Foto: EVA MÁÑEZDescubrimiento en Ciutat Fallera. El trabajo colectivo en abierto, con el eje artesano, protagoniza una amplia nave
Lugar: Espais en Blanc Dirección: Calle Carlos Cortina, 29 València. Metros cuadrados: 400m2 Año de inauguración: 2018
VALÈNCIA. Una nave. Una de esas naves en la maraña de la Ciutat Fallera, habitualmente dedicadas a dar forma a amplias piezas, o a ser templos divinos bajo uralita. Cuando Maica, de familia artesana dedicada a obrar carrozas, se preguntó qué demonios hacer con una superficie bien amplia que apenas servía ya de almacén, terminó dando una solución transformadora, capaz de generar atracción al hub fallero.
Ante la obsesión atávica de saber cómo llevar turistas hasta este enclave de naves, Espais en Blanc nació dando la respuesta contraria: llevando a artesanos. A Maica Guaita, en sus clases de formación, muchas compañeras le transmitían su envidia porque ella sí tuviera metros y metros para desarrollar su trabajo. “¿Y si compartiéramos espacio?”. Y la nave se tornó en amalgama desde junio del año pasado. “Era una pena que un espacio tan cómodo para trabajar en cualquier actividad artística estuviera llenánandose de trastos”, dice Guaita.
La llamada a las profesionales artesanales se saldó con una plataforma de apoyo a aquellos independientes que, con sus manos, dan con el eureka. “Cambiamos cubiertas para que entrara mucha más luz, pintamos paredes, pusimos mesas de trabajo…”.
En una tarde cualquiera en cada rincón un profesional restaura, pinta o imagina. Artesanos, “de los que ensucian”, buscando mucho espacio, compartiendo algunas herramientas, haciendo uniones temporales improvisadas. “Mi padre, Salvador Guaita, estaría orgulloso de ver su nave rebosando arte por los cuatro costados y no convertida en un simple almacén”.
Espontáneamente se ha generado un cruce de intereses comunes. “Ante cualquier dificultad, tenemos un montón de compañeros que nos echan una mano, la cooperativa del gremio de artistas falleros para comprar todo tipo de materiales sin movernos del sitio y todo el mundo sabe dónde estamos”.
Un yunque “viejísimo”, desde el origen de los tiempos, es icono del taller y da la bienvenida a escultores, pintores, restauradores, encuadernadoras y belenistas. El olor a madera, a pintura, la luz atiborrando, recorre Espais en Blanc, la propuesta que dio la vuelta y que enseña el verdadero camino de la Ciutat Fallera: una agrupación privilegiada de conocimiento que permite amplificar su efecto artesano. La siguiente página por escribir.
Foto: EVA MÁÑEZ.
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