VALÈNCIA. La apertura de la Línea 10 de Metrovalencia la pasada primavera ha puesto en el mapa una nueva parada: Moreras. Allí, en el resquicio entre el Oceanografic y el centro del barrio de Nazaret, superando las vías del tren de Serrería, se erigen progresivamente nuevas promociones de vivienda que, poco a poco, van colmatando la ciudad por este extremo.
El sector de Moreras, con más de 300.000 metros cuadrados de superficie, pretendía constituir la conexión entre el núcleo urbano de València y Nazaret. Sin embargo, fue uno de los espacios que experimentaron el impacto del estallido de la burbuja inmobiliaria al tratarse de una zona de nuevo desarrollo: apenas se llegó a completar una de las torres previstas, la conocida como Torre Oceanis, con 115 viviendas y casi 1.600 metros cuadrados de uso terciario.
Superada la gran crisis, y con el desarrollo de la nueva conexión en metro tantas veces anunciada por la Generalitat Valenciana y hecha realidad en mayo, el enclave volvió a atraer la mirada del sector, que ahora vive su propio resurgir: once promociones de vivienda nueva ya se han acabado y otras 13 se encuentran en proceso de ejecución, según datos de la concejalía de Urbanismo, que dirige Sandra Gómez.
Firmas como Altamira -la inmobiliaria del Banco Santander-, Metrovacesa o Solvia -antigua división inmobiliaria del Banco Sabadell-, entre otras, son algunas de las promotoras implicadas en este desarrollo que ya cuenta con 638 viviendas construidas, donde también participa la empresa pública municipal Aumsa. Del total, 438 inmuebles son viviendas libres, mientras que otras 200 son protegidas.
La firma pública tiene en marcha un programa de construcción de vivienda pública para toda la ciudad y, pese a avanzar a pequeños pasos, Gómez espera que estén construidas o en marcha todas las promociones en el mes de mayo. En el barrio de Moreras, Aumsa tiene cinco promociones proyectadas, de las cuales ha finalizado una con 11 pisos. Además, en la actualidad, otras promociones siguen levantándose progresivamente.
Concretamente, 540 viviendas están en marcha, bien pendientes de que se les otorgue la licencia para empezar con la construcción, bien con las máquinas trabajando ya sobre el terreno. De ellas, más de la mitad -221 inmuebles- corresponden a la firma pública. Y el resto, a promotoras privadas entre las que destacarían, por ejemplo, promociones de Metrovacesa de 155 viviendas y 66 en la calle Suiza y Llauradors respectivamente, u otra de 64 viviendas de Solvia en la calle Quatretonda.
Asimismo, el barrio cuenta con más de 12.400 metros cuadrados de terciario, entre los que se incluyen los que ocupa el hospital de traumatología IMSKE o las oficinas de MSC así como 38 locales comerciales. Cafeterías, comercios y hasta una escuela de danza ya se han implantado allí.
En total, el sector puede llegar a albergar 1.857 viviendas y dos tercios del total -1.178 pisos- ya están en ejecución, con la licencia solicitada o ya efectivamente construidas. Por lo que quedaría poner en marcha el otro tercio del pastel inmobiliario del PAI de Moreras, repartido en otras 25 parcelas que continúan paradas, según los datos ofrecidos por la concejalía.
Con todo, la edil de Urbanismo considera que, a día de hoy "Moreras ya no es un barrio fantasma sino un nuevo barrio de València con vecinos y vecinas, tejido comercial y actividad empresarial", y recuerda que el gobierno municipal de izquierdas desde 2015 "se fijó como prioridad, de la mano de los socialistas, de recuperar todos los espacios urbanizables de la ciudad para incrementar el parque de vivienda y dar respuesta a una de las principales reivindicaciones de la ciudadanía: el acceso a la vivienda".
En ese sentido, la también presidenta de Aumsa recalca el trabajo hecho desde la empresa pública para el desarrollo del sector, con las cinco promociones previstas "para rescatar al barrio del abandono y la degradación" que se extendió tras la burbuja inmobiliaria y "con las políticas del PP". Y destaca la reconexión del barrio con el resto de la ciudad mediante la L10 estrenada este año por la Generalitat Valenciana. "Una infraestructura que, por cierto, el PP también abandonó", subraya Gómez.
El barrio, además, dispone de los 58.300 metros cuadrados de parque que ya está operativo, 31.190 metros cuadrados de áreas peatonales y 16.204 metros cuadrados en las diferentes áreas ajardinadas repartidas por sus calles. Y paralelamente, el área de Desarrollo y Renovación Urbana ha iniciado el concurso de ideas para diseñar el Parque de Desembocadura, el proyecto que pondrá el broche final al jardín del Turia y que tendrá un impacto directo en Moreras.