CASTELLÓ. Las dos patas empresariales y las otras dos sindicales representadas en la negociación del convenio de los collidors de la Comunitat Valenciana han alcanzado un preacuerdo en la tarde de este viernes y la huelga, que se había retomado este mismo día tras la fallida negociación del miércoles, ya es historia.
De esta manera la campaña citrícola vuelve a los derroteros habituales y encara las fechas clave previas a la Navidad sin problemas de conflictividad laboral. Lo cierto es que la huelga -tras la citación inicial del martes, que no tuvo demasiado seguimiento; y la jornada celebrada este viernes, también con una incidencia desigual- había tenido una incidencia moderada en la actividad recolectora y en los almacenes de distribución.
Pero a pesar de ello las dos partes han apostado finalmente por la conciliación y han suscrito este viernes un preacuerdo que deberán rubricar la próxima semana.
Según han informado CCOO y UGT en un comunicado, el preacuerdo alcanzado incluye un alza salarial del 3% para el trabajo a jornal y del 2% para el destajo en la presente campaña y tres alzas consecutivas, todas del 2% tanto para el jornal como para el destajo, en las siguientes tres campañas: 2023/24; 24/25 y 25/26.
Asimismo, y en base a los Índices de Precios de Consumo acumulados para las cuatro campañas, en la siguiente, la 2026/2027, se deberá aplicar un alza. Para ello se tendrá en cuenta la diferencia con el incremento para el salario a jornal. Dado que este suma un incremento del 9% para los cuatro años de vigencia del nuevo pacto laboral, todo lo que exceda de ese porcentaje se deberá aplicar en las siguientes tablas, las de la campaña 26/27, pero con un tope máximo del 2,5%, tal y como han pactado las dos partes negociadoras a propuesta del Comité de Gestión de Cítricos de Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana.
En este caso sindicatos y empresas tendrán libertad para negociar un hipotético incremento salarial para la campaña siguiente a la finalización del convenio ahora pactado. Pero, en el caso de que el porcentaje resultante de este cálculo (alza del IPC - incremento salarial de la duración del convenio) es inferior a ese 2,5%, la cifra de actualización será el alza salarial para esa temporada 26/27. Es decir, no se podrá negociar un incremento añadido.
Otro de los puntos del acuerdo es que el salario mínimo garantizado se incrementa hasta los 9,45 €/hora para toda la vigencia del convenio, mientras los permisos no retribuidos podrán fraccionarse en dos veces por cada campaña, respetando los acuerdos previos que mejoren este fraccionamiento en cada empresa.
El acta del acuerdo, algo que se ha redactado y firmado pasadas las 20.00 horas de este viernes, también recoge una ligera retroactividad en la aplicación del convenio. Así, aunque la parte patronal no estaba dispuesta a aplicar la retroactividad al inicio de la campaña (septiembre), desde cuando no hay actualización de tablas salariales, con el objetivo de no tener que pagar atrasos; finalmente se ha acordado que el nuevo convenio tendrá efectos a partir del 1 de noviembre. Con ello hay dos meses (septiembre y octubre) sobre los que no se pagarán atrasos, pero si para noviembre y diciembre.
En cuanto al cambio solicitado en los criterios de antigüedad para convocar a los componentes de las cuadrillas solicitado por las empresas y que era uno de los puntos más espinosos de la negociación, se ha pactado que los cambios quedarán a criterio de los almacenes en la semana del inicio de campaña y en el inicio de la recta final, cuando comienza a decaer el trabajo. Pero, para poder aplicar los cambios deberán acreditar causas organizativas, pactarlo con los comités de empresa y después superar la comisión paritaria, algo que en la práctica hace materialmente imposible la modificación de esta cuestión.
