Se espera que Ferraz opte por un macromítin único de carácter nacional
VALENCIA. La cuenta atrás para una reedición de las elecciones generales avanza sin que ninguno de los implicados en la negociación tenga una fórmula para desatascar la situación. Así, a falta de tres días para que el Rey vuelva a activar las consultas con los líderes, los obstáculos para alcanzar una vía de solución se antojan difícilmente salvables. Con este escenario, en el seno de los partidos ya se empieza a trabajar con la premisa de que los comicios podrían repetirse el día 26 de junio.
Huelga decir que ninguno de los partidos implicados tiene el menor deseo e ilusión de volver a medirse en las urnas. Una actitud que se multiplica en las direcciones autonómicas de las formaciones políticas: carteles, mailing, actos, listas, movilización, recolección de apoderados, interventores... la enorme exigencia de un evento de estas características obliga a un desgaste tanto a los cargos orgánicos como a las bases de los partidos. Una circunstancia que se agrava en regiones como la valenciana puesto que ya afrontó además los comicios autonómicos y locales el pasado año.
Es por ello que el PSPV, al menos así lo apuntan fuentes de su dirección, no tiene intención de prestarse a organizar un acto de gran envergadura en Valencia para el probable candidato Pedro Sánchez. Cabe recordar que, precisamente el mitin celebrado en la Fonteta de San Luís de cara a las generales y que contó con la asistencia de más de 8.000 personas, fue el de mayor tamaño que el PSOE abordó en toda la campaña. De esta manera, los socialistas valencianos cumplieron dignamente con lo solicitado por Ferraz, al margen de que posteriormente la alianza Compromís-Podemos reventara días después el mismo recinto incluso dejando fuera del mitin a unas mil personas.
Ahora bien, ha llovido mucho desde entonces. La distancia entre la dirección federal del partido y la cúpula de Blanquerías, sede del PSPV, se ha hecho notable: la última visita de Sánchez a Valencia evidenció que la sintonía entre el aspirante a presidir el Gobierno y el jefe del Consell, Ximo Puig, era muy débil. Es más, el líder de los socialistas valencianos tiene en una de sus principales aliadas en el partido a su homóloga andaluza, Susana Díaz, quien no ha vacilado en numerosas ocasiones en enmendarle la plana a Sánchez públicamente.
Además, cabe recordar que el presidente de la Generalitat ha llegado a comentar que si los protagonistas de las negociaciones no son capaces de llegar a un acuerdo, no deberían repetir -ninguno de los cuatro- como candidatos. Unas palabras que suscribió posteriormente la vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra.
Con estos mimbres, y aunque desde el PSPV aseguran que su posición de cara a la nueva campaña no está directamente relacionada con la brecha existente con Sánchez, la estrategia de Blanquerías de cara a unos nuevos comicios pasa por buscar un perfil bajo en la misma y huir de actos excesivamente multitudinarios.
En este sentido, las citadas fuentes apuntan a que desde la dirección federal del partido debería estudiarse la opción de hacer un solo macromitin "quizá en Madrid" al que se acudiera desde todas las partes de España. Por lo que respecta a la Comunitat Valenciana, al menos el PSPV no parece más que dispuesto a cumplir con corrección el expediente evitando posibles fiascos.