BOLONIA (Enviado Especial). La trigésimo octava edición de la feria de cerámica y baño Cersaie, que desde este pasado lunes se ha venido celebrando en la ciudad italiana de Bolonia, ha cerrado este viernes sus puertas y lo ha hecho con positivas sensaciones entre las casi 140 empresas españolas presentes en este certamen, la delegación más numerosa tras los anfitriones italianos.
Tras un año de parón a consecuencia de la pandemia, Cersaie ha reabierto un calendario internacional y lo ha hecho con cambios importantes en cuanto a la incorporación de medidas higiénico-sanitarias que ha conllevado, rediseños de estands, la obligatoriedad de llevar el pasaporte covid o la realización de pruebas PCR y test de antígenos a quienes carecían de estos documentos oficiales.
Estos nuevos replanteamientos del certamen marcará pautas en próximas citas internacionales como ocurrirá en Cevisama, a celebrar en Feria Valencia el próximo mes de febrero y que prevé importantes cambios, además de incorporar nuevos recursos que garanticen la mayor presencialidad posible de visitantes extranjeros.
Aunque para la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos -Ascer- aún es pronto para hacer una valoración cuantitativa, "en general, las empresas han valorado de forma positiva el regreso a la presencialidad", explican fuentes de la organización que agrupa al sector.
Las mismas fuentes de Ascer señalan que "la feria ha supuesto un avance en la vuelta a la normalidad en la actividad comercial y tanto expositores como visitantes han mostrado su satisfacción por poder retomar el contacto personal con clientes y proveedores".
Pese a las restricciones para determinados mercados, como es el caso de los países asiáticos, Rusia, etcétera, "la afluencia de visitantes ha superado las expectativas iniciales con las que se contaba dado el alto grado de incertidumbre", detallan las mismas fuentes, que remarcan que "ahora habrá que esperar al balance a nivel comercial y de conversión en pedidos que las empresas logren alcanzar".
La otra gran asociación española presente en la feria, Anffecc, que reúne a las fritas, esmaltes y colores cerámicos, comparte la opinión mostrada por Anfecc al señalar que "afrontábamos la feria de Cersaie con incertidumbre ante la dificultades de desplazamiento de los visitantes extranjeros, fundamentalmente extracomunitarios".
Sin embargo "creemos que la feria en líneas generales ha sido positiva, pues es sin duda un punto de encuentro en el que se exponen las novedades y las tendencias del mercado y se intercambian puntos de vista", explican desde la asociación esmaltera, que dice confiar en que esta reapertura de Cersaie "suponga el inicio de la vuelta a la normalidad y a la presencialidad en el contacto con el cliente, tras la pandemia de covid-19.