El director de Riesgos de Ebury apunta que los mercados analizarán los datos económicos que se publiquen en Estados Unidos para calibrar un descenso del precio oficial del dinero
MADRID. Los temores sobre la escalada en las tensiones comerciales, los decepcionantes datos económicos de EEUU y las comunicaciones, poco comprometidas, por parte del presidente de la Fed, Powell, dieron al mercado rienda suelta para cotizar los recortes de tipos, cada vez más agresivos, de la Reserva Federal en los próximos trimestres.
No es sorprendente que el dólar experimentase su peor semana en meses, cayendo más de un 1% frente a cada una de las monedas del G10, excepto el yen. En una señal de que los mercados aún están relativamente cómodos con las perspectivas de crecimiento mundial, las monedas de los mercados emergentes tuvieron un buen desempeño, con la excepción del rand sudafricano que fue, de largo, la divisa con peor desempeño en todo el mundo tras las bajas cifras de crecimiento del PIB en el primer trimestre.
Ahora que las diferencias en cuanto a los aranceles mexicanos parecen haberse resuelto, los mercados analizarán los datos económicos de EE UU en busca de signos de debilidad que confirmen las expectativas de recortes de tipos. Las cifras de inflación del miércoles y las ventas minoristas del jueves deberían impulsar el rendimiento del dólar durante esta semana.
El BCE anunció ajustes menores respecto a su política monetaria, y lo que es más importante, una oferta bastante generosa de fondos a los bancos de la zona euro, pero por lo demás se mantuvo en el guión y no sorprendió mucho a los mercados. Los datos económicos continúan siendo mixtos, con cifras de producción industrial alemana deficientes que contrastan con cifras de creación de empleo todavía fuertes. Sin publicaciones clave esta semana, el euro debería moverse en respuesta a las expectativas respecto a los tipos de la Reserva Federal resultantes de las comunicaciones de la Fed y los datos económicos de Estados Unidos.
La semana pasada se conoció el débil informe de nóminas del mes de mayo. La creación de empleos se redujo fuertemente, a solo 75.000 y las cifras del mes anterior se revisaron en 75.000. El crecimiento salarial sigue siendo saludable pero no muestra signos de aumento. Si bien no queremos sacar conclusiones de una sola mala publicación, los mercados no tuvieron tal consideración y, junto con las expectativas de recortes de tipos, hicieron que el dólar se vendiera bruscamente.
La única información destacada de Reino Unido la semana pasada fue el marcado debilitamiento del sentimiento manufacturero, en línea con lo que estamos afirmando en las economías avanzadas. Sin embargo, por ahora, la libra se mantiene fuera del foco de atención, siguiendo de cerca los movimientos del euro frente al dólar estadounidense. Los datos laborales de este martes son importantes pero, ante la ausencia de noticias políticas en torno al Brexit, esperamos que continúe la reciente tendencia en la que la libra se mueve con el euro en contra de las monedas mundiales.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury