueda ser aceptable simultáneamente tanto para la UE como para el Parlamento del Reino Unido.
La aritmética parlamentaria del Reino Unido no ha cambiado. Es difícil imaginar cómo Johnson podría conseguir que se aprobara un Brexit sin acuerdo en el Parlamento o que se prorrogara (es decir, que se suspendiera) el Parlamento del Reino Unido para forzar esta posición. Al mismo tiempo, encontrar una mayoría en el parlamento para una versión modestamente reempaquetada del Acuerdo de Salida de Theresa May para asegurar una salida ordenada a corto plazo no será tarea fácil antes de la fecha límite de finales de octubre, aunque técnicamente no sea imposible.
A la espalda de muchos diputados que están a favor de Brexit está el reconocimiento de que un enfoque de 'Brexit a toda costa 'en los próximos tres meses podría traer consigo las mismas condiciones -tales como el fracaso de las negociaciones con la UE o unas elecciones generales anticipadas-, que podrían detener el Brexit por completo.
Sobre la mesa está sobre la mesa otra ampliación del Artículo 50. Incluso si se aprobara un acuerdo en el Parlamento poco antes del 31 de octubre, podría ser necesaria otra prórroga para completar los preparativos legislativos y legales del Reino Unido para salir de la UE. Sin embargo, tanto si se puede llegar a un acuerdo aceptable antes del 31 de octubre como si no, cuanto más tiempo permanezca el Reino Unido en la UE a través de las extensiones del artículo 50, más probable es que no veamos ningún tipo de Brexit en absoluto, en lugar de un Brexit blando, siendo este último la expectativa que mantenemos desde el principio del proceso. El mandato ciudadano del referéndum de 2016 se atenúa con el tiempo. Las encuestas de opinión desde mediados de 2017 han mostrado una mayoría a favor de permanecer en la UE.
Además del Brexit, una de las principales tareas del primer ministro Johnson será reconstruir el apoyo al Partido Conservador tras su desastroso desempeño en las elecciones europeas de mayo, por lo que la campaña promete un aumento del gasto público. El Reino Unido tiene cierto margen de maniobra fiscal, con un déficit presupuestario de sólo un poco más del 1% del PIB en este ejercicio fiscal 2019-20 -pero como indican nuestras perspectivas sobre las calificaciones soberanas 'AA' del Reino Unido-, este margen de maniobra fiscal dista mucho de ser ilimitado.
Dennis Shen es analista de Scope Ratings