El último brindis por Michavila

VALENCIA. El último brindis por Michavila. O, quizá, el penúltimo. El artista castellonense, uno de los maestros de la abstracción pictórica valenciana, fallecía ayer a los 90 años en el municipio de Albalat dels Tarongers. La noticia la confirmaba a los medios de comunicación Ricard Bellveser, vicepresidente del Consell Valencia de Cultura (CVC), quien destacaba del artista castellonense que era un "magnífico pintor y un gran amigo" y adelantó, además, que la institución le dedicará una Comisión de las Artes del CVC de forma monográfica. Michavila se va en un 2016 que le ha agasajado con más de un homenaje, un año de galardones y exposiciones para reivindicar a uno de los artistas valencianos más relevantes del arte contemporáneo. 

Entre ellos, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Valencia, que distinguió al "rompedor" artista de l'Alcora, premio que recogió su hija. Su presidente, Gerardo Stübing, fue el impulsor de este homenaje "sencillo, pero entrañable", tal y como explica a Cultur Plaza. "Joaquín Michavila fue capaz, cosa poco habitual, de reunir en la misma persona un gran valor humano plasmado en su sencillez, humildad, nobleza y generosidad que sin duda se proyectan en su obra artística, capaz de despertaren aquellos que la observan sosegadamente esa sensación de paz, armonía, sencillez y al mismo tiempo fuerza vital que solo algunos artistas privilegiados son capaces de transmitir", señala Stübing.

El artista se convirtió en receptor de la más alta distinción que concede el Círculo a artistas del ámbito valenciano desde la época del escultor Mariano Benlliure, primera después de siete años sin hacerlo. De medalla a medalla, también la Universitat de València concedió este año la suya al maestro de la abstracción, por su labor artística y en el ámbito de la investigación, pues fue el impulsor del primer laboratorio de audiovisuales del centro. Estas se suman a la Distinción al Mérito Cultural que recibió en 2001 de manos de la Generalitat, la Medalla de Oro de la Ciutat de València en 2006, el Premio de las Artes Plásticas (2007) y Académico de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, entre otras.

Las grabaciones inéditas de Michavila

Precisamente es su estrecha vinculación con la Universitat de València la que le ha llevado a ser uno de los protagonistas de su programación anual. A la Medalla se suma la exposición Geometría y Ecología, que acogió La Nau el pasado mes de febrero. Estos son dos de un homenaje que se sustenta sobre tres pilares. El último, como no podía ser de otra manera, es audiovisual. El laboratorio que él mismo inició está preparando un documental con su nieto en el que sacarán a la luz material inédito grabado por el propio Michavila, un homenaje que irá paralelo a la entrega de la medalla a su familia, acto que, confiesa Antonio Ariño, vicerrector de Cultura e Igualdad de la UV, le "duele profundamente" no haber podido hacer antes.

La institución continúa con la producción del filme que, además de contar con estas rarezas grabadas por el pintor, también contará con la participación de diferentes miembros de su familia y destacados personajes de la cultura. "Fue catedrático de dibujo hasta el día de su jubilación, un verdadero magisterio del que han salido muchos discípulos. Fue una persona muy innovadora en términos docentes y que ha dejado un legado pictórico y escultórico extraordinario", indica Ariño. Es esta faceta, la de docente, la que también destaca Ángela Montesinos, presidenta de la Asociación Valenciana de Críticos de Arte (AVCA), herramientas y maneras de hacer con las que ha dejado "huella".

"Desde la mitad del siglo pasado Joaquín, Ximo, Michavila ha estado presente en todos los aconteceres y evoluciones artísticas valencianas. Un pintor universal que decidió quedarse en su tierra, supo trascender desde lo local a lo global, de lo próximo a lo universal", añade Montesinos sobre un artista que "ya ha pasado al Olimpo del arte". Siendo uno de los principales intérpretes de la pintura valenciana del siglo XX, el brindis pasa por galerías, universidades y los grandes museos. "Su capacidad para aunar la representación con la abstracción es patente en la conmovedora serie de trabajos sobre la Albufera de Valencia", indica José Ignacio Casar, director del Museo de Bellas Artes de Valencia, que custodia un pequeño conjunto de obras abstractas y un retrato de su padre. "Coincidí con Joaquín Michavila en la Comisión de Patrimonio de Sagunt, donde al igual que en su etapa de presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, dio muestras de su indudable prudencia y firme criterio". 

Por su parte, el gerente del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, a quien le une una estrecha amistad con la hija del pintor, Carmen Michavila, también ha destacado la innovadora presencia del creador valenciano. "Es un artista con un lenguaje radicalmente moderno, hizo desarrollos pictóricos que eran verdadera investigación. La obra de un artista hay que interpretarla en su tiempo, supuso una ruptura con el constructivismo y, aunque posteriormente volvió a los paisajes, lo hizo con una visión muy particular, siempre innovadora", afirma Pérez Pont. También se ha querido sumar al homenaje el director del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). José Miguel G. Cortés: "Lamentamos mucho la muerte de Joaquín Michavila, un pintor importante para entender la abstracción pictórica en la Comunitat Valenciana. Su obra ha sido significativa para las generaciones de artistas posteriores".