Posado de Jesús Ger durante una exposiciónVALÈNCIA. Jorge Peris, uno de los hombres de confianza de Jesús Ger al frente de Marina d'Or, desgranó recientemente en un reportaje emitido por La Sexta el batacazo de la enseña durante la crisis. Lo hizo con una franqueza inusitada: "Pasamos de escriturar 2.000 viviendas al año a solo cien, de vender hasta 50 viviendas en una semana a llegar a caer a cero", detalló.
Miles de pisos vacíos sin mercado en el horizonte, decenas de edificios por terminar, una basta red de 100 oficinas de venta y 600 comerciales de brazos cruzados... el pinchazo de la burbuja inmobiliaria fue más bien un estallido en la popular ciudad de vacaciones, y con una deuda de "cientos de millones de euros" la sociedad inmobiliaria del empresario -(Comercializadora Mediterránea de Vivienda -Comervi-) se amparó en el concurso voluntario de acreedores en abril de 2014.
No fueron pocos los que auguraron el peor de los finales para el emporio de Ger, que también ha sufrido durante los últimos años varios desengaños con diferentes inversores en sus intentos de rescatar el megalómano proyecto de Marina d'Or Golf -tumbado el año pasado por el Tribunal Supremo-.
Y por si fuera poco, la Sareb lanzó una dura ofensiva judicial contra Comervi al considerar que sacó de la inmobiliaria precisamente los terrenos de Marina d'Or Golf y que estos deberían formar parte del concurso -un asunto que todavía sigue su curso en los tribunales-.
Pero ni siquiera tales escollos han logrado abatir al empresario, que trata de resurgir en el presente 2017. Además de la bocanada de oxígeno que la recuperación económica ha insuflado en la ciudad de vacaciones, cuyo el negocio hotelero fue en su día salvaguardado de las turbulencias inmobiliarias, parece que hasta el ladrillo le vuelve sonreír a Marina d'Or.
Tal y como revelaban las últimas cuentas de Comervi, la firma de vivienda tiene previsto salir del concurso este mismo año. "Se contempla la firma de un convenio con los acreedores, con su correspondiente quita, que haga viable la continuidad de la sociedad dominante y del grupo", rezaba la memoria de la firma, que añadía que "para el ejercicio 2017 está prevista la celebración de la Junta de Acreedores y la aprobación del convenio".
A la espera de que se produzca tal hito, Comervi ya ha llegado a un acuerdo con la Agencia Tributaria para la refinanciación de un pasivo de 42,4 millones de euros. El pacto contempla el fraccionamiento del importe en cuotas mensuales a intereses de mercado hasta el año 2021.
Ambas partes comenzaron a aplicar esta fórmula en el pasado 2016, en el que la inmobiliaria de Marina d'Or pagó 5,4 millones de euros a la Agencia Tributaria. Hasta el mes de junio de este año, fecha en la que se cerró el balance de 2016, Comervi había pagado otros 5,1 millones de euros al fisco -todo un buen precedente para la firma del convenio con el resto de acreedores-.
Y cómo no: la guinda a un año para el optimismo ha sido el desembarco de Jesús Ger en el negocio hostelero de la capital del Turia. "Queremos 30 restaurantes en València para desestacionalizar el negocio de Marina d'Or", explicó el propio empresario a Valencia Plaza.
Entre los restaurantes ya adquiridos se encuentran la taberna Finnegan's of Dublin, situada en la Plaza de la Reina; la arrocería La Valenciana, ubicada en el número 12 de la calle Juristas; o el restaurante Gula, radicado en el 27 de la Avenida Blasco Ibáñez. Además, fuentes del sector inmobiliario también atribuyen la compra de los restaurantes La Rosa Negra, en la plaza de Honduras; y Taco Chef, en Benimaclet.
Esta última iniciativa del empresario denota un resurgir realista, lejana a su ostentosa hoja de ruta de hace una década. Pero cabe recordar que se trata de Jesús Ger, el hombre que llegó a Oropesa vendiendo televisores y acabó construyendo de la nada una ciudad de tres millones de metros cuadrados en primera línea de playa.
