VALÈNCIA. La provincia de Valencia vive la peor catástrofe natural del último siglo. Ya son cerca de un centenar los fallecidos confirmados y muchas las personas que siguen desaparecidas, lo que agrava la tragedia. Pero también, son varios los estragos que ha causado este virulento temporal: municipios anegados e incomunicados y millones de daños y destrozos en la industria, el campo y el sector servicios.
En este sentido, desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) avisan de "pérdidas catastróficas de consecuencias incalculables" por las lluvias torrenciales, el pedrisco y el viento, en ocasiones extremas en forma de tornados. Aunque la organización remarca que todavía es pronto para evaluar la superficie afectada y el impacto económico en la agricultura y la ganadería, alerta de que "miles de hectáreas de cítricos, caquis, hortalizas, viñas y otros cultivos van a perder la cosecha de la presente campaña e, incluso, van a sufrir problemas irreparables por exceso de humedad que acabarán con la muerte de las plantaciones".
En cuanto a la ganadería, no descarta problemas serios para alimentar y dar de beber a los animales e, incluso, la muerte de ganado en cuyo caso sería necesaria una retirada inmediata de cadáveres para minimizar un posible problema de salud pública.
Las comarcas más castigadas son La Ribera Alta y Baixa, L'Horta, la Hoya de Buñol, Utiel-Requena, Camp de Túria y Los Serranos, donde se registraron históricas acumulaciones de agua por intensas precipitaciones y el desbordamiento de barrancos y ríos. En el interior, "la fuerza del agua arrancó miles de vides y otros cultivos que, por el contrario, venían de atravesar uno de los años hidrológicos más secos de la historia que había causado la muerte de plantaciones por déficit hídrico", señala la organización agraria.
Desde la Federación de Parques Empresariales de la Comunitat Valenciana (Fepeval), su presidente, Diego Romá, advierte de "daños significativos" en infraestructuras, zonas inundadas, vehículos arrastrados, cortes de suministro eléctrico y falta de cobertura de comunicaciones. En algunos puntos, como en Catarroja, Picanya o Quart de Poblet, asegura que el agua ha alcanzado hasta dos metros de altura, impidiendo que muchos trabajadores pudieran regresar a sus hogares.
En este sentido, explica a este diario que muchos parques están incomunicados, con calles anegadas y trabajadores que han tenido que pasar la noche en las naves industriales. Por ello, se está en contacto con la Dirección General de Industria y con los gerentes de parques empresariales de las áreas más afectadas como es el caso de Riba-roja, Aldaia, Alaquàs, Picanya, Quart de Poblet, Torrent, Catarroja, Silla, Beniparrell, Xirivella, Sedaví, Alfafar o Paiporta, tratando de establecer comunicación con algunos de ellos.
En todos los casos, los daños más significativos son en infraestructuras, zonas inundadas, vehículos arrastrados, cortes de suministro eléctrico y falta de cobertura de comunicaciones. En algunos puntos, como en Catarroja, Picanya o Quart de Poblet, el agua ha alcanzado hasta dos metros de altura, impidiendo que muchos trabajadores pudieran regresar a sus hogares. "Hay algunos sitios donde han caído las comunicaciones, no hay internet y no va bien el teléfono móvil. Entonces, todavía nos falta información", señalaba este miércoles Romá.
También el transporte sufre las consecuencias. En este sentido, más de 22.000 transportistas se han visto afectados por el cierre de los principales ejes de comunicación que conectan la Comunitat Valenciana con Madrid, así como el corredor Mediterráneo, debido a los "terribles efectos" ocasionados por la Dana, según
la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer).
De acuerdo con sus estimaciones, el número de transportistas afectados rondaría los 22.000 en total, aproximadamente unos 8.000 en la ruta València-Madrid y otros 14.000, en la mediterránea. Además, muchos se encuentran aún atrapados en la zona afectada, habiéndose visto obligadas las autoridades a desviarlos a diferentes polígonos industriales y áreas de servicio, hasta que se reabra la circulación y puedan continuar la marcha.
Por otro lado, ante la psicosis generada, las principales cadenas de supermercados e hipermercados de la Comunitat Valenciana han hecho un llamamiento a la calma y han pedido no hacer "acopio innecesario" ya que, según han asegurado, el suministro de productos está garantizado.
Así lo ha detallado este miércoles en un comunicado la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova), que cuenta entre sus asociados a las principales empresas de distribución alimentaria de la Comunitat Valenciana como MasyMas, Consum y Mercadona, entre otros. El comunicado también incluye a la organización Asedas -que aglutina a cadenas como DIA, Lidl y Aldi- y Anged, que cuenta con empresas de distribución alimentaria como Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Eroski y Costco.
Todas ellas han destacado que la estructura de la distribución alimentaria en la provincia de Valencia es "sólida" y garantiza el suministro de productos en sus tiendas en este contexto afectado por la Dana.
Eso sí, espacios como el Centro Comercial Bonaire en Aldaia permanece cerrado hasta que la actividad pueda desarrollarse con normalidad tras las inundaciones. Las fuertes lluvias producidas durante las últimas horas en la Comunitat Valenciana han provocado inundaciones en la planta baja del centro comercial, donde los equipos del centro siguen trabajando para garantizar la seguridad de clientes y empleados "en todo momento" y proporcionar "un espacio seguro y cubriendo sus necesidades".