VALÈNCIA. El discreto encanto del coleccionismo de obra artística en papel vive un interesante momento, tanto en lo que respecta a arte contemporáneo como antiguo y en sus más diversas técnicas: dibujo, grabado, serigrafía, collage, libro, fotografía y ese universo que es la memorabilia sobre papel cuyo contenido puede ser infinito. El papel admite muchas formas de almacenamiento, una cantidad de obra puede ocupar un espacio limitado, y no siempre estas han de estar expuestas, de hecho, se recomienda la rotación de las mismas, para una mejor conservación, lo que permite acaparar más obras. No quiero hablar de modas pues estas son pasajeras y cada vez más efímeras. Prefiero hablar de tendencia, y es claro que en los últimos años hay una clara tendencia al coleccionismo sobre papel. Existe una nueva valoración y reconocimiento de la maestría que está detrás de los buenos grabados y va calando la idea de que tras una obra en papel hay una conversación directa y espontánea con el artista, sin enmascaramientos. Tras el papel, la figura, en ocasiones gigante, y el talento del artista que se nos muestra más cercano e íntimo.
Y este alegato lo traigo este domingo porque, todo aquel que se encuentre entre la atracción y la fascinación, entre el mero disfrute y el coleccionismo, incluso todos aquellos que quieran saber más, y adentrarse en este mundo que no tiene fin, entre los días 25 al 28 de mayo, en los espacios de RuzafaStudio que están situados en pleno barrio de Ruzafa, concretamente en la Calle Pedro III el Grande 11, se nos convoca para la tercera edición de PAPER, la feria dedicada al arte plástico sobre este soporte, así como a la poesía y su edición. Paper está dirigida por Victor Segrelles y organizada por la FUNDACIÓN EL SECRETO DE LA FILANTROPÍA, ELCA Contenidos y la editorial BANDA LEGENDARIA y puedo decir, sin miedo a equivocarme, que se trata de un certamen único en España, por ceñirse a producción artística únicamente sobre papel, un soporte que ha recorrido prácticamente todas las épocas. Hoy en día el papel está más vivo y más presente, paradójicamente a pesar de inteligencias artificiales y pantallas pixeladas o mejor, quizás esa presencia se deba, de forma inconsciente, como una respuesta, como un “golpe de realidad” y reivindicación de un “mundo de ayer” que parece que en este presente fugaz y desconcertante se nos escurre de entre las manos.
Hablar de Paper es hacerlo de altruismo, porque altruista es la iniciativa y la financiación del proyecto, por tanto, es exclusivamente privada a través de un programa de mecenazgo y patrocinio que canaliza la Fundación El Secreto de la Filantropía (un “secreto” sobre el que la propia fundación trabaja para que cada vez lo sea menos). No puedo dejar de mencionar, en casos como este, que la participación a título de mecenas en esta clase de iniciativas reporta al “filántropo”, que podemos ser cualquiera de nosotros, unos estimulantes y en buena parte desconocidos por la gran mayoría, incentivos fiscales para los donantes por muy humildes que sean las aportaciones. Ello da lugar a que los profesionales que acuden a la feria puedan ser invitados por la organización, sin coste para ellos. En unos tiempos en los que la financiación pública es cada vez más complicada y la tendencia va a ser a que esta participación sea cada vez menor, la participación privada está llamada a ocupar un papel protagonista en los proyectos culturales en un futuro próximo. Un respaldo necesario para un sector y un mercado del que viven numerosos numerosos profesionales. Además, estos eventos son un acicate para activar el coleccionismo de obras de arte, en el caso que nos ocupa, sobre papel.
En el Salón se va a exhibir obras de arte y ediciones bibliográficas y es una reivindicación, ahora más que nunca, de un formato, el papel, infalible para su propósito y que no ha encontrado nada que lo supere. Una reivindicación del objeto físico frente a lo inmaterial de todo lo que tiene que ver con lo digital.
Es deseable que tras esta tercera edición se ponga sobre la mesa posibilidad de pensar a lo grande y convertir Paper en la gran cita española anual del papel, invitando a participar a un mayor número de profesionales y empresas de los sectores afectados. Esperemos, por la parte que me toca, que en futuras ediciones se de entrada también al fascinante mundo del "papel “histórico”, del siglo XX y anteriores, un sector que en nuestro país trabajan excelentes profesionales. No olvidemos que la importancia del papel precisamente en València no es algo que nos lo tengamos que inventar pues es muy probable que la primera imprenta en España estuviera situada en València, junto al Portal de Valldigna, inaugurada por el alemán Jacobo Vizlant y Lambert Palmar, en ese mismo taller editó en 1474 la primera obra literaria de España: “Obres e trobes en lahors de la Verge Maria”. Este no fue un hecho aislado y a finales del siglo XV se hablaba de València como el primer centro editorial de España con más de treinta impresores trabajando en nuestra ciudad. No es casual entonces que desde 1987, en El Puig exista el único Museo de la Imprenta y de la Obra Gráfica de España.
En esta ocasión, las galerías de arte invitadas merecen poca presentación: Ana Serratosa (València), Gabinete de dibujos (València), Jorge López (València), Rafael Ortiz (Sevilla y Madrid), Set Espai d’Art (València) y Siboney (Santander), y los artistas son nombres propios de la talla de Jordi Teixidor, Juan Uslé, José María Baez, Bernardí Roig, Teresa Moro, Manuel Vilariño, Sergio Barrera, Nieves Torralba o Roberto Molla.
Por lo que respecta a las editoriales no quiero dejarme ninguna: Pre-Textos, Banda Legendaria, Contrabando, La Documental, Nostromo, Edicions del Buc y Pruna Llibres, así como la barcelonesa Chiquita Ediciones. Los “proyectos” sobre arte y poesía serán: 30 segundos / Manuel Sáez y Textos (Voces) / Homenaje a Julio Bosque, presentados respectivamente por las editoriales Elca y Banda Legendaria, dos de las entidades organizadoras; y Pedres filosofals / Isabel Banal,