VALÈNCIA. Hay una fotografía suya del pasado 9 de junio en la que su rostro dice más que cualquier declaración de intenciones. La tripulación acababa de avistar una patera. Tras diez horas de rescate, a bordo, 80 mujeres, 6 de ellas embarazadas y 10 niños pequeños. Amoin Soulemane cuidó de todas ellas durante la larga travesía. También de sus pequeños. Esta marfileña es la matrona del Aquarius. No es su primera misión en este barco civil operado por Sos Méditerrannée y Médicos Sin Fronteras. Ha asistido cuatro de los seis partos que se han dado en el buque, el sexto ha sido el nacimiento de Miracle.
No será el último. En algo menos de veinte meses, la embarcación ha rescatado de las aguas del Mediterráneo a casi 30.000 personas. En la multitudinaria y sentida rueda de prensa que ofreció ayer la tripulación tras llegar al puerto de València -interrumpida permanentemente por aplausos-, el médico de a bordo, David Becerlusi , explicaba la dureza de la última misión en la que se quedaron sin víveres y no recibieron avituallamientos durante veinte largas horas. Mientras atendían a los heridos, Amoin Soulemane asistía a las mujeres en unas condiciones extremas. Dice, mientras Lea Paz Paredes traduce la conversación, que necesitará un tiempo para entender lo que han vivido pero que volverán a al mar cuanto antes a salvar vidas.
–¿Cómo te sientes después de una semana de travesía tan dura?
–Después de siete días en el limbo, a bordo del barco con tantas personas a las que asistir, estoy muy feliz de tocar tierra. De que por fin estemos en València.
–¿Por qué era tan dura esta misión respecto de otras en las que has estado?
–Yo he asistido cuatro partos a bordo de Aquarius, pero en esta ocasión teníamos a ochenta mujeres y 10 niños pequeños. Además de llevar la consulta de todas ellas, la prioridad son las embarazadas. Algunas manifestaban dolores de vientre que no eran contracciones. Tuve que asistirlas con medicación para parar las contracciones y evitar partos prematuros.
El último parto que tuve que hacer fue el nacimiento del bebé Miracle (nació el pasado 26 de mayo en la penúltima misión de Aquarius). La mama estaba de nueve meses cuando la rescatamos y se puso de parto solo dos días después. La vigilé día y noche y conseguimos que hiciera la dilatación completa y pariera. Tuvimos a nuestro bebé Miracle, y la verdad es que fue un milagro. Sólo puedo dar gracias a Dios de que todo saliera bien.
–¿Qué supone dar a luz en las condiciones en las que usted asiste a las mujeres rescatadas?
–Es un desafió enorme porque en el barco todo puede ocurrir. No hay sala de reanimación, no se puede evacuar a la mujer, así que no te queda más que hacer lo que sabes y pedirle a Dios que no haya más complicaciones de las que te rodean. Pero cuando un parto sale bien, te sientes enormemente satisfecha de ver a la mama con su bebé y de que ambos estén sanos.
–¿En qué condiciones de salud están las mujeres que han sido rescatadas por el Aquarius?
–Muchas mujeres han sufrido violencias, todo tipo de violencias. Violencias físicas, violencias sexuales, violencias económicas, violencias psicológicas. Nuestro papel es atenderlas y consolarlas. Decirles que no es su culpa suya y que no están solas. Hacerles entender que estamos aquí para ayudarlas.
–¿Algunos de esos embarazos son producto de violación?
–Si. Encontramos a muchas mujeres que han quedado embarazadas después de una violación.
–¿Cree que las mujeres son dobles víctimas?
–Si. Sin duda. La mujeres que hacen la travesía libia están condenadas. Casi todas han sido violadas durante el camino. Están desesperadas porque vienen de lejos, han perdido la esperanza. Cunado las rescatamos caen en un estado de depresión por el alto grado de estrés que han sufrido. Están aterrorizadas, tienen un miedo inimaginable. Entonces nuestro papel es estar con ellas y repetirles que no es su culpa.
–¿Volverá al Mediterráneo con el Aquarius?
–Si. Saldré de nuevo. Continuaremos salvando personas, y yo asistiendo a las mujeres y a sus pequeños. Hasta que termine nuestra misión. Sólo entonces me iré.
Al terminar la entrevista Amoin Soulemane, la matrona del Aquarius me da un abrazo. En esta travesía ha ganado la vida.