VALÈNCIA. La disputa entre los dos socios de gobierno en el Ayuntamiento de València, Compromís y PSPV, sobre el desarrollo del PAI de Benimaclet empieza a amainar después de las palabras gruesas escritas por unos y otros durante este martes. La vicealcaldesa y edil de Urbanismo, la socialista Sandra Gómez, aseveró este miércoles que estaría dispuesta a que fuera el Ayuntamiento de València el encargado de elaborar el planeamiento urbanístico de esta zona y no la promotora constituida en Agrupación de Interés Urbanístico, Metrovacesa.
Esta era precisamente una de las cuestiones que planteaba Compromís en su listado de exigencias. "A nosotros nos gustaría, y pensamos que es hacia donde debemos ir, que como plantea la ley de urbanismo como primera opción, los PAI los haga el Ayuntamiento", señalaba el alcalde de la ciudad y dirigente de la coalición valencianista, Joan Ribó. El primer edil argumentaba que si se hace por esta vía, "es más fácil atender las necesidades públicas y de los vecinos antes que los intereses privados".
Este miércoles volvió a reiterar su intención de que este PAI lo haga el consistorio directamente o a través de la empresa municipal Aumsa. "Estamos delante de una forma de hacer el urbanismo", agregó, para abogar más tarde por evitar el urbanismo hecho "de la mano de empresas privadas durante 24 años" con el PP. "Tenemos que pasar a otro tipo de urbanismo. La ley plantea prioritariamente un urbanismo público, hecho públicamente y dialogado con las personas de los barrios", comentó al respecto.
Sobre ello, la concejala de Urbanismo aseveró en una entrevista concedida a Plaza Radio que, "si esa es la discrepancia, la podemos cerrar hoy". "El modelo lo puede desarrollar tanto la Agrupación de Interés Urbanístico como el propio Ayuntamiento", explicó Gómez durante la entrevista: "Lo podemos desarrollar nosotros como Ayuntamiento; de hecho, así lo he propuesto en distintas ocasiones en el seno del gobierno".
Sin embargo, aunque esto sea uno de los puntos de discrepancia, ambas partes saben que no es ni de lejos el fondo de la cuestión, donde los dos socios mantienen todavía grandes diferencias y que, pese a haber estado negociando en los últimos meses, no se han superado. Precisamente por ello, en Compromís manifestaron su "sorpresa" por el hecho de que Gómez hiciera una rueda de prensa anunciando unos criterios para desarrollar este suelo, dado que, subrayaron, no había nada acordado al respecto.
La principal diferencia es la edificabilidad. La directriz que fijó Gómez a la constructora para el nuevo proyecto de PAI mantiene la edificabilidad de los propietarios privados, dentro de la cual se cambia suelo residencial -de 1.345 previstas por Metrovacesa, quedarían en 1.000- por suelo terciario para empresas de alto valor añadido. En la coalición valencianista, sólo el hecho de mantener la edificabilidad ya se considera una "cesión" a los intereses de la promotora y buscan rebajarla aunque ello suponga rebajar las cargas urbanísticas.
El otro punto de conflicto pasa por la participación vecinal. Para el desarrollo de esta zona de Benimaclet ya se organizó un proceso de participación vecinal el pasado mandato, cuando el edil de Urbanismo era Vicent Sarrià, y buena parte de las reivindicaciones vecinales fueron incluidas dentro del proyecto elaborado por Metrovacesa. Sin embargo, una de las peticiones vecinales también era bajar la edificabilidad, algo que no se incluyó finalmente, según explican representantes de los colectivos vecinales. Por ello tanto las asociaciones como Compromís piden un nuevo proceso donde se recoja esta posibilidad.
Compromís criticó la actitud de Gómez por su "unilateralidad" y exigió, por ello, la convocatoria de una comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno, el acuerdo del Rialto, algo que los socialistas, aunque no rechazaron contundentemente, sí cuestionaron la adecuación de esta reunión en un contexto en el que hay que centrar la atención en la pandemia de coronavirus. "Nadie entendería convocar una reunión de urgencia para hablar de otras cosas" distintas a la crisis sanitaria, según Gómez, quien insistió en que no se daría "una buena imagen" a la ciudadanía al estar "batallando y peleándonos por otras cosas" y montando "una crisis de gobierno" en este momento.