VALENCIA. "Hoy se empieza a hacer realidad uno de mis sueños, nuestro sueño, que es hacer realidad que otros consigan los suyos”. El presidente de Mercadona, Juan Roig, inauguraba este jueves Marina de Empresas, el culmen que une las tres patas impulsadas por el empresario para crear compañías que creen empleo y riqueza. Edem, la escuela de negocios que aporta el aprendizaje, Lanzadera, que ayuda a los emprendedores a tirarse del barco, y Angels, quien facilita la inversión. "Aspiramos a hacer algo novedoso y único en España, unir estas tres cosas en una no lo ha hecho nadie”.
Este polo emprendedor, que quiere alzarse como referencia del Mediterráneo, ha supuesto una inversión de 30 millones de euros. Para Juan Roig, el emprendimiento es su actividad filantrópica. "Nosotros creemos que en estar vida hay que primero dar para luego recibir y como yo he recibido mucho de mi familia, de la empresa y de la sociedad, quiero impulsar, crear empresas, crear empresarios y crear ejecutivos para que éstos lo devuelvan a la sociedad”.
La sede de este ecosistema de emprendedores se enmarca dentro del compromiso del empresario por dejar un legado a la sociedad. La Marina de Empresas se ubica en la Marina Real Juan Carlos I, en tres antiguas bases de la Copa América, y cuenta con una superficie aproximada de 18.000 m2 construidos. Un total de 9.000 m2 se destinan a la escuela de empresarios EDEM, fundación sin ánimo de lucro cuyo patronato está formado por más de 27 empresas de reconocido prestigio que se ubica en la antigua base de BMW-Oracle. Su misión es la formación de empresarios, directivos y emprendedores, así como el fomento del liderazgo, el espíritu emprendedor y la cultura del esfuerzo.
En los restantes 9.000 metros cuadrados se sitúan Lanzadera, aceleradora de empresas que genera las condiciones necesarias para contribuir a que los emprendedores puedan crear empresas eficientes, que aporten valor a la sociedad e implanten un modelo empresarial sólido; y Angels, sociedad de inversión que invierte en líderes emprendedores para desarrollar empresas sostenibles. Ambos proyectos, ubicados en las antiguas bases de Shosholoza y +39, están impulsados con la implicación personal y capital privado del empresario valenciano Juan Roig.
FILATROPÍA Y LA CAÑA DE PESCAR
Para Roig la filantropía no pasa tanto por regalar, sino por prestar a los emprendedores una caña de pescar, para triunfar como él lo ha hecho, con el método Mercadona. Su apuesta emprendedora empezó en 1999 con la creación de la Cátedra Cultura Empresarial de la Universitat de València, a petición de un grupo de patronos, en la que Juan Roig participó como primer director académico y profesor del curso “Qui pot ser empresari?” para potenciar el espíritu emprendedor.
A ésta le siguió la creación de la Escuela de Empresarios (EDEM), una fundación que constituyó un grupo de miembros del lobby AVE. ¿Su modelo? La gestión de calidad total de la que el presidente de Mercadona habla en prácticamente todas las intervenciones, también este jueves. Su intención es que todas las empresas que salgan de este conglomerado transmitan estos valores que es "pensar mucho en el cliente, tratar muy bien a los trabajadores, a los proveedores, cumplir con la sociedad y ganar dinero para que se sostenga el sistema”. A esto se suma la cultura del esfuerzo que tanto prodiga y la buena relación entre los componentes de la cadena.
Juan Roig también da clases como profesor agregado a tiempo parcial de la asignatura Fundamento para la Dirección de Empresas de primero de Grado ADE para Emprendedores, un grado oficial adscrito a la Universitat de València. Su siguiente iniciativa personal en este sentido fue la creación en 2008 de un fondo de capital semilla Angels Capital. Su filosofía es hacer crecer al emprendedor para después vender la participación y obtener un beneficio.
Entonces fue cuando Juan Roig pensó qué podía hacer él por España y puso en marcha el proyecto Lanzadera, una aceleradora para ayudar a quién se lo merece. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de incubadoras ésta no invierte en las empresas que acoge en su sede durante casi un año, sino que les presta 200.000 euros a cada una para que empiece a funcionar. El dinero que prestan, y que ha ido subiendo edición tras edición para acoger a un mayor número de emprendedores, lo pone el empresario de su bolsillo a un interés bajo y con la esperanza de recuperarlo cuando la compañía se consolide, pero sin garantías personales ni hipotecas. Si la empresa fracasa el préstamos se pierde.
HACER UNA FÁBRICA DE EMPRESAS, EMPRESARIOS Y EJECUTIVOS
Ahora, su misión, "hacer una fábrica de empresas, empresarios y ejecutivos", aseguraba Roig en su presentación. "Si hay emprendedores, hay empresas, si hay empresas hay empleo y si hay empleo hay riqueza. Si hay riqueza, sabemos gestionarla y somos honrados hay bienestar. El bienestar depende del número de empresas de calidad que surjan en la Comunitat y en España".
Roig volvió a repetir su mantra: dar, pedir y exigir. "Nosotros creemos que en estar vida hay que primero dar para luego recibir y como yo he recibido mucho de mi familia, de la empresa y de la sociedad, quiero impulsar, crear empresas, crear empresarios y crear ejecutivos para que lo devuelvan a la sociedad". Eso sí, reconoce que los fracasos siempre están presentes.
"La Marina de Empresas va a ser una fábrica de empresas con éxito y con fracasos". Sin embargo ha apuntado que se trata de algo consustancial. "El emprendedor debe ser inconformista y radical por naturaleza. Un pez que nada a contracorriente aunque nadie te apoye".
"Queremos conseguir que Marina de Empresas sea el punto de referencia para llenarla de empresas, empresarios y ejecutivos que generen empresas”. "Las cosas solo ocurren si tú haces que pasen y siempre con honestidad, no todo vale. Hay que respetar los valores constantemente con el pago de impuestos que cada uno nos tocan pagar porque sino no habrán carreteras, sanidad, educación y formación para todo el mundo".
"Nosotros nos tenemos que apoyar en la Comunitat Valenciana que ha destacado su espíritu emprendedor", apuntaba, y recordaba que la región es puntera en sectores como el zapato, el textil o el automóvil, además de recordar que el turismo, a su parecer, es el más importante y el que más futuro tiene.