Unfollows en Instagram, videos en Tik Tok, separación y exclusiva... Quien iba a decir que Enrique Ponce pasaría de ser un icono social y comedido de los años noventa, a trending topic en los tiempos que corren.
VALÈNCIA. Hagamos un recorrido en el tiempo: corría el mes de octubre de 1996 cuando la Catedral de Valencia abría sus puertas a la celebración de una boda por todo lo alto: Paloma Cuevas y Enrique Ponce se daban el ’sí quiero’ ante más de 1.000 invitados: sociedad valenciana, madrileña, andaluza, taurina, política, social… Hasta Canal 9 transmitió en directo este enlace tan ideal como mediático.
Al fin y al cabo, se nos casaba el icono patrio valenciano más formal, el torero de Chiva, el yerno ideal que toda madre quería para su hija. Y nosotros, entonces sin redes sociales a las que estar enganchados, consumíamos programas del corazón desde el sofá de casa y considerábamos que la presencia de Rappel y otros invitados en la boda, pues eso, que nos ponía en el mapa. Tal como éramos.
Pero los tiempos han cambiado mucho. Antes te componían un pasodoble – aquí el vídeo del mismo interpretado por Noelia Zanón, musa de la canción ligera en la escena valenciana- y era algo hasta prestigioso y relevante. Ahora, pues… como que lo vemos con otros ojos. Aunque siempre con una sana nostalgia.
Pero el tiempo pasa y las cosas cambian. Esa imagen tan inmaculada de la pareja se ha ido al traste en 2020. Se ha hecho pública su separación y la onda expansiva ha ido en aumento al conocerse el affaire del torero con la joven Ana Soria, con la cual ya ha brindado un primer reportaje en exclusiva en una revista del corazón.
Vamos, que si buscabas recato, pues toma dos tazas. Los tiempos cambian y en 1996 había televisión, pero ahora hay redes sociales y su lenguaje intrínseco para desglosar todo el vendaval de emociones que estos romances couchés generan.
Ni es Michael ni Jackson. Es Enrique Ponce @EPonceOficial y lo borda... pic.twitter.com/hrzLUcmzGW
— Manolo Molés (@ManoloMoles) March 31, 2020
Si atendemos a sus redes sociales oficiales, el diestro cuenta con Twitter (34.600 seguidores) , Facebook (102.000 seguidores) e Instagram (191.700 seguidores) entre sus perfiles oficiales, donde como figura pública interactúa ante sus fans, principalmente con contenido referido a su profesión.
Ahora, lo que nadie contaba era con la popularización de contenidos tan particulares y oficiosos que nada dicen, ( o lo dicen todo ) de hechos como el curioso baile del Moonwalk de Michael Jackson del diestro que se popularizó de forma viral hace unas semanas o el vídeo en Tik Tok cantando con el archiconocido cantante y galán contemporáneo Luis Miguel.
Las redes lo saben todo de nosotros, o al menos, lo chivan. Y es que la última de las comidillas que han surgido en torno al torero ha sido que ha realizado un unfollow en Instagram (dejar de seguir) a su ex, a Paloma Cuevas. Algo que para un adulto dice bien poco, pero que para cualquier millenial o joven de la generación Z, significa mucho. Quien le iba a decir a Enrique Ponce que a su edad (48 años) entraría en el juego de los likes y los vídeos compartidos.
Y entramos a hablar de política. En este caso del funeral de estado que se celebró el pasado jueves en el Patio de la Armeria del Palacio Real. El gobierno prometió hacer un homenaje a las víctimas del Coronavirus y así lo hizo.
Las peculiaridades de este vinieron marcadas por varios factores: la aconfesionalidad del acto, la relevancia de las autonomías, el protagonismo del Rey Felipe VI y por último: el factor de nueva normalidad marcado en forma de distancia social y mascarillas. La pretensión era realizar un acto social y cívico. Y así fue. La expectativa del mismo se cumplió, nada que objetar. Tan solo destacar la ausencia anunciada de Vox.
Ahora, el problema llega cuando este se utiliza más como arma arrojadiza que como un acontecimiento cívico y de respeto a las víctimas en sí. Y es lo que pasó en las redes sociales. Este acto se convirtió en un nuevo escaparate de la polémica, donde se empezaron a cuestionar factores tal nimios como las mascarillas de la gente: Fernando Simón, José María Aznar, Miguel Ángel Revilla… o el atuendo de la presidenta del Senado, Pilar Llop. Vamos, que la comidilla pudo en gran parte con el rigor de un acto solemne. Visto desde las redes, la frivolidad de los comentarios del personal se asemejaba más a la cita del hipódromo de Ascot y sus archiconocidas pamelas, que a un funeral de estado.
Aunque para nota discordante, la del siempre polémico europarlamentario Hermann Tertsch, quien no dudó en alimentar sus ataques al gobierno difundiendo el bulo que los diputados de Podemos se habían dado la vuelta en el homenaje a las víctimas. Menos mal que queda en forma de zasca la contestación de Guillermo Díaz, diputado de Ciudadanos, donde le explicaba en Twitter el porqué de la imagen que con tanto ahínco criticaba.
Zasca!!!!!!!!!!!!!! de @GuillermoDiazCs a @hermanntertsch . Vía @forradoasaco pic.twitter.com/UWHXdFrVjM
— Mejores Zasca! (@mejoreszasca) July 17, 2020
Tras elecciones vascas y gallegas, nos encontrábamos con una semana templada en cuando a grandes intervenciones parlamentarias, pero si hay una política en forma, esa es Yolanda Díaz. Vamos, que si fuera ciclista, la gallega subía el Tourmalet sentada y acababa victoriosa el Tour de Francia, como Induráin en sus tiempos mozos.
Pero vamos, que el asunto era parlamentario y solo la defensa de los ERTE por parte de la ministra Yolanda Díaz sacó aplausos hasta de debajo de las piedras. Y como no, su intervención en Twitter cogió una fuerza inusitada ante el personal. Sus fieles retuitearon y sus no fieles, pues dijeron… ¡olé, como de bien argumenta esta chica!
???? Los únicos ERTE que nunca se han pagado en nuestro país son los del PP, sencillamente porque no existieron. Ellos prefirieron los despidos masivos.
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) July 14, 2020
Así le he contestado a la señora Heredia. ???????? pic.twitter.com/GbtElTQ0aZ
Por su contra, otro que anduvo un poco desprovisto de recursos fue Espinosa de los Monteros. El diputado de Vox mandó al psiquiatra al colaborador Antonio Papell en su argumentación, durante una entrevista de Los desayunos de TVE. Este comportamiento generó en redes una reacción de ataque hacia la figura del diputado de Vox y no fue poco el eco que tuvo. Hasta el propio colaborador aludido agradeció las muestras de apoyo recibidas a través de su Twitter.
Gracias a todos aquellos que en el día de hoy me han mostrado su apoyo, cariño y amistad. Son intolerables estos ataques a periodistas y medios de comunicación. Desafortunadamente para ellos, no nos achantaremos y seguiremos ejerciendo con la pasión del primer día. https://t.co/THuoD654As
— Antonio Papell (@Apapell) July 14, 2020
Al final, una agria polémica más de Vox, que sigue con su estrategia mediática de hacer ruido a costa de todo y contra todo. Una polémica evitable y que casi que podemos decir que empañó el regusto de una despedida digna como la que se merecían Los desayunos de TVE , que anunciaron esta misma semana que bajan la persiana tras 26 temporadas en antena y cambiarán su formato para integrarse de otra forma en la programación de la televisión pública.
Ya por último, hacer mención que este pasado viernes se celebraba el día mundial del Emoji. Jamás pensamos que una serie de iconos formarían parte de nuestra forma de comunicarnos, puesto que son el complemento perfecto a las palabras para canalizar emociones.
Los emojis vieron la vida en 1999 y hay que decir que superaron el efecto 2000 con creces. Su popularización llegó con los chats, mientras que los programas de mensajería instantánea en los teléfonos móviles hicieron el resto. Vamos, que el tiempo pasa muy deprisa. Esos hitos virtuales gustan en las redes sociales y el hashtag #DiamundialdelEmoji fue secundado de forma numerosa tanto por usuarios como por empresas y marcas que aprovecharon su significación positiva para reivindicarlos en las diferentes plataformas sociales.
La responsable de la cuenta paródica ‘Hazmeunafotoasí’, disecciona las entrañas de la influencia en su libro ‘Cien años de mendigram’ (Roca)