En tu ofi o en la mía: Nave Miss Panamá
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Una antigua fábrica de cortinas en un cogollo tabú del centro de València se convirtió, desde 2007, en un recinto creativo de primer orden: el estudio donde las coreografías de Taiat toman cuerpo
Lugar: Taiat Dansa - Festival 10 Sentidos Dirección: Estudio Taiat Dansa, Calle Teixidors 5 Bajo València; Oficina Festival 10 Sentidos (Avda del Oeste 28-8ºE) Metros cuadrados: Estudio Taiat Dansa (175m) y Oficina (62m) Año de inauguración: 2007 y 2011
VALÈNCIA. A Inma García y Meritxell Barberá -las dos partes de la compañía Taiat Dansa y del Festival 10 Sentidos- es habitual encontrarlas, como callejeras de la ciudad, en el recorrido que comprende la Avenida del Oeste y la calle Teixidors, cogollo entre la plaza de Viriato y la calle Murillo. En ese recorrido que Google Maps sitúa en 5 minutos y que va de su oficina a su estudio de danza, se concentra gran parte del antídoto frente a los centros de ciudad cuya personalidad se disuelve sin freno.
Su apuesta por la urbe de kilómetro cero como terreno de juego ejemplifica el paso del reguero de jóvenes profesionales que toman, o debieron tomar, los bajos comerciales que quedaron varados. El estigma en torno al barrio chino despertó alguna suspicacia cuando las dos socias situaron su centro de operaciones. ‘Dónde os estáis metiendo…’. Se metían en la antigua fábrica de cortinas Cortinajes Murillo, convertida en uno de esos enclaves inesperados en los que, repentinamente, estalla la creatividad. Pronto la normalidad venció al resquemor y Taiat se convirtió en propagador de las buenas cosas que tienen lugar en el vecindario. Era el año 2007.
Entre las antiguas cortinas encontraron un estudio con las peculiaridades que anhelaban. Esto es, un espacio diáfano con al menos un 8x8, sin columnas, donde bailar exentas de ataduras. “Fue una gran suerte encontrar este espacio en pleno centro de la ciudad”. El resto es historia, la historia de una compañía que, coreografía tras coreografía, ha hecho de ese enclave casi oculto unas de las fuentes de mayor propagación creativa más allá de sus confines.
Unas butacas rojas con regusto de antiguo cine dan acceso. Pertenecieron al Ateneo Mercantil de València. Un buen día, en mitad de la reforma del local, las encontraron en la basura. “Las rescatamos y las restauramos para convertirlas en escenografía de nuestra obra Amor Fou”. Son una pequeña advertencia iniciática sobre la validez y pertenencia de aquello que la ciudad olvida.
Y de Teixidors a la Avenida del Oeste, número 28. La avenida cuyos edificios parecen trajes de una representación ya clausurada. Encaramadas en uno de los pisos, la oficina de las Taiat se abre también como sede del Festival 10 Sentidos desde 2011. La fórmula que encontraron para agitar las calles a través del movimiento y la expresión corporal. En esta antigua emisora de radio, Marta Fernández (Jeja de producción y Proyectos), Pilar Estrada (Diseño) y Adriana Cabeza (Prensa) preparan la próxima edición entre carteles de Maguy Marin y Loiuse Lacavalier, “dos grandes coreógrafas que logramos traer al Festival 10 Sentidos”.
El Feng Shui hizo el resto, articulando todos los elementos de la oficina tal que un encaje donde las piezas se sitúan para dar lustre energético al conjunto.
Barberá y García vuelven a la calle. De un punto a otro, un bucle callejero. La coreografía de sus propias vidas.
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