ALICANTE. El equipo de eSports que fundaron el año pasado el entonces todavía jugador del FC Barcelona Gerard Piqué y el streamer Ibai Llanos, conocido por sus retransmisiones de estas competiciones (entre otros deportes) en redes sociales, Koi Squad, ha roto su contrato con Kelme para que la firma alicantina fuese su sponsor técnico. Ha sido el propio Llanos quien ha anunciado la ruptura del contrato durante una intervención en su canal de Twitch este fin de semana, en la que presentaba la nueva equipación de Koi, que a partir del próximo año correrá a cargo de Nike.
Según explica el dueño del equipo, que firmó con Kelme como sponsor a finales de 2021 un contrato de dos años, la razón principal para la ruptura han sido los problemas de la empresa con sede en Elche Parque Empresarial para responder a la demanda de las camisetas de Koi por parte de los aficionados. Así, según Llanos, New Millennium Sports, razón social de la empresa dueña de la histórica marca de la garra (tras la quiebra de la empresa original), no podía atender el mercado latinoamericano, mientras que en España algunos envíos se demoraban incluso varios meses.
Desde Kelme explican, en cambio, que en España siempre se cumplieron los plazos salvo casos puntuales, y que el único 'retraso' que puede aducirse es el de la entrega de las primeras camisetas adquiridas en preventa, desde diciembre hasta marzo, cuando se comenzó la distribución. En América Latina su modelo de negocio (con distribuidores locales) le impedía atender algunos mercados, aunque en otros, como Chile, sí se introdujo. La ruptura del contrato se ha hecho usando una cláusula que preveía esta posibilidad sin necesidad de argumentar motivos ni penalización para ninguna de las partes. Kelme se muestra satisfecha con el impacto que ha tenido su colaboración con Koi, y seguirá vinculada a la Superliga con otros equipos, según avanzan.
En este sentido, cabe recordar que New Millennium Sports se declaró en concurso de acreedores voluntario en octubre de 2021 (antes de firmar con Llanos y Piqué) precisamente tras perder una reclamación millonaria contra un distribuidor local de Panamá, por haber infringido el acuerdo de licencia de la marca. El concurso, como ha contado Alicante Plaza, se encuentra en estos momentos a las puertas de abrir la fase de convenio, es decir, el plazo de dos meses durante el cual los acreedores de la empresa concursada deben indicar al juez si se adhieren al convenio propuesto o no.
Koi y Kelme anunciaban su acuerdo en diciembre de 2021, en un evento multitudinario en el Palau Sant Jordi de Barcelona retransmitido además por Twitch, que es la plataforma de streaming líder en el segmento de los deportes electrónicos. El nuevo equipo de Piqué y Llanos se presentaba en sociedad para competir en la Superliga de League of Legends, y Kelme se garantizaba su presencia en una competición con miles de seguidores, al encargarse de las dos camisetas técnicas oficiales del equipo y del resto del catálogo. Unas prendas que la firma ilicitana comercializaba directamente en su tienda online y en grandes superficies físicas y digitales como Amazon, El Corte Inglés o Sprinter.
Cabe suponer que el contrato con Koi, que podría haber seguido vigente al menos otra temporada más (sin perjuicio de que pudiera renovarse en 2023), formaba parte del activo inventariado de la empresa para afrontar el concurso de acreedores. Como también ha contado este diario, el activo de New Millennium Sports reconocido en el concurso supera al pasivo al que debe hacer frente, pero buena parte del mismo son intangibles, cuentas pendientes de cobro y créditos fiscales. El administrador concursal, el despacho ilicitano Galsan Consultores, ha propuesto un convenio con una quita superior al 50%, lo que convierte al convenio en 'gravoso' y exige su aprobación por al menos el 65% del crédito.
New Millennium Sports pidió el concurso en octubre de 2021 para evitar la ejecución de una sentencia de 3,2 millones de euros (tras perder un pleito por incumplimiento de contrato con un distribuidor). En 2020, la firma tenía un activo valorado en 19 millones de euros, aunque 12 de esos millones se correspondían con el activo no corriente y, especialmente, con el fondo de comercio y el activo por impuestos en diferido. En el pasivo figuraban 16 millones de euros a corto plazo. El distribuidor de Kelme facturó 3,1 millones de euros antes de declararse en concurso, menos de la mitad que antes de la pandemia (6,8 millones) y perdió 1,8 millones.