CASTELLÓ. El PSPV se ha metido en un jardín con la moción de censura para arrebatar a Carmen Navarro, de Independents per la Vilavella (IxLV), la alcaldía del municipio. La posibilidad de convertir por error al tránsfuga del PP, Abelardo Zaragoza, en nuevo alcalde augura marejada interna tanto en la dirección provincial socialista, liderada por Samuel Falomir, como en la Ejecutiva del País, presidida por Ximo Puig. Ambos órganos avalan la decisión del grupo municipal de forzar un cambio de rumbo en la localidad castellonense, pero no en los términos del documento sellado ante notario y presentado este miércoles por registro en el consistorio, que vulnera el pacto nacional antitransfuguismo.
Hay que retroceder una semana en el tiempo para entender el embrollo de La Vilavella. El pasado jueves, los cinco concejales del PSPV, junto con Zaragoza, formalizaron una moción de censura para ascender al portavoz socialista, Sebastià Roglà, hasta al alcaldía en el próximo pleno. Sin embargo, al no realizarse el acto ante la secretaria general, esta no dio por válido el escrito, en tanto en cuanto no podía autentificar que las firmas correspondieran a cada uno de los seis ediles.
Para enmendar el fallo, los protagonistas decidieron acudir a un notario que diera fe de las rúbricas. El nuevo documento, compuesto de dos hojas, pasó por registro del Ayuntamiento este miércoles. Aparentemente todo estaba correcto, hasta que este jueves se comprobó que en la redacción de uno de los dos folios se señala que la alcaldía debe recaer en Zaragoza, que ya protagonizó en junio de 2019 el primer escándalo de la legislatura al dar la vara de mando al socialista Manel Martínez, quien retuvo el cargo.
A raíz de ese descubrimiento, la Ejecutiva Provincial del PSPV trató este jueves de apagar el fuego, advirtiendo a la propia secretaria general del consistorio que el escrito debe ser retirado y archivado al incumplir el acuerdo sobre antitransfuguismo, que impide a cualquier tránsfuga obtener privilegios económicos y competencias. De hecho, en un comunicado, la dirección socialista anunció que "en las próximas horas se rectificará", ya que la redacción muestra "un error en el nombre de la persona designada como candidato alternativo a la actual alcaldesa".
En este contexto, el PSPV confirmó que "será Roglà quien asuma este papel [alcalde]". "Con la formalización de este trámite se activará el procedimiento con la convocatoria automática del pleno", agregó.
En su comunicado, la Ejecutiva Provincial recuerda que el concejal no adscrito [Zaragoza] "nunca ha formado parte del grupo municipal popular". No obstante, en las pasadas elecciones, concurrió como cabeza de lista del PP. Bien es cierto que no llegó a sentarse en la bancada del principal partido de la derecha, ya que el día de la investidura se ausentó, lo que precipitó que el reseñado Martínez conservara la alcaldía lograda en 2015.
Aquel episodio, que derivó en acusaciones de pucherazo, tuvo una segunda parte mes y medio después cuando el regidor díscolo cambió su voto a fin de apoyar la candidatura de Navarro como alcaldesa. Lo hizo tras la dimisión del anterior alcalde por la polémica de una grabación en que se le oyó proponer a la presidenta local del PP, Inma Traver, facilitarle su continuidad en su trabajo en la Diputación si le apoyaba en la investidura.