VALENCIA. FOTOGALERÍA
Un nuevo perfil profesional se hace necesario para cubrir la demanda del mercado, una cuestión en la que el sector educativo debe asumir su responsabilidad ineludible. Las líneas de trabajo pasan por una configuración adecuada de los grados y posgrados, el correcto incentivo de la vocación y el emprendimiento, así como la búsqueda de un profesorado actualizado. Los diferentes representantes del ámbito educativo coinciden en la necesidad del cambio, pese a diferir en el camino. Todos inciden, no obstante, en el trabajo que ya se viene realizando desde Universidades públicas y privadas.
Así se desprende del desayuno empresarial organizado por Valencia Plaza en el hotel SH Valencia Palace, en el que se han abordado cuestiones como la reforma educativa, la internacionalización, la competencia profesional o la integración del estudiante en el mundo de la empresa. Al acto han asistido Agustín Carrilero, director de Posgrado de ESIC Business Marketing School; José Manuel Amiguet, secretario general de la Universidad CEU Cardenal Herrera; Jaime Torres, director de la Escuela Superior de Arte y Tecnología ESAT; Amparo Gil, directora de Caxton Collage; Isabel Vázquez, vicerrectora de estudios de la Universitat de València; Miguel Ángel Moliner, vicerrector y catedrático de la Universidad Jaume I y Miguel Ángel Fernández, vicerrector de Estudios, Calidad y Acreditación de la Universitat Politècnica de València.
Entre los presentes también se encontraban María Teresa Ramos, directora de Centros Escolares del Grupo Sorrolla; Fernando Borrás, vicerrector de Planificación de la Universidad Miguel Hernández de Elche; Ricardo García, vicerrector general y de Planificación Estratégica de la Universidad Católica de Valencia; Victoria Gómez, directora de Florida Universitària; Nuria Grané, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Alicante; Juan Sapena, decano y director de INEDE Business School. La sesión ha estado moderada por el director del periódico, Javier Alfonso, y presentado por el presidente del grupo Ediciones Plaza, Enrique Lucas, quien ha abierto la conversación.
La sesión ha arrancado con un debate en torno a la última reforma universitaria, cuyo objetivo es que España se acerque cada vez más a Europa. La configuración de los estudios atendiendo a los años (los polémicos 3+2 o 4+1) ha centrado buena parte de la atención. Isabel Vázquez, vicerrectora de Estudios de la UV, no ha tardado en mostrarse contraria a “condensar las licenciaturas” en cuatro años. “Habría sido preferible configurar grados generalistas de tres y posgrados específicos de dos. Ahora los estudiantes están realmente confundidos”, ha argumentado. No obstante, Nuria Grané, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Alicante, ha defendido que en su momento se consideró que tenía sentido. “En tres años no daba tiempo a formar profesionales”, ha precisado.
En referencia a si este modelo obliga a cursar posgrados, varios integrantes de la mesa se han mostrado críticos con el precio de los estudios de Máster. Fernando Borrás, vicerrector de Planificación de la UMH, ha comparado la situación de la Comunitat Valenciana con la de Galicia. “Mientras allí han hecho la reforma sin subir los precios, aquí algunos han decidido que la educación sea más cara”, ha argumentado. Atribuye a esta circunstancia el hecho de que esté bajando el número de estudiantes: “Hay gente que no puede permitírselo”.
Miguel Ángel Fernández, vicerrector de Estudios, Calidad y Acreditación de la UPV, considera que el problema es el momento escogido. “Se suele decir que en tiempo de crisis, no hay que hacer mudanza. No es algo que se haya aplicado en nuestro caso. Nos hemos visto obligados a cambiar de marcha cuando todavía estábamos en velocidad de crucero y eso ha sido un error”, ha reflexionado. En este sentido, considera que el argumento de la internacionalización “es totalmente falso” y solamente puede venir “de alguien que desconoce el sistema o que está haciendo trampas directamente”.
También se ha puesto sobre la mesa la cuestión del numerus clausus, sistema que aboga por acotar el número de plazas de determinadas carreras para adecuarlo a la demanda del mercado. En opinión de María Teresa Ramos, directora de Centros Escolares del Grupo Sorrolla, se trata de una medida “muy limitante”. “Siempre pongo mi ejemplo: soy maestra, pero he terminado como directora general. Pensar que alguien que va a estudiar Medicina se dedicará a ser médico de la Seguridad Social es demasiado restrictivo”, argumenta. Se ha mostrado de acuerdo José Manuel Amiguet, secretario general de CEU-UCH: “Me parece muy cruel que el sistema le niegue la vocación a un estudiante”.
Esta polémica, que en ocasiones ha enfrentado a universidades públicas con privadas, por considerar las primeras que no era necesario que las segundas crearan más facultades en determinadas especialidades, se ha plasmado en el desayuno. “Debe existir libertad para que los alumnos decidan si ir a la Universidad pública o privada. Las privadas hacemos un papel importante, nos financiamos con recursos propios y tenemos fundaciones sin ánimo de lucro”, ha recordado Ricardo García, de la UCV.
“No tenemos estudiantes sobrecualificados, sino empresas… no sé ni cómo definirlo”, ha manifestado Fernández de modo contundente, para añadir: “Si queremos una sociedad que ponga paellas y hamacas, sobran todas las Universidades. Conforme estamos ahora, no podemos hablar de que nuestros Ingenieros se van al paro, porque el 40% están trabajando en el extranjero". Un planteamiento que ha refrendado Borrás: “Hacer un ingeniero cuesta 20 años. A 5.000 euros por año, invertimos 100.000. Y se los queda Angela Merkel”.
Amparo Gil, directora del Caxton College, ha incidido en la importancia de que los estudiantes “tengan tiempo para elegir su carrera”, tomándose incluso un año sabático entre el Bachiller y la Universidad al estilo anglosajón. Un planteamiento que ha apoyado Juan Sapena, de INEDE Business School, quien critica que queramos asociar los grados a trabajos asegurados, “cuando las profesiones de dentro de diez años todavía ni existen”. En palabras de Amiguet, “la vida conlleva incertidumbre, pero parece que las sociedades quieren vivir en la certeza del paso 1, paso 2, paso 3… Y eso es imposible”.
Es por ello que Miguel Ángel Moliner, vicerrector y catedrático de la UJI, habla de la necesidad de fomentar “el espíritu emprendedor” entre los alumnos, una responsabilidad “que deben asumir las universidades”. Ahora bien, Agustín Carrilero, director de Posgrado de ESIC, recuerda que el emprendimiento “no se basa únicamente en la idea feliz, sino también en como llevarla a cabo”. Así, Victoria Gómez, directora de Florida Universitària, remarca que “emprender es una actitud”, pero que deben ser los propios centros quienes creen laboratorios y sinergias entre las empresas y el alumnado para lograr su consecución.
Con respecto a la selección del profesorado, especialmente en el ámbito universitario, se ha debatido sobre si realmente existe una “endogamia” entre el personal de la comunidad. El vicerrector de Estudios, Calidad y Acreditación de la UPV ha asegurado que se trata de “un mito” y ha explicado que apostar por el personal formado en la propia institución “no es endogamia, sino una inversión”. Ahora bien, todos han criticado que en ocasiones primen los méritos académicos y la asistencia a congresos sobre la experiencia profesional. "En un Máster, el 70% de los profesores son doctores. ¿Pero por qué no antiguos trabajadores del sector?”, se preguntaba Amiguet.
Amaparo Gil, directora de Caxton College, aseguraba que la enseñanza en España, tanto en Primaria como en Secundaria, “tiene mucho camino por recorrer”. Hablaba de “la falta de creatividad y de espíritu crítico”, pero también de la escasa inmersión del inglés. En este sentido, Jaime Torres, director de la Escuela Superior de Arte y Tecnología ESAT, aseguraba que los idiomas “se estaban ofreciendo, pero no exigiendo, porque los alumnos aún deben perfeccionarlos”. Juan Sapena apostaba por potenciar la formación bilingüe. “Tenemos que empujar por el inglés, aunque la industria del doblaje se vaya al garete”, bromeaba.