VALÈNCIA. (EFE). El restaurante Riff de València reabrirá mañana sus puertas tras permanecer cerca de un mes cerrado al público después de la intoxicación alimentaria que afectó a 31 clientes, uno de los cuales, una mujer de 46 años, falleció en su domicilio.
Fuentes del restaurante con una estrella Michelin han informado a EFE de que a partir de mañana "abrirán con normalidad" -en la web ya se pueden hacer las reservas correspondientes-, y también lo harán el domingo y el lunes, en plenas fiestas de Fallas.
El Riff cerró sus puertas tras la muerte de una mujer la madrugada del 17 de febrero, horas después de haber comido en el restaurante junto a su marido e hijo, que también sufrieron los síntomas de una posible toxiinfección alimentaria, de los que se recuperaron.
El restaurante también tuvo que cancelar las cenas especiales que tenía programadas con motivo del Valencia Culinary Festival, que se celebró del 25 de febrero al 10 de marzo.
La Conselleria de Sanidad abrió entonces una investigación y técnicos de este departamento de la Generalitat recogieron muestras de los alimentos, que fueron remitidas al Instituto Nacional de Toxicología, para determinar lo que causó la intoxicación y posterior muerte de la mujer.
Hasta el momento no se ha podido determinar si la causa de la intoxicación mortal en el restaurante fueron unas setas, procedentes de China y servidas al Riff por una empresa ubicada en Castilla y León.
Durante la investigación fueron entrevistados 137 comensales que comieron en el restaurante entre el 12 y el 16 de febrero, y todos los afectados, salvo la mujer fallecida en su domicilio, presentaron síntomas leves, principalmente vómitos, que evolucionaron de forma positiva.
Respecto al resultado de las muestras analizadas, fuentes sanitarias han informado a EFE de que no pueden ofrecer información al respecto ya que el caso está siendo llevado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia.
Hasta el momento, la Conselleria de Sanidad no ha podido determinar si la causa de la intoxicación mortal en ese restaurante fueron unas setas que se incluían en el menú degustación ya que se desconoce si el fallecimiento de la clienta fue o no por causa directa.
Por su parte, la directora general de Salud Pública, Ana María García, ha señalado que el cierre y la reapertura del restaurante Riff han sido "decisiones propias del local, no motivadas por ningún requerimiento sanitario".
"No se detecta ninguna irregularidad en las instalaciones o procedimientos de trabajo que requiriera la suspensión de actividad por parte de Sanidad", ha asegurado García.
En un comunicado, la directora general señala que en el momento inmediato a la sospecha del brote, la Conselleria de Sanidad realizó una inspección de seguridad alimentaria en el restaurante, aplicando la normativa al respecto.
"En esta inspección no se puso de manifiesto ninguna razón que requiriera al cierre del local", indica García, para añadir que la inspección "se repitió posteriormente, con idéntico resultado y no había deficiencias que impidieran el funcionamiento público del local".
Según García, los motivos para solicitar una suspensión de actividad en un local de restauración pública "están perfectamente determinados en la normativa (nacional, europea) y se aplican exactamente igual en todas las inspecciones y controles que realiza Sanidad en este ámbito, sean motivadas por la sospecha de un brote (como es en este caso) o realizadas regularmente en la programación de inspección de seguridad alimentaria por parte de Sanidad".