VALÈNCIA. La contratación del servicio de hemodiálisis por parte de la sanidad valenciana parece la historia de nunca acabar. En el mes de junio salieron a licitación los cuatro lotes que quedaron desiertos en el anterior concurso lleno de recursos y descalificaciones: La Fe, el Hospital General de València, Vinaròs y Arnau-Llíria.
Ahora, el nuevo proceso también ha sido paralizado por el Tribunal de Recursos Contractuales. Un total de 12 empresas y organizaciones presentaron sus propuestas en el anterior proceso: la UTE Ribera Quilpro, Diaverum, Fresenius, Avericum, Braun, RTS Servicios de Diálisis, Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, Nisa, Hospimar, Centro Medico Salus Baleares, Vista Hermosa y Alcer Turia.
Esta última ha sido la autora del recurso que ha vuelto a poner en pause la licitación. Y es que, según explican, el pliego no recoge la subrogación de los empleados pese a que la ley para el fomento de la responsabilidad social aprobada en 2017 recoge la obligación del adjudicatario de subrogarse como ocupador en las relaciones laborales y de advertirlo así en el anuncio de la licitación.
Quejas por el mal funcionamiento
Mientras se sigue alargando la entrada en vigor de la nueva licitación, algunas asociaciones manifiestan que el servicio se va deteriorando poco a poco por la falta de inversión de las compañías, que mantienen una prórroga fuera de contrato desde hace casi diez años.
La Asociación de Pacientes y Familiares con Enfermedad Renal de las Comarcas del Norte de Castelló (Apfercom Nord Castelló) pone el foco sobre Vinarós. Desde la organización aseguran que Diaverum, empresa que gestiona el centro, no ha estado cumpliendo los requisitos del Pliego de condiciones técnicas del expediente 542/2002 y señalan incluso apagones de luz en pleno tratamiento.
Estas quejas han sido trasladadas a la Conselleria de Sanidad quien se limita a contestar de forma repetida que todo está orden. “El centro de diálisis de Vinaròs, según los informes de la Dirección General de la Alta Inspección y del servicio de inspecciones médicas de la Dirección Territorial de Castellón, es correcto”, comunican.
A pesar de las contestaciones del departamento de Barceló, desde la asociación también aseguran que la maquinaria existente es deficiente, el espacio del centro insuficiente y además facturan a un precio superior que las tarifas vigentes en el contrato de la Generalitat y sin reinvertir en mejorar las instalaciones.
Por este motivo y viendo la dificultad para encontrar un nuevo prestador del servicio piden a Sanidad que internalice el servicio y lo dote de un espacio en el Hospital Comarcal de Vinaròs con el fin de que los enfermos renales puedan tener un mejor servicio. Una situación que también han trasladado al Síndic de Greuges.