CASTELLÓ. La crisis del azulejo sigue impactando en el empleo. No obstante, la moderación de los precios del gas natural en los últimos meses consigue contener los despidos. Y es que según ha informado la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), en los primeros seis meses de 2023 (hasta el pasado 9 de junio) la industria azulejera ha solicitado un total de 4 ERE que afectan a 242 trabajadores. Cabe recordar que estos expedientes se solicitaron a principios de año y corresponderían a los presentados por Victoria PLC, Grupo Lamosa, Baldocer y Azulejo Español, por lo que en los últimos meses no se han producido al parecer nuevos ERE.
Aunque no se han registrado nuevos despidos, la caída de la demanda y el consiguiente descenso en la producción de azulejos siguen teniendo un impacto directo en el empleo industrial de la provincia. De hecho, en lo que va de año se han presentado 19 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo que afectan a un total de 1.166 trabajadores del sector. Estos expedientes se suman a los aprobados a lo largo de 2022 y que tenían vigencia también en 2023 por lo que es complicado cuantificar cuántos trabajadores en total están actualmente en ERTE y todavía más difícil es saber cuántos de ellos están activos. Hay que señalar que muchos de los expedientes solicitados el año pasado vencían a mediados de 2023 por lo que en los próximos meses puede que algunas empresas opten por reeditar esta fórmula mientras la demanda no repunte.
Fuentes del sector vienen señalando que se espera que la situación del sector mejore a partir del segundo semestre de 2023. De hecho, el propio presidente de Ascer señaló que se preveía un inicio de año complicado y que la producción experimentaría una ligera remontada a partir de marzo con un segundo semestre mejor que el primero. Unas previsiones que según los últimos datos del Índice de Producción Industrial parece que se confirman. Cabe recordar que el IPI de abril rompió con la tendencia negativa de los últimos 11 meses y marcó un tímido repunte de la fabricación de azulejos.
Parece ser que esta tímida recuperación de la producción por la estabilización del precio del gas está también conteniendo la ola de ERTE y ERE que se vivió en el segundo semestre de 2022 cuando el gas alcanzó cifras desorbitadas que forzaron a la gran mayoría de fábricas a parar hornos y solicitar expedientes de regulación temporal de empleo. Sin embargo, estos 'brotes verdes' pueden no florecer si la demanda no despega y las ayudas públicas tampoco llegan.
Y es que ya hace unos meses los sindicatos alertaron que el empleo en el sector podría resentirse todavía más si no se actuaba de manera urgente por parte de las Administraciones. Por el momento, las ayudas a la industria gasintensiva todavía no han llegado y todo hace sospechar que se demorarán más de lo previsto. Desde el inicio de la crisis energética, los sindicatos han cifrado en más de 1.500 los empleos destruidos en el sector, una cifra que podría empeorar si no se logra revertir la pérdida de competitividad del azulejo.