EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

El 'temible’ factor por el que podría subir el petróleo

16/05/2018 - 

VALÈNCIA. Desde el anuncio de la reanudación de sanciones por parte de EE UU a Irán el precio del petróleo ha dado un nuevo salto. Su incremento no solo tiene impacto inmediato en precios de productos derivados sino que, combinado con una escalada de tensiones políticas, puede cosechar un duro golpe a la economía mundial si termina ejerciendo presión inflacionista en precios y salarios. Y sino que se lo digan a los que vivieron in situ los efectos de la crisis petrolera en los años 70, cuando la inflación alcanzó niveles del ¡15%! en los países desarrollados.

No es cuestión de pintar aquí el diablo a la pared. No olvidemos que la tasa de inflación (IPC) actual en España se sitúa en el 1,1% (tasa interanual) y que venimos de una época de tipos extremadamente bajos. Aun así no es malo recordar que el otro extremo también existe. Si la vida nos ha llevado a vivir la época de tipos bajos no hay nada que impida que en un futuro se produzca justamente lo contrario.

Por todo ello y más que nunca tiene importancia la futura evolución del precio del ‘oro negro’ y las tensiones que se le quiere dar a su alrededor, con el foco puesto en las relaciones entre EE UU y su archienemigo Irán. Existen opiniones distintas en cuanto al impacto que provocaría la salida de la oferta mundial del petróleo iraní como consecuencia del boicot americano. Hoy por hoy cubre aproximadamente el 3% de la demanda mundial que a priori parece poca cosa. Finalmente también está por ver cuantos países deciden seguir las recomendaciones americanas en este asunto. Los expertos consideran que puede tardar 6 meses hasta ver un impacto real en precio y producción.


Los más optimistas consideran que la falta de producción iraní la cubriría el conglomerado de productores de la OPEC, organización muy ligada a los intereses de Arabia Saudí. El escollo aquí seria la situación en la que se encuentra este último país: en plena reforma de su modelo económico y con una factura en gastos sociales muy importante. Un aumento en precios le viene de fábula porque incrementaría los ingresos estatales para hacer frente a los retos antes mencionados. La duda sobre lo que haría en tal caso está muy justificada. ¿Serían capaces de tirarse un tiro en el propio? Poco probable en mi opinión.

Nos queda pues el otro gran beneficiado de la situación y no resulta sorprendente que justamente sea el país provocador de la situación: Estados Unidos. A los niveles de precio actuales resulta rentable la producción por fracking -última técnica muy desarrollada por EE UU para aumentar la extracción del subsuelo- con capacidad de aumentar producción y cubrir el hueco que dejaría Irán en un plazo relativamente corto, es decir, entre 6 y 12 meses.

Dicho todo esto, resulta bastante probable que la presión alcista en petróleo se mantenga al menos en el corto/medio plazo. Luego es cierto hay factores que hacen difícil pensar en niveles mucho más elevados: la cada vez mayor eficiencia energética, una todavía moderada presión sobre salarios y niveles de inflación hoy por hoy bajos o en niveles controlados.

No obstante, la evolución del petróleo desde siempre ha sido una historia muy particular con tintes de ‘ir bastante a su aire’. No podemos por lo tanto descartar en absoluto que siga un camino contrario a lo que espera la gran mayoría. Me apuesto algo a que ¡pronto lo sabremos!

Christian Dürr es responsable Asesoramiento Patrimonial en Ética Patrimonios EAFI

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