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sábado de spook, domingo de barraca

Elogio del baile

4/12/2021 - 

VALÈNCIA. Pasaron 567 días —o lo que es lo mismo, 1 año, 6 meses y 24 días— desde el inicio del confinamiento total hasta que se recuperó el baile de manera legal en la Comunitat Valenciana. Hubo intentos y también hubo trampas, pero legalmente, durante más de 500 días, el bailar estuvo prohibido. Cuando está cerca de cumplirse dos meses desde este hito, la gente alumbra al final del túnel la posible vuelta de las restricciones, y cuesta recordar una vuelta al mundo anterior, mucho más triste y menos social, el de las mesas, el de bailar sentado, el de no poder hacer una putivuelta.

Pero València se ha activado, y los principales nodos del baile tienen agenda este fin de semana. Sábado de Spook, domingo de Barraca. Hoy será el último festivalucho de Gordo en la discoteca de Pinedo, un nuevo formato que combina conciertos y sesiones de DJs en la misma noche, como la Ruta de antaño. “El experimento no ha podido ser mejor idea, hemos renovado al público, atraído a la gente que seguía a los grupos a las sesiones de DJ”, explican desde Club Gordo.

Este fin de semana Mausoleo, Escorpio y Hogar le pondrán música a las primeras horas de la noche y, a partir de la 1:30, desfilarán por el altar de la sala Spook diferentes DJs de la vanguardia techno, con Roll Dann como plato fuerte. En los dos anteriores festivaluchos han desfilado algunos de los grupos post-punk más importantes de la escena valenciana y se ha dado espacio a lives desplazados de la agenda más comercial en la urbe, poniéndolos en el centro de un local con la solera y la historia de Spook. Las noches de Gordo son catárticas. En la sala, la gente mira la cabina y baila, mientras las luces y el sistema de sonido hacen el resto: “Hacer lo primero tras la pandemia en Spook nos ha parecido una bestialidad, y la gente no puede estar más agradecida”.

Ese agradecimiento es la clave: la gente no solo ha vuelto a bailar, sino que ha aprendido a valorar la importancia del baile, de la socialización a través del cuerpo: “la gente ha vuelto especialmente agradecida, se acercan a los DJs y hablan con ellos para decirles lo bien que lo han hecho, más que antes”. La figura del DJ se ha revalorizado, son los posibilitadores de la experiencia. En Spook se podrá bailar ininterrumpidamente hasta las 7:30, más lo que surja después. La experiencia de Club Gordo no ha podido ser mejor: “ya estamos pensando cómo preparar una nueva tanda de noches allí”.

El domingo será el turno de Barraca, el templo de la Ruta, convertido en otra sede del techno, en este caso con un filtro más internacional: “en los últimos 20 años se ha apostado por tener un perfil muy concreto, que es el de conseguir que la figura del DJ sea mainstream, trayendo a València a nombres muy potentes o emergentes de la escena nacional e internacional”. Así lo resume Rafa Siles, responsable de la programación de la discoteca, que celebra este domingo su 56º aniversario.

La sala abre contadas veces durante el año, y desde que se ha recuperado el baile "agota las entradas en horas", apunta. Según explica, la gente ha recibido la vuelta con unas ganas inéditas, en concreto la gente más joven. “Por la estricta política de entrada y que una parte importante de nuestro público es de 18 a 22 años, hay dos generaciones que estando a punto para poder entrar no han podido, y que ahora están como locos por poder empezar a disfrutar de Barraca”, comenta.

Foto: KIKE TABERNER

El alemán Len Faki acompañará a un buen puñado de DJs residentes este domingo durante toda la noche. Barraca apuesta por tener una agenda menos frenética pero darlo todo, y la gente —cómo no— está respondiendo. Desde la cabina, ve al público también más agradecido: “no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. La gente ha vuelto disfrutona, levantando los brazos todo el rato y sintiendo la música”. Y ubica, de paso, al público en otras ciudades: “en València el público baila y disfruta mucho, y en Barcelona ponen más los cincos sentidos en la música”. 

El baile, al diván

Pero, ¿qué pasa cuando bailamos? ¿Que se había perdido y qué ha vuelto? ¿Cuál es la importante de la socialización a través del baile? “El ser humano tiene diferentes cuerpos: el cuerpo físico, el emocional, el psicológico y el ser. Cuando bailamos, se activan principalmente el cuerpo físico y el ser, y eso logra acallar el psicológico para que salga a relucir principalmente el ser”. Así lo resume Sara Navarrete, del Centro de Psicología Clínica y de la Salud de València, que ha impartido talleres a bailarines sobre la repercusión psicológica del movimiento. 

“El baile implica mucho porque, a través del movimiento, te conectas con el ser integrado, que es la expansión directa de lo que somos. Además, en esta pandemia, parece que hay más necesidad de expresar de forma artística este ser”, completa.

“Nosotros recomendamos mucho esa parte de la expresión, igual como la musicoterapia. El baile es terapéutico porque, hecho con exactitud, podemos lograr acallar el bucle de pensamiento, la ansiedad, la desidia, la sensación de soledad y tristeza… Todo esto se ve transmutado con esta práctica”, concluye. 

Este es el primer fin de semana con la obligación del pasaporte covid, la primera regresión tras la vuelta del baile. Y en estos dos meses, las discotecas, las noches, los festivales, eso. Los bailes reservados, los perdidos y los preventivos, por si todo esto vuelve a la casilla de salida.

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