El actual rector no consigue movilizar al colectivo estudiantil, cuya representación en las votaciones ha sido del 4%
VALÈNCIA. Era el único candidato, por lo que a nadie le sorprende que Francisco Mora haya revalidado su mandato al frente de la Universitat Politècnica de València (UPV) para los próximos cuatro años. Será también su última etapa como rector, ya que los estatutos de la institución establecen un plazo máximo de ocho cursos en el cargo. Pese a la victoria aparente en una batalla sin contrincantes, sigue habiendo un enemigo silencioso en todo este proceso. Y no estamos hablando de otro tema que la abstención.
Al proceso apenas ha concurrido el 10'83 % de la comunidad universitaria, casi siete puntos menos más que en 2013, cuando acudió a las urnas el 18%. Entonces, de las 37.198 personas con derecho a voto, únicamente lo ejercieron 6.658. Ahora han sido casi la mitad: 3.363 personas (2457 votos, 651 en blanco, 251 en nulo).
También es notoria la división por colectivos. En el proceso han participado 811 alumnos (el 4%), 641 trabajadores de la plantilla administrativa (el 10%), 689 profesores funcionarios doctores (el 54%) y 341 docentes de otros niveles (el 15%). En 2013 también fue llamativa la mayor representación del personal doctor (89%), seguido en menor medida del Personal Docente e Investigador (PDI, 55%), y muy por detrás el alumnado (10%).
De hecho, ya entonces la participación de los estudiantes cayó casi a la mitad con respecto al último proceso de 2009, donde resultó ganador Juan Juliá. Mora pertenecía al equipo del anterior rector, incluso podría decirse que constituía su mano derecha, por lo que no dejó de ser una transición continuista. Que el dato siga la tendencia a la baja, pese a que estaban llamados a la cita los alumnos de 13 centros de los tres campus de la UPV (Alcoy, Gandia y Vera), habla de una vida de Universidad poco consolidada que supondrá un reto de futuro.
Para la ocasión, el hasta ahora rector ha renovado a buena parte de su equipo. Entre las caras nuevas, Eduardo Vendrell como vicerrector de Estudios, José Manuel Barat para el área de Ordenación Académica o María Consuelo Jiménez en Planificación y Prospectiva.
La principal promesa electoral de Mora fue la "financiación justa". Cabe recordar que su campaña se ha desarrollado bajo el lema de Construimos el presente, con todo lo que ello implica. En cualquier caso, el todavía rector ha hecho hincapié en numerosas ocasiones en la necesidad de "sanear las cuentas" y ha apostado por el diseño de un nuevo modelo de financiación junto al Consell, algo para lo que admite que todavía no se han iniciado las conversaciones. Habrá que ver en qué medida logra darle impulso con su proyecto rectoral, donde también se seguirá apostando por la parte del Consejo Social y el mecenazgo mediante convenios con empresas.
Mora es también un gran defensor de la educación pública sobre el modelo privado. Cree que la calidad de la enseñanza financiada por la Administración es, “en líneas generales, mejor que la de la privada", atendiendo a los indicadores de los ránkings. Partiendo de esta base, no es de extrañar su postura favorable a que la Generalitat destine la mayor parte de los recursos a los centros de su titularidad, por encima de los privados. Nunca ha temido alzar la voz en estas cuestiones, y puede que deba seguir haciéndolo, a la espera de que se diriman los recursos que algunas instituciones interpusieron contra el Consell.
El otro gran reto del rector de la UPV es, en sus propias palabras, "hacer campus". Esto es, impulsar un nuevo modelo, "mucho más coherente con la enseñanza transversal y basado en el desarrollo de competencias". Para conseguir estos objetivos, el rector de la UPV ha preparado un programa cuyos retos principales son "la formación universitaria adaptativa y global", así como "la investigación relevante y comprometida con la innovación".