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año de cambios

El termómetro de 2015: así les fue el año a 22 políticos valencianos

Mónica Oltra ha sido la política valenciana más 'on fire' durante 2015, un año que ha visto la explosión de Compromís, el cambio en el Consell con el socialista Ximo Puig al frente y la debacle del PP tras más de dos décadas de gobierno

31/12/2015 - 

VALENCIA. El 2015 ha sido un año de cambios. Tres procesos electorales han puesto a prueba a los referentes políticos valencianos: unas citas con las urnas que resolvieron un vuelco en la Generalitat, Diputación de Valencia y buena parte de los grandes ayuntamientos de la Comunitat. Unos acontecimientos que han sido claves para determinar en qué posición han quedado los diferentes dirigentes políticos.

En el termómetro elaborado por la redacción de Valencia Plaza, los protagonistas 'on fire' de la política valenciana, los que ocupan un puesto de calor  por haber cerrado un ejercicio positivo y con buenas perspectivas para 2016, son mayoritariamente los dirigentes que han protagonizado el cambio. Después, en una zona más templada, se encuentran políticos que han combinado un año de alegrías y decepciones.

En los puestos más fríos se sitúan aquellos que han visto disminuido su poder e influencia en este año o que, pese a disfrutar de puestos importantes, se encuentran en el ojo del huracán por distintas causas. Ya a cola, en blanco y negro, los referentes de la política valenciana que empezaron 2015 siendo poderosos o destacados y lo han terminado alejados de la primera línea. Para bien o para mal, estos son los 22 de los protagonistas del año de Valencia Plaza.

1.Mónica Oltra (Compromís). Referente de la coalición, empezó con buen pie el año siendo elegida como candidata a la Generalitat de la coalición. Las urnas ofrecieron un gran resultado a su formación, con 19 escaños, cerca del PSPV-PSOE de Ximo Puig, que consiguió 24 diputados. Una cifra que no le permitió ser presidenta, cediendo tras arduas negociaciones y convirtiéndose en la número dos del Consell. Posteriormente, Oltra fue la gran valedora del pacto con Podemos para las elecciones generales, un acuerdo que causó fuertes tensiones internas en Compromís pero que, finalmente, se concretó in extremis. Los resultados, de nuevo, le dieron la razón, consiguiendo que esta alianza superara en las generales al PSOE y alcanzando una representación de nueve escaños en el Congreso de los Diputados. De esta manera, Oltra ha cerrado un gran año que la deja en una posición 'caliente' para afrontar 2016 con optimismo.

2. Ximo Puig (PSPV-PSOE). El líder de los socialistas valencianos afrontaba 2015 con el reto de ser el protagonista del cambio en la Generalitat. No sin dificultades, puede decirse que el secretario general del PSPV ha cumplido el objetivo: convertirse en presidente desalojando al PP tras más de dos décadas de gobierno. Ahora bien, los resultados de su formación no han sido los deseados. La marca autonómica de 24 escaños fue suficiente para convertirle en jefe del Consell pero dependiendo de pactos con Compromís y Podemos. En la cita con las urnas en las generales, el PSOE se vio superado por la alianza de estas formaciones, consiguiendo un resultado algo por encima de las autonómicas pero a 167.000 votos de lo logrado en 2011. Unos datos que evidencian las dificultades de Puig para sacar rentabilidad a la Presidencia de la Generalitat, así como los problemas de movilización del PSPV en los últimos compromisos electorales.

3. Joan Ribó (Compromís). El candidato de Compromís dio la campanada en las elecciones locales celebradas en mayo, consiguiendo nueve concejales y situándose como segunda fuerza política a un edil del PP. Un golpe de mano en el Cap i Casal por parte de la coalición, que se elevó por encima de Ciudadanos, PSPV y València en Comù. Merced a un acuerdo con estas dos formaciones, Ribó se convirtió en el nuevo alcalde de la ciudad. Tras recoger la vara de mando, el dirigente despuntó con algunas iniciativas populares como la apertura a la ciudadanía del balcón del consistorio. Pese a que en los comicios generales la fusión con Podemos no proporcionó unos resultados extraordinarios, su rival, el PSPV, tampoco ha empezado a recuperarse. Ahora bien, el alcalde de Valencia podría enfrentarse en 2016 a ciertas tensiones que han empezado a vislumbrarse con sus socios de gobierno, situación que, de agravarse, podría dificultar su mandato.

4. Isabel Bonig (PPCV). La presidenta del PPCV comenzó el año como consellera dentro del gobierno de Alberto Fabra. Tras el varapalo electoral en las autonómicas, obtuvo el respaldo de los barones provinciales del partido y de Rita Barberá para tomar, con la bendición de Génova, el liderazgo del partido. Desde entonces, el cordón sanitario levantado desde Madrid ha quedado atrás, recibiendo varias visitas de Mariano Rajoy. Bonig, pese a que los resultados en las elecciones generales no han sido buenos, sí ha sabido defender la mejoría respecto a las autonómicas, y ha mostrado su energía y decisión para conservar el puesto. Un examen al que se someterá en 2016. 

5. Antonio Montiel (Podemos). El secretario general de Podemos salió de la abogacía, el activismo social y su puesto de funcionario para convertirse en el primer líder autonómico de la formación morada. Los 13 escaños conseguidos en las elecciones regionales le permitieron tener la voz decisiva para que Ximo Puig fuera presidente de la Generalitat. Así, convirtió a Podemos en una de las patas del Pacto del Botánico, y se ha dedicado a defender la labor de control y respaldo al Ejecutivo desde Les Corts Valencianes. Así, Montiel ha tomado protagonismo en asuntos como la reapertura de RTVV, la Agencia Antifraude o, incluso las ayundas de Carns de Morella. A veces incómodo para sus propios aliados del Gobierno valenciano, el líder de Podemos ha tratado de salvaguardar la visibilidad de su formación desde Les Corts. En 2016, se especula con que su partido pudiera entrar en el Consell.

6. César Sánchez (PPCV). El exdiputado autonómico fue uno de los pocos alcaldes de un gran municipio, Calpe en este caso, que resistió el mal resultado global del PP en las elecciones locales. Tras retener la alcaldía, fue promocionado para presidir la Diputación de Alicante después de que el único socio posible para su partido vetara al líder provincial de la formación popular, José Císcar. Sánchez, en estos primeros meses, se ha ocupado, además de la gestión, en diseñar un contrapoder a la propia Generalitat, con propuestas como la creación de una zona franca en el Puerto de Alicante. No obstante, Sánchez se enfrenta a un 2016 que puede resultar muy complicado debido a que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de avanzar en la aplicación de la Ley de Coordinación de las Diputaciones para controlar las competencias de las corporaciones provinciales.

7. Enric Morera (Compromís). Con una larga trayectoria política a sus espaldas, el secretario general del Bloc aceptó dejar protagonismo como candidata a la Generalitat a Mónica Oltra. Una decisión polémica en su partido pero que se vio recompensada con un gran resultado en las urnas. Tras los acuerdos alcanzados, Morera fue aupado a la Presidencia de Les Corts Valencianes, la segunda autoridad más importante de la Comunitat. Un gran año para el dirigente nacionalista sino fuera por las tensiones de alto voltaje sufridas en Compromís y en el Bloc, que han dejado su posición como líder muy cuestionada. En los próximos meses la formación nacionalista se enfrentará a un congreso al que Morera no ha decidido si se presentará.

8. Jorge Rodríguez (PSPV-PSOE). El alcalde de Ontinyent reeditó su triunfo en las elecciones locales de forma rotunda, cosechando una mayoría absoluta apabullante. Esta fue su tarjeta de visita a la hora de que en la dirección del PSPV se fijarán en él como candidato a presidir la Diputación de Valencia. Años atrás, en 2012, Rodríguez había dejado las filas alartistas para dar su respaldo a Ximo Puig en el congreso del partido celebrado entonces. Así, el alcalde de Ontinyent fue elegido presidente de la corporación provincial con el apoyo de Compromís, Esquerra Unida y València en Comú, pasando a convertirse en uno de los dirigentes socialistas con mayor proyección de futuro. No obstante, y pese a su buena posición, existe cierto recelo desde el entorno de Rodríguez a la tutela que realiza el aparato del PSPV sobre el mandato del presidente en la Diputación. 

9. Vicent Marzà (Compromís). Una de las promesas del Bloc,  Marzà se aupó a cabeza de lista por la circunscripción de Castellón en las elecciones autonómicas tras imponerse en las primarias. Tras ser designado portavoz adjunto, Mónica Oltra dio un golpe de timón al apostar por él como conseller de Educación en detrimento del nombre barajado por la dirección del Bloc, Gràcia Jiménez. De esta manera, en los seis meses que lleva al frente de su departamento se ha enfrentado a problemas especialmente con la enseñanza concertada y privada, aunque todavía es pronto para valorar su gestión. En cualquier caso, Marzà ha vivido un 2015 vertiginoso en el que ha pasado de ser un militante destacado a convertirse en diputado y, posteriormente, conseller. De hecho, hay quien le señala ya como el futuro líder del Bloc.

10. Fernando Giner (Ciudadanos). Este empresario valenciano ha entrado en la política por la puerta grande en 2015: candidato de C's al Cap i Casal, logró seis concejales y rebasar al PSPV-PSOE. Si bien la alegría no fue completa, dado que el resultado obtenido por su partido en las elecciones locales no sirvió para decidir en la ronda de acuerdos del consistorio, la irrupción del partido en la ciudad fue una de las noticias del año. Además, Giner ha sido designado miembro de la dirección nacional del partido y portavoz autonómico de Ciudadanos por delante de Carolina Punset, la síndica en Les Corts, lo que le augura una mayor proyección en 2016 si sabe aprovecharla.

11. Àngela Ballester (Podemos). La número dos por Valencia de la coalición Compromís-Podemos al Congreso de los Diputados se ha convertido en uno de los principales referentes de la formación morada en la Comunitat. Salida de la estructura de la Fundación Ceps, está considerada una persona de la máxima confianza de la dirección estatal en Valencia. Tras el buen resultado electoral, uno de los retos que tiene por delante es la consecución del grupo valenciano propio en el Congreso, tal y como se acordó en el pacto preelectoral con Compromís. Por otro lado, una de las cuentas pendientes de Podemos en el ámbito autonómico será el de consolidar las estructuras orgánicas obligadas para una formación del tamaño que adquirido el partido liderado por Pablo Iglesias.

12. Javier Moliner (PPCV). El presidente de la Diputación de Castellón y líder provincial del partido ha conseguido retener la vara de mando en la institución. Una resistencia en la cita electoral que le ha permitido mantener el título de barón en el partido donde, no obstante, los cambios producidos tampoco le han favorecido por completo. Por el momento, el liderazgo de Bonig en el partido, que parece apoyarse en mayor medida en los referentes provinciales de mayor peso en afiliación como son Alicante y Valencia, deja a Moliner en un lugar menos destacado que sus homólogos, aunque en una posición cómoda de dominio institucional. El futuro congreso regional del PPCV de 2016 puede resultar clave para ver en qué posición real se sitúa el presidente provincial de Castellón.

13. Vicente Betoret (PPCV). Aunque no posee el respaldo institucional de Moliner, el presidente provincial de Valencia tiene importantes contactos en Madrid. En un año difícil, con la caída de su antecesor en el cargo, Alfonso Rus, y tras la pérdida de la alcaldía de Vilamarxant, Betoret ha sabido tomar las riendas del partido y mantener unida a buena parte de la tropa que dejó el ex presidente de la Diputación. Una de sus pruebas de fuego se produjo en la elaboración de la lista al Congreso, donde junto a Bonig consiguió sacar adelante la candidatura sin apenas modificaciones desde Madrid. Las citas orgánicas de la legislatura, empezando por el congreso regional de 2016 al que seguirán los provinciales, dictarán el futuro de Betoret, quien ya se ha puesto manos a la obra para cohesionar lo máximo posible al partido en Valencia.

14. Juan Carlos Moragues (PPCV). El ex conseller de Hacienda y ahora delegado del Gobierno ha atravesado un año intenso. Defendió a capa y espada la gestión realizada bajo el mando de Alberto Fabra y, ahora, está haciendo lo propio con la de Mariano Rajoy. Pese a ocupar un puesto de máxima importancia, no logró entrar en la lista al Congreso de los Diputados, lo que ahora le ha dejado en un limbo político que no se resolverá hasta que se forme gobierno en Madrid. Es decir, Moragues ha disfrutado un buen año político pero el 2016 se presenta con una nube de incertidumbre: si el PP no gobierna en Madrid volverá a su puesto de inspector de Hacienda mientras que si Rajoy repite, puede aspirar a continuar o incluso a dar el salto a la capital de España.

15. Carolina Punset (Ciudadanos). La portavoz en Les Corts del partido de Albert Rivera no ha dejado a nadie indiferente desde que pisara el hemiciclo. Los 13 escaños conseguidos por su partido en las autonómicas no fueron suficientes para ser determinantes en la investidura pero le han permitido gozar de protagonismo en la cámara, donde ha combinado buenas actuaciones con algunas otras no exentas de polémica. No obstante, tal y como siempre ha admitido, la vida orgánica de los partidos no es de su agrado, algo que unido a su distancia con la sensibilidad del partido más moderada, le ha dejado al frente de un grupo parlamentario dividido. Buena parte de la militancia opina que Punset dará el salto a Bruselas como eurodiputada en los próximos días, lo que posiblemente abrirá una pugna interna en C's. 

16. Toni Cantó (Ciudadanos). El año político del actor ha sido una montaña rusa. Tras apartarse de la candidatura de UPyD a la Generalitat a última hora por sus desavenencias con Rosa Díez y tratar de forzar, sin éxito, una apertura al diálogo con C's, Cantó volvió a su trabajo en los escenarios. No obstante, su regreso a la política se produjo bajo las filas del partido de Albert Rivera, pasando a engrosar la candidatura al Congreso por Valencia como número dos. De esta manera, Cantó repetirá en el Parlamento -salvo reedición electoral- por segunda legislatura consecutiva aunque con una formación diferente.

17. José Císcar (PPCV). El presidente provincial de Alicante ha tenido un ejercicio agitado. Los últimos coletazos en el Gobierno valenciano fueron complicados, con la relación con Alberto Fabra seriamente dañada y la incertidumbre patente respecto a la cita electoral. Los malos presagios se confirmaron con la necesidad del apoyo de C's para gobernar la Diputación y el veto que aplicó este partido a Císcar en buena parte, según apuntan desde su entorno, por las antiguas rencillas con dirigentes zaplanistas ahora en las filas del partido de Rivera. Si bien el barón provincial supo jugar a caballo ganador con Bonig y situar a buena parte de sus piezas como Eva Ortiz, Juan de Dios Navarro o el propio César Sánchez, ya fuera en Les Corts o en la Diputación, es evidente que no ha cumplido los objetivos marcados y, ahora, permanece en un discreto segundo plano. Habrá que esperar a 2016 para ver si el exvicepresidente resurge con alguna ambición que, a día de hoy, permanece oculta.

18. Carmen Montón (PSPV). La consellera de Sanidad, una joven política con experiencia en el Congreso y también en la dirección federal del PSOE, ha tenido un inicio de legislatura con varios sobresaltos mediáticos. El anuncio por parte de su departamento del nombramiento de la senadora del PSC Mónica Almiñana como futura gerente del hospital La Fe antes de cualquier proceso fue objeto de críticas en el sector sanitario y portada de varios diarios. En los últimos días, el nombramiento de su marido Alberto Hernández Campa como director general de Egevasa, empresa mixta de agua vinculada a la Diputación de Valencia, ha levantado nuevas suspicacias. Pese a que parte de la cúpula del PSPV defiende que Montón no ha intervenido en la designación y que Hernández ha sido elegido por tener un currículum "idóneo" y ser, además, una "persona de confianza del partido", la crítica vertida por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha magnificado una situación ya de por sí delicada. Así pues, hasta el momento, las mayores cotas de repercusión mediática de Montón no han tenido que ver con la gestión sanitaria. Estará bajo la lupa en 2016.  

19. Joan Calabuig (PSPV). El líder socialista en Valencia ciudad y portavoz del grupo municipal no ha tenido un buen año. Las elecciones locales evidenciaron la pérdida de fuelle del PSPV en el Cap i Casal donde cayó hasta la convertirse en cuarta fuerza política consiguiendo tan solo cinco concejales. Tras esto, Calabuig se ha mantenido en el puesto aunque se da por hecho que no repetirá como candidato en la próxima cita electoral. En las generales, los socialistas han logrado una mínima mejoría respecto a las locales que, por otro lado, suele ser habitual en unos comicios nacionales. Fuentes socialistas ya apuntan a la concejal Sandra Gómez como relevo de Calabuig tanto en el consistorio como en la dirección local del partido. 

20. Ignacio Blanco (EU). El candidato a la Generalitat en las elecciones autonómicas de Esquerra Unida no consiguió, pese al buen trabajo parlamentario realizado, romper la barrera electoral del 5% y entrar de nuevo en Les Corts. Tras la decepción de mayo, y pese a ser tanteado desde el Gobierno valenciano para diferentes puestos, Blanco dio un paso a un lado y se alejó de la primera línea política. Desde entonces, EU no ha mejorado sus prestaciones: la formación de izquierdas tampoco consiguió mantener la representación electoral que ostentaba en el Congreso de los Diputados por la circunscripción de Valencia.

21. Alberto Fabra (PPCV). El año que queda atrás no será olvidado por el ex presidente de la Generalitat, que empezó 2015 como jefe del Consell y lo termina como mero senador. Una situación que, por la derrota electoral o por causas más turbias -caso de Alfonso Rus o Serafín Castellano-, han vivido un buen número de altos cargos del PP. En cuanto a Fabra, el mensaje de renovación, transparencia y austeridad en la gestión que trató de trasladar no cuajó en la ciudadanía, que castigó duramente al PP con una pérdida de 24 escaños y el adiós, no solo a la mayoría absoluta sino a cualquier posibilidad de gobernar. Tal y como le ocurrió en la recta final, las tensiones internas en el partido y los problemas de comunicación fueron algunos de sus lastres, como evidenció hasta en la confusión que precedió a su dimisión. Ahora, y tras gozar del mayor poder político regional, el exjefe del Consell ha pasado a ser un dirigente con mínimas posibilidades de futuro en la política.

22. Rita Barberá (PPCV). La ex alcaldesa de Valencia también ocupa, al igual que Fabra, un puesto en el Senado. Tras 24 años al frente del consistorio, Barberá vio su representación reducida a la mitad y la imposibilidad de mantener la vara de mando ni siquiera pactando con Ciudadanos. Tal y como se preveía, la histórica dirigente no se quedó en la oposición -de hecho no hizo siquiera el traspaso de poderes a Ribó-, y buscó su salida a la Cámara Alta. Aunque respetada por Mariano Rajoy y, según algunas fuentes populares, todavía con cierta influencia en los pasillos de Génova, el año que queda atrás ha sido, sin duda, el adiós de Barberá como referente político valenciano. 

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