VALÈNCIA. El pasado mes de octubre el alcalde de València, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, anunciaron cuál era el proyecto ganador para reformar la Plaza del Ayuntamiento de la ciudad. 'Renatura' fue el diseño elegido por el jurado interdisciplinar para reestructurar la plaza más importante de la capital del Túria.
Un concurso convocado por el Consistorio que, apenas unos meses después de haberse resuelto, ha sido recurrido por una de las empresas que se presentaron al considerar que la actual adjudicataria debía haber sido excluida del proceso. ¿El motivo? Que, según exponen en el recurso, fue la que elaboró el proceso participativo previo.
Así, Agence Ter, Mcbad Arquitectos y FVAI Arquitectura e Ingeniería, la alianza franco-valenciana que diseñó el proyecto 'Dosel climático' y que quedó en el segundo puesto del concurso, ha recurrido la resolución del jurado al considerar que Paisaje Transversal SL, diseñadora de 'Renatura', no podía ser adjudicataria del concurso convocado por el Consistorio porque previamente la empresa participó en la redacción de las bases.
"El recurso se articula alrededor de una única consideración como es la de solicitar la exclusión de la candidatura adjudicataria 'Re-natura' por incompatibilidad, alegando que la mercantil Paisaje Transversal SL ha participado en la redacción de las bases para el concurso", expone el expediente al que ha tenido acceso Valencia Plaza.
En el recurso, advierten que Paisaje Transversal resultó adjudicataria en el año 2019 "del contrato de servicios de Asistencia técnica para la dinamización, gestión y desarrollo del proceso participativo que acompañe, oriente y establezca los criterios ciudadanos para la formulación del proyecto de reurbanización integral de la Plaza del Ayuntamiento". O lo que es lo mismo, que la actual ganadora del concurso de ideas para reformar el enclave, fue la encargada también hace cuatro años de desarrollar el proceso participativo al que posteriormente se presentó y ha acabado ganando.
Al tratarse de un recurso especial y no de reposición, ahora deberá ser el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales quien resuelva el conflicto. No obstante, el propio Ayuntamiento de València ha aprobado una resolución en la que pide al órgano dependiente del Ministerio de Hacienda que desestime el recurso de la empresa porque el pliego de prescripciones técnicas del concurso impedía la participación en el mismo de aquellos que hubieran participado en la redacción de las bases.
Sin embargo, el Consistorio subraya que el pliego fue redactado por personal técnico de la administración local -dos arquitectas funcionarias del servicio de Urbanismo- que "no guardan vinculación alguna con la empresa adjudicataria" del proyecto. "La intervención de la mercantil se limita a dinamizar un proceso participativo que oriente y establezca unos criterios para que los ciudadanos formulen propuestas pero de ningún modo supone participar en la redacción de las Bases Reguladoras del Concurso de Proyectos", expone la resolución del Consistorio.
Asimismo, también defienden que ha sido un "jurado independiente, válidamente constituido" el que ha valorado las propuestas presentadas. "Han actuado con diligencia e independencia", señala para acto seguido añadir que sus actuaciones "se han ajustado a lo previsto en los pliegos y en la normativa de aplicación". "El procedimiento ha cumplido los principios de publicidad y transparencia (habiéndose dado vista del expediente a la recurrente en dos ocasiones, explicándoles las dudas surgidas derivadas del mismo concurso)", concluye.
Conviene recordar que el concurso se dividió en dos fases: en la primera, los licitadores debían presentar sus ideas para rediseñar la plaza y el ganador -en este caso 'Renatura'-, redactaría el proyecto y podría embolsarse 608.388 euros -IVA incluido-. En la segunda, se licitarían las obras para llevar a cabo el proyecto presentado.
En total, la propuesta ganadora implicaba una inversión de 8,4 millones de euros y una actuación sobre más de 58.000 metros cuadrados entre la plaza y calles cercanas. Esta articulaba la reforma en torno a tres espacios que se superponían. Por una parte, una especie de "río de árboles" que atravesaba de norte a sur la Plaza del Ayuntamiento siguiendo la fachada oeste y hasta el encuentro de Marqués de Sotelo con la calle Xàtiva. Por otro, el Jardín de San Francesc o zona de agua, en el norte frente al antiguo cine Rialto. Y por otro, la explanada central -"multisensorial"- rodeada de más arbolado siguiendo la fachada este, el edificio de Correos (o el Palau de les Comunicacions), y la zona sur de la plaza.
La idea consistiría en dejar sólo algunas zonas sin árboles para permitir la vista de fachadas monumentales: enfrente del Ayuntamiento, del edificio de Correos y del Ateneo. Pero también en la zona donde habitualmente se planta la Falla municipal y en la explanada central, donde se seguirá plantando la mascletà.