CASTELLÓ. El azulejo italiano consigue aguantar el impacto de los costes energéticos y cerrará 2022 con un leve crecimiento en su volumen de ventas y de producción. Mientras que el azulejo español registra (por primera vez en años) una caída del 15% en la producción, y también una caída en ventas, su principal competidor logra mantener unas cifras similares a las de 2021 pese al aumento de la factura energética. Los datos ofrecidos por la patronal cerámica italiana Confindustria el pasado lunes, refuerzan lo que el sector azulejero español viene denunciando en los últimos meses, y es que la notable diferencia entre las medidas aplicadas por los gobiernos de ambos países lastra la competitividad de la industria azulejera española.
Este mismo miércoles el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, Vicente Nomdedeu, afeaba al Ejecutivo español que , "los gobiernos de Italia, Alemania, y Portugal entre otros, han apostado fuertemente por salvar a sus industrias implementando ayudas que están permitiendo a sus sectores capear esta crisis y no perder competitividad. Mientras, en España vemos como semana tras semana las medidas no llegan”. Estas palabras confirman la diferencia que existe entre las reclamas de las patronales cerámicas de ambos países.
De hecho, el presidente de la patronal cerámica italiana, Giovanni Savorani, ha manifestado que el sector ha acogido "con satisfacción las desgravaciones fiscales al gas y la electricidad promulgadas por los gobiernos de Draghi y Meloni". Sin embargo, entre las reclamas de la industria italiana a su gobierno para reducir la factura energética se encuentra la "necesidad de empezar a extraer gas en territorio nacional". Y es que el azulejo italiano viene reclamando en los últimos tiempos "medidas estructurales" en materia de energía que permitan una transición energética "también sostenible económica y socialmente". Para ello piden utilizar una parte "cada vez mayor" del metano nacional para el sector del gas porque consideran que "reduciría las emisiones de C02 relacionadas con las importaciones de gas" y que permitiría a las empresas de los sectores no electrificables como la cerámica "no perder las inversiones realizadas en la descarbonización progresiva de sus procesos".
En este sentido, la patronal italiana insiste en que al no disponer de energía nuclear, ni de excedentes en energías renovables o biogás y que "durante mucho tiempo no dispondremos de hidrógeno en una medida significativa", consideran que la "vía italiana" hacia la descarbonización de los sectores no electrificables pasa "por el gas doméstico".
Aunque el sector de baldosas cerámicas de Italia ha conseguido soportar mejor que el español la crisis energética, lo cierto es que sus números también han notado el "impresionante aumento de los costes de todos los factores de producción, empezando por el gas natural" y su patronal asegura que se está "poniendo a prueba la competitividad presente y futura de nuestras empresas".
Atendiendo a los datos que proporciona el propio sector, en 2022 cerrará con 458 millones de metros cuadrados de azulejo vendidos, lo que implica un estancamiento (+0,7%) respecto al 2021 que fue un buen año para el sector. De similar forma se estanca el volumen de exportaciones con un total de 364 millones de m2. En cuanto al mercado nacional, crece casi un 3% hasta los 93 millones de metros cuadrados. También es significativa la cifra de producción, ya que mientras en en la industria azulejera española cae un 15% este año, la italiana consigue aumentar levemente su producción (+3%) hasta los 448 millones de metros cuadrados.
Lo que se deduce de los datos del principal competidor del azulejo español en 2022 es que la industria atraviesa una coyuntura marcada por los altos costes energéticos y la política de descarbonización que tiene un impacto directo en su producción y facturación. Y sobre todo, que en una situación como la actual las medidas de los diferentes gobiernos para paliar las consecuencias de los precios del gas pueden ser claves para la industria.