El resto de dramaturgas y dramaturgos que serán dirigidos por la autora Yolanda Pallín son Diana I. Luque, Sílvia Navarro, Juan Manuel Romero, Laura Rubio y María Velasco
VALÈNCIA. La Fundación SGAE anuncia los/as seis autores/as seleccionados/as para participar en la VIII edición de su Laboratorio de Escritura Teatral: Juli Disla con La suerte, Diana I. Luque con Puto barrio, Sílvia Navarro con El último soviético, Juan Manuel Romero con La piscina, Laura Rubio con SÁLITSA y María Velasco con Tacón pelado.
El jurado, presidido por la dramaturga Yolanda Pallín y compuesto por los dramaturgos Lucía Carballal, Juan García Larrondo, Juan Pablo Heras y Antonio Cremades, ha seleccionado a estos seis autores después de analizar un total de 155 proyectos originales.
Los/as seleccionados/as desarrollarán sus proyectos durante seis meses en la sede de la Fundación SGAE en Madrid, bajo la tutela de la dramaturga Yolanda Pallín. Durante el proceso, se realizan reuniones de trabajo colectivo entre los/as autores/as y la directora para la puesta en común de sus obras. La Fundación SGAE dotará a cada uno de los autores con 5.500 euros y publicará las obras resultantes dentro de la colección Teatroautor que edita la entidad.
Dirigidos a los socios y las socias de SGAE, los Laboratorios de Creación de la Fundación SGAE ofrecen la posibilidad a los seleccionados de desarrollar sus textos a lo largo de seis meses. El VIII Laboratorio de Escritura Teatral es uno de los laboratorios de creación que comenzaron en 2013, con el propósito de promover la creación e impulsar las experiencias colaborativas y el intercambio de ideas entre los creadores contemporáneos. A la experiencia de dramaturgia, se suman el Laboratorio de Escritura de Guion de Cine, el Laboratorio de Creación de Series de Televisión y el Laboratorio de Creación Coreográfica. Todos ellos impulsados por la Fundación SGAE.
El dramaturgo valenciano Juli Disla (Valencia, 1976) se abre al público con La suerte, texto en el que plasma su experiencia personal en el proceso de adopción como pareja homoparental. Se plantea así una obra documental con la que hablar de la diversidad y de las particularidades por las que algunas personas tienen que pasar para formar una familia, buceando tanto en el proceso emocional y vital de los protagonistas como el camino administrativo y judicial.
El creciente fenómeno de la gentrificación protagoniza Puto barrio, texto firmado por Diana I. Luque (Madrid, 1982) que investiga sobre este proceso de rehabilitación de barrios marginales que, a priori, resultaría una circunstancia favorable. La paradoja de la gentrificación es que los vecinos originarios no son finalmente quienes disfrutan de estas mejoras. Puto barrio se presenta como la oportunidad de crear “una obra del barrio para el barrio”, una pieza coral que contenga las voces de los vecinos.
El último soviético es la obra seleccionada de Sílvia Navarro (Barcelona, 1982). En ella, la autora pone el foco en la cuestión nacional, en la identidad de los estados y de los individuos que pertenecen a estos. Situada en la URSS en 1991, El último soviéticorecuerda la historia de Sergei Krikalev, un astronauta de la URSS que con la caída de la Unión Soviética dejo de ser ciudadano de un país terrestre y quedó abandonado en el espacio durante diez meses. A partir de este personaje, se construye un relato ficticio sobre la identidad nacional, los sueños y el capitalismo, vistos desde el espacio exterior.
Por su parte, Juan Manuel Romero (Madrid, 1977) escribe un cuento de verano. Bajo el título La piscina, el autor narra los cambios vividos en la sociedad en los últimos 50 años: la inmigración, el envejecimiento de la población, el auge de la tecnología... El final de una vieja amistad entre dos familias, el amor, la educación y la convivencia servirán para reflejar universales de la condición humana, enmarcados en la convivencia de una urbanización de la Sierra de Madrid y todo lo que acontece alrededor de su piscina.
Laura Rubio (Barcelona, 1979) pone como punto de partida vivir como forma de resistencia. En su texto SÁLITSA, la autora explora la lucha cotidiana de una familia que elige quedarse en su hogar, Sálitsa, frente al resto de la población que abandona la ciudad tras la catástrofe de Chernobyl. Comienza aquí la lucha del Gobierno por persuadir a la familia para que abandone esta idea, su vida, su lugar en el mundo. Todo por el bien de lo colectivo, por el bien del país.
María Velasco (Burgos, 1984) se formula una serie de preguntas con su texto Tacones lejanos. ¿De qué hablamos cuando hablamos de patriarcado?, ¿cómo afecta la mentalidad heteropatriarcal a una mujer de la Generación Y? Así, Velasco emprende un viacrucis por la madurez y crecimiento de una mujer actual, la lucha con su legado, la pasión y la cruz del heteropatriarcado y el camino hacia nueva mujer… “si es que eso quiere decir algo”, apunta la dramaturga.