La diputada del PSPV en las Corts Ana Barceló ha desvelado este martes que la Conselleria de Gobernación gastó entre junio de 2011 y junio de 2014 "nada más y nada menos" que 130.000 euros en servicios de fotografía y vídeo que fueron fraccionados en 274 facturas, algunas de las cuales coinciden en cantidades, creando "un sistema organizado para evitar los controles de la caja fija".
Así lo ha señalado Barceló en una rueda de prensa en las Corts tras acceder a esta documentación sobre los gastos de la caja fija, que, según ha recordado, "da mucho que hablar" porque sirve "igual para un descosido que para un roto" y ha sido usada "de forma arbitraria", sin controles "hasta que llegó Gürtel".
Además, ha indicado que en este caso las facturas ascienden a "22 millones de las antiguas pesetas" en cuatro años por los servicios de dos profesionales autónomos y que, entiende la diputada, se corresponden con "la filosofía del PP, al que le preocupa tanto su imagen".
Ha detallado que se pagaron mediante un mecanismo creado "ad-hoc" y que contempla el fraccionamiento en 274 facturas, cuando si se hubiera sacado a concurso este servicio "habría tenido muchas ofertas de profesionales" y probablemente "se hubiera ahorrado mucho".
Además, Barceló ha indicado que estas facturas se cargaron a diferentes cajas, correspondientes por ejemplo a la prevención y extinción de incendios, el desarrollo autonómico o seguridad pública, "donde les interesó", ha dicho, y "hay coincidencia en cantidades", varias facturas "por lo mismo" y cargadas a distintas direcciones.
Ha agregado que estos dos profesionales no trabajaron exclusivamente para Gobernación, sino también para otras consellerias como la de Sanidad, por ejemplo, y ha apuntado, al ser preguntada por las facturas coincidentes en importe, que vislumbra, a título personal, "que algunos trabajos no se hicieron para la Conselleria".
Ante esta situación, ha proseguido la diputada, van a pedir toda la información sobre el trabajo realizado y el material producido, para ver si se puede incorporar como archivo audiovisual y no "tirar a la basura" esos 130.000 euros.
Hay que ver el asunto ese de las cajas fijas de las que se abonan desde cafés de un euro, chocolates con churros e incluso cursos de formación. Aquí siempre pagamos los mismos.