La película Wall Street, visitar la city londinense y su madre encaminaron a los mercados financieros la vida laboral de esta aficionada al boxing y al body balance
VALÈNCIA.- Eva Zaragozá Laguarda (Meliana, 1973) no sabía lo que eran los mercados financieros pero recuerda cómo escuchaba a su madre —ama de casa— hablando por teléfono con su gestor bancario. «Estaba charlando con ella en la cocina, la televisión encendida, hablaban de alguna cotizada y de repente se iba, la escuchabas cómo llamaba y daba instrucciones para que comprara o vendiera tal o cual acción. Y no lo hacía mal porque casi siempre acertaba», rememora ante Plaza esta aficionada al boxing y al body balance, que practica deporte desde los cinco años cuando se inició en la gimnasia rítmica. «Me oxigena la cabeza una barbaridad», revela.
El gusanillo por los mercados financieros le picó cuando llegó a Londres en 1996, al ver los edificios de la city, observar la gente andando por la calle con su bolsa del lunch o su café take away en la mano, hablando por el móvil... «Aquel dinamismo me encantó, aunque tengo que reconocer que años antes la película Wall Street ya me sedujo en cierto modo porque era una locura ver cómo se cerraban las operaciones a ese ritmo tan frenético; no tenía ni idea de qué era aquello».
Diplomada en Ciencias Empresariales por la Universitat de València, posgrado en Dirección Financiera por la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF) y Máster en Ciencias Financieras (MSc Finance) por el Birkbeck College de la University of London —con sobresaliente en la tesina— su vida es un continuo viajar. No en vano, es la directora de Desarrollo de Negocio de la gestora value alemana Acatis Investment en España, Portugal, Italia y Reino Unido desde 2014.
«Gestiono mi día a día como cualquier otra persona, intentando llegar a todo; abrir un mercado requiere tiempo; empezar desde cero en un mundo tan competitivo con tantas gestoras y donde no te conoce nadie no es tarea fácil pero tiene su recompensa, hay grandes profesionales en el mundo institucional que están dispuestos a escuchar, quieren estar al corriente de lo que ofrece el mercado y esa inquietud sana de los selectores por conocer lo desconocido es muy gratificante. Hay que respetar los tiempos de cada uno; llega un momento en el que depositan la confianza en la gestora, empiezan a invertir en tus fondos y eso te anima a abrir nuevos mercados, pero habrá un día que tendré que parar».
Preguntada por la recomendación que le daría a una joven universitaria que quiera trabajar en los mercados, su respuesta es tajante: «Que no lo dude ni un segundo, pero que se forme muy bien, como persona y como profesional y no dude en coger la maleta para salir de su zona de confort». Un mensaje que le inculcó su madre desde pequeña fue que «con orden y disciplina puedes llegar a cualquier parte sin temor alguno». Respecto a salir fuera para labrarse un futuro, comenta que no entiende «cómo en España hay padres que buscan lo mejor para sus hijos, los mandan fuera a estudiar, los llevan a colegios bilingües pero luego se rasgan las vestiduras porque no trabajan en su país de origen. ¿Para qué darles una educación global si quieres que piensen y actúen de manera local? Hay que perder el miedo a lo desconocido; si lo hiciéramos no pensaríamos en quedarnos en la zona de confort. No hay nada malo en movermos por el mundo, conocer otras culturas y desarrollar la capacidad de adaptación que todos tenemos aunque no lo creamos».
Después de trabajar en varias compañías, entre otras BBVA en Londres o Astroc Mediterráneo en València, firma en 2014 con la gestora de fondos de inversión alemana Acatis Investment. «Yo trabajaba para varias gestoras y con el paso del tiempo la afinidad con Acatis fue a más; sin darme cuenta se había ido creando una serie de sinergias y esto en un momento concreto resultó en mi incorporación al equipo de ventas institucionales», comenta.
«Hay grandes profesionales en el mundo institucional que sí están dispuestos a escuchar»
Formó parte del histórico club de bolsa de la Facultad de Economía de València (CIMAV) del que tiene «recuerdos muy buenos y sigo en contacto con algunos de los que estábamos en ese momento. Sería una pena que estos clubs de bolsa desaparecieran». No le falta razón porque no solo eran una especie de ‘cantera’ sino que potenciaban la cultura financiera.
Zaragozá reconoce que «el problema no radica en la falta de cultura financiera sino en la falta de inquietud por tener cultura financiera. No soy odontóloga pero sé lo que es una caries. A veces tengo la sensación de vivir en un país donde se premia la mediocridad y donde está mal vista la búsqueda de la excelencia». Como también recuerda: «Dejé mi puesto en BBVA para centrarme en los exámenes finales del Máster, buscaba la excelencia en la tesina, escribí un código JAVA para calcular matrices de transición con datos de Moodys. Las clavé, eran exactamente iguales, me pusieron un sobresaliente, fui a dar las gracias a mis mentores, William Perrauding y Steve Satchell y me dijeron ‘it’s a very well deserved distinction’. Esa búsqueda de la excelencia me ha abierto muchas puertas».
VALENCIA.- No sabe cómo acabará el Brexit pero Eva Zaragozá anhela que la ‘desconexión’ de Reino Unido de la Unión Europea sea buena para ambas partes porque de lo contrario «se perderá la magia, el dinamismo de la ciudad y puestos de trabajo; conozco bien Londres, he vivido allí muchos años y nada sería lo mismo». Lo que tiene claro es que no se perderá el capital humano ante la Inteligencia Artificial, pues considera que será un ‘arma’ que permitirá «acabar con la mediocridad».
* Esta entrevista se publicó originalmente en el número 46 de la revista Plaza