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Emilio Sánchez de Rojas: "Ya estamos en guerra"

El coronel Emilio Sánchez de Rojas suma experiencias en El Cairo, Amman, el Líbano o Washington. Como jefe del departamento de Investigación y Análisis de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa invita a la Unión Europea a acercar posiciones con un Norte de África en el epicentro mediterráneo de la escala islamista.

| 17/11/2015 | 7 min, 57 seg

VALENCIA. Cuánto falta para que entremos en guerra?», pregunto como quien pregunta cuánto falta para el próximo tren... No, no lo hemos perdido. «Ya estamos en guerra», responde el coronel. Podría haber dicho «diez minutos», y habría sonado igual. No es una pregunta inocente ni una respuesta falaz. Es el anuncio de un escenario que ya se está produciendo en el norte de África y del que no somos conscientes en el sur de Europa.

Sonríe abiertamente con esos enormes ojos azules y bajo un poblado mostacho blanco mientras habla de una guerra a las puertas de España, a las puertas de Europa. El coronel de Artillería Emilio Sánchez de Rojas sabe de lo que habla, es el jefe del departamento de investigación y análisis de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden). Pero se autocalifica como un «espíritu libre, por mi libertad de criterio...», añade con un guiño cómplice. Está en la Universitat de València en Gandia, donde ha dado la visión real de un Mediterráneo en ebullición.

"La explosión del mundo árabe era previsible y el Mediterráneo es el centro de gravedad. Es nuestro mar y nos afecta más lo que pasa en Siria que en el Congo"

«Las crisis económicas son previsibles porque son cíclicas, al igual que el cambio en las potencias hegemónicas. La explosión del mundo árabe era previsible aunque no se sabía el momento. Y el Mediterráneo es el centro de gravedad, lo ha sido antes del mundo árabe y sigue siéndolo, por eso al sur de nuestro mar está nuestra frontera, el Sahel». El coronel parafrasea al profesor palestino Bishara Khader: «El Mediterráneo es el mar madre, demasiado estrecho para separar y demasiado ancho para confundir». «Es nuestro mar y estamos en la parte mas estrecha, nos afecta más lo que pasa en Siria que en el Congo», añade.


Aviones sin pilotos y drones

Emilio Sánchez de Rojas también bebe de las fuentes de Brzezinski, padre de la política exterior y consejero del gobierno de Jimmy Carter, con quien, por cierto, el coronel presume de amistad. Véase la foto de su perfil en Linkedin, donde aparece saludando al antiguo presidente de los Estados Unidos. «A los 25 años ya mandaba a un grupo de 250 hombres», comenta el coronel. Hoy da clases de liderazgo y negociación a la Policía. «Cuando todavía era un joven capitán diseñé una pequeña calcula- dora que parecía un juguete y que permitía hacer cálculos de tiro».

Hoy, la tecnología ha superado la guerra de las galaxias y los aviones sin piloto protagonizarán los próximos enfrentamientos. Un ejemplo son los drones. Sánchez de Rojas explica que «están depurando el sistema de manejo, los sistemas de control y la transmisión a través de estos juegos».

De hecho, existe un programa de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la que se hace un llamamiento a los ciudadanos para que se bajen una aplicación a través de Apple AppStore y de Google Play Store para contribuir con un proyecto científico llamado Astro Drone. ¿Están entrenando a la sociedad civil? «Buscan gente, especialmente jóvenes, con un hábil manejo de los videojuegos. Ya nos están entrenando desde Super Mario Bross. Cuando estás pilotando un dron, tienes las mismas sensaciones que si vas en avión», explica el coronel.

Pero el terreno que pisó Sánchez de Rojas fue mucho más caliente. Se declara «muy amigo del hermano del rey Faisal», de Arabia Saudita, mientras recuerda sus tiempos como jefe de inteligencia en el Líbano hasta 2009, en los tiempos de Hezbolá. No ha pasado tanto tiempo y el mundo se ha globalizado. «Por ausencia de un liderazgo global, ha habido una traslación de un poder a otro. Los cambios tecnológicos provocan los flujos migratorios y el transporte de mercancías y capitales. La Unión Europea aún no ha dado su último suspiro, es una zona con un nivel de bienestar que ni siquiera tiene Estados Unidos. Pero África es el continente del futuro, es difícil que empeore, sólo puede mejorar y va a competir con China en la producción». Por eso hay que mirar al sur. Y añade el coronel: «¿Quién puede competir con Estados Unidos en tecnología, dinero y valores? La Unión Europea». Recuerda el Documento Brahimi, que cambia las operaciones de paz: «Todos los conflictos están dentro de la zona de interés de la Unión Europea».

"Gadafi tuvo una reacción violenta y le eliminaron, en Siria intentarán hacer lo mismo. Y Argelia ha conseguido con su propia debilidad aplastar la revolución"

¿Hay un riesgo inmediato? «Ya estamos en guerra», recuerda Sánchez de Rojas mientras se acomoda en la silla. «Tenemos el escenario presente que afecta a Europa directamente y que va a provocar un mayor protagonismo geopolítico y una mayor definición amigos-enemigos, aunque no haya sido deseado». No, no lo ha sido. Europa, la Unión Europa, ha estado jugando a la indefinición con su política de vecindad y se resiste a entrar en el juego, en un juego muy peligroso...

¿Y cómo va la partida? «Todos los países pertenecientes a la órbita soviética son los que ahora están en guerra, de origen socialista y nacionalista. Determinados poderes no quieren que puedan resurgir elementos próximos a Rusia o China, particularmente en Siria, Libia o Irak».

Pero a las puertas de casa, ¿qué va a pasar? «Gadafi tuvo una reacción violenta y le eliminaron, en Siria intentarán hacer lo mismo. Y Argelia ha conseguido con su propia debilidad aplastar la revolución. Pero lo que hace Libia afecta hasta Egipto y Mali, de donde las brigadas verdes tuaregs, que eran la guardia de Gadafi, vuelven armadas hasta los dientes», explica Sánchez de Rojas.

Y aquí es donde aparece la Al Qaeda del Magreb islámico, la que traza las fronteras de Al Andalus hasta los Pirineos. El coronel traza la ruta: «Están vendiendo armamento a sus vecinos y desestabilizando Túnez. También cruzan por Egipto y hacia el sur, llegan a Chad y Sudán, incluso con misiles portátiles antiaéreos. Están exportando una visión del Califato Final con la islamización de las bases y la ocupación del poder desde abajo, o desde arriba con la islamización de las élites. El objetivo es el mismo, pero ni Daesh ni Al Qaeda lo van a conseguir desde el punto de vista militar, porque contra un ejército con mi- litares, necesitan militares». ¿Y por dónde pasa la solución? «Desde Egipto, que dicen que son mediterráneos, tenemos una franja muy interesante que es el Sahel y que establece nuestra línea de defensa. Ahí es donde debemos multiplicar nuestras relaciones en todos los sentidos. Si el Gran Magreb incluye Egipto, el gran poder estaría allí, hasta Mauritania».

El coronel ya ha trazado las líneas de un mapa imaginario con el que sueñan los musulmanes del Norte de África y al que Europa debe acercarse sin preámbulos tras el retro- ceso del Proceso de Barcelona que estrechaba lazos entre los pueblos del Mediterráneo.

Hay que aprovechar el sueño de El Dorado que representa Europa para las gran- des rutas migratorias. «Porque su imagen, ya no es la de Estados Unidos, la american way of life, sino la forma de vida de la european charming. Lo que buscan es el ejemplo de Europa», explica Sánchez de Rojas. Y añade: «Europa ya es un actor en este escenario y es el mayor competidor en temas de valores, que es lo que tenemos para exportar, porque competir en valores es estar compitiendo por el futuro».

Para ello, hace falta estabilizar la zona. «Ya hay intereses creados en el sur, ahora hay que lograr una población estabilizada y potenciar la necesidad de creación de riqueza allí». No es ésta la percepción que se tiene desde Europa, especialmente con el contingente de inmigrantes entrando en patera de forma ilegal y sembrando el mar Mediterráneo con sus vidas. «La inmigración del sur al norte es positiva si es de calidad y controlada. Si somos capaces de crear un norte-sur unido, omitiendo el tema de la religión..., el Mediterráneo será una zona de crecimiento y estable donde la historia habrá terminado», sentencia el coronel. Pero hasta entonces, «va a haber sangre en Europa y en el sur del Mediterráneo».



*Regina Laguna es directora general de Relaciones con la UE y el Estado de la Generalitat Valenciana. La serie de entrevistas ha sido realizada en junio de 2015, anteriormente a su nombramiento.


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