VALÈNCIA. La actual secretaria general del Bloc, Àgueda Micó (L'Ollería, 1978), se enfrenta a la reelección que se producirá en los próximos meses. Un congreso de refundación en el que está sobre la mesa un golpe de timón ideológico, estructural e incluso nominal dentro de la formación nacionalista.
Valencia Plaza se sienta con la máxima responsable del Bloc para hablar de todos estos asuntos.
-Se dirigen hacia un congreso del Bloc en el que se habla de refundación. ¿Cómo resumiría los ejes de esa refundación a la que aspiran?
-Es un buen momento, tras todas las contiendas electorales, para reforzarse. Por un lado, ideológicamente, es importante construir un ideario político potente que sea capaz de representar a la mayoría de la sociedad valenciana y, por otro, orgánicamente, porque nos hemos convertido en un partido de gobierno y debemos mejorar la estructura interna de nuestro partido. Al final que el Bloc mejore servirá también para reforzar Compromís. Otro objetivo clave es la apertura a la ciudadanía de nuestro proyecto, algo que la militancia nos ha pedido. De hecho, queremos que la ponencia política sea una herramienta de apertura para todos los movimientos sociales, universidades, el mundo cívico... con tal de construir esa herramienta que sea la base del valencianismo de izquierdas del presente y del futuro.
-Entiendo que se va a presentar a la reelección del Bloc, ¿sabe si tendrá rival?
-Sí que me gustaría acabar lo que he empezado y, con el trabajo de estos cuatro años, me veo en la disposición y con el bagaje de seguir consolidando el proyecto. No sé si se presentará alguien más o no, pero cualquiera tiene derecho de hacerlo. Por mi parte, estoy dispuesta a hablar con todo el mundo mientras esté sobre la mesa la apertura del partido y el refuerzo ideológico y orgánico tanto del Bloc como de Compromís.
-Uno de los factores de crecimiento consiste en dirigir también su discurso a zonas castellanoparlantes donde el Bloc siempre ha tenido más dificultades de implantación. ¿Se puede ser del Bloc y no ser valencianoparlante?
-Nuestro proyecto político es transformador. Lo es ahora que estamos en el gobierno autonómico pero ya lo era antes cuando gobernábamos en los ayuntamientos. Nuestros alcaldes y concejales han hecho siempre política para toda la ciudadanía: política de izquierdas, valencianista, feminista y ecologista. Nuestra base ideológica es más rica de lo que mucha gente nos ha querido etiquetar y representamos a una gran parte de la sociedad que pide una igualdad de oportunidades. El hecho de querer expandir nuestro mensaje no tiene nada que ver con castellanoparlantes o valencianoparlantes, sino con ser inclusivos con las clases populares y, en resumen, mejorar la vida de la gente. Es muy inútil lo que está haciendo la derecha y la extrema derecha en muchas zonas del país de usar la lengua como arma de confrontación cuando la verdadera confrontación es la división entre ricos y pobres, que es contra la que nosotros queremos luchar. La lengua debe ser siempre una herramienta de inclusión y nunca de separación. Es cierto que nuestro proyecto se ha enraizado bien tradicionalmente en zonas valencianoparlantes pero también por ejemplo lo ha hecho en la ciudad de València donde gobernamos y no se habla tanto valenciano, lo que indica que el factor de la lengua no es tan determinante.
-¿Ese tipo de mensaje va dirigido a captar, ya no solo a miembros de Gent de Compromís sino también a simpatizantes de Podemos?
-En el concepto de valencianismo de izquierdas y transformador cabe mucha gente. La gente que proviene de Podem, Esquerra Unida, de movimientos sociales, ecologistas, feministas... Nosotros lo que queremos es representar a todas esas personas y creemos que es la mejor manera de traspasar las líneas clásicas de la política. Hace falta empoderar este tipo de discurso progresista que tenga en cuenta la idiosincrasia de nuestro país. Todo el mundo es bienvenido a este espacio de valencianismo político de izquierdas.
-¿Debe reformar el Bloc el concepto de nacionalismo en el próximo congreso?
-Hablar de este tipo de conceptos es un debate quizá más de léxico o de semántica, cuando lo importante de este congreso es qué podemos hacer desde el valencianismo de izquierdas para mejorar la vida de la gente. Yo en esto pienso como Fuster: 'Yo soy nacionalista porque me han obligado a serlo'. Este país necesita una mirada propia y, de hecho, desde que Compromís está en las instituciones se ha hablado más de agenda política valenciana que cuando no estábamos en ellas. Esto evidencia que el valencianismo político es necesario. Así que no creo que sea una cuestión de terminología sino de dar respuesta a las necesidades de la sociedad desde el prisma valenciano.
-Pero la terminología también es importante. Por ejemplo, ¿cree que si se va a un congreso de refundación el cambio de nombre debe ser obligatorio?
-Los congresos del Bloc son divertidos porque las personas que estamos liderando la organización damos un paso hacia atrás y la gente es la que da un paso adelante. El nuestro es un partido muy asambleario, con una base muy ligada a la participación, por lo que hay unas personas trabajando en unas ponencias que luego se someterán a debate. Si en este congreso hay alguna propuesta de cambio de nombre que pueda ayudar a todo lo que estamos haciendo, no tendría problema en que se pusiera encima de la mesa y hablarlo, aunque no creo que sea lo más importante que se va a tratar en este congreso.
-¿Puede desaparecer la palabra nacionalista del nombre?
-Bueno, es una posibilidad. Creo que deberemos hablar de todo. Si ante las ponencias y el debate interno vemos que es una posibilidad que se pone sobre la mesa y puede ayudar, no me cierro a que hablemos de ello en el congreso.
-Hay voces en el Bloc que han criticado que no se ha sido más claro con Cataluña. Para algunos se pasan de prudentes en su posición y otros creen que sería mejor mezclarse lo menos posible con este tema. ¿Es compatible crecer como partido en la Comunitat teniendo una postura que se solidarice por ejemplo con los políticos independentistas que están en prisión?
-No creo que sea así. Pienso que somos una sociedad muy madura aunque al final existe el problema de la utilización electoralista de determinados partidos políticos respecto a un conflicto de difícil solución. España es un Estado plurinacional y esto parece que no se acaba de ver. No debemos tener miedo de decir lo que pensamos. Por otro lado, eso de que para unos nos pasemos y para otros no lleguemos... casi me da tranquilidad porque significa que estamos haciéndolo bien y tenemos una visión propia de los temas. Pensamos que el Estado español debe caminar hacia un modelo más confederal, tener más en cuenta la riqueza de la pluralidad y resolver los conflictos por la vía política. Y de verdad creo que esta visión la comparte mucha más gente de la que puede parecer en un principio.
-Durante su mandato, varios miembros de la Ejecutiva han decidido abandonar el cargo. ¿Qué ha pasado?
-En el congreso de 2016 se llegó a un acuerdo entre dos candidaturas para conformar la dirección. El hecho de que se haya ido gente de la Ejecutiva lo respeto, lógicamente, aunque por otro lado no lo veo extraño porque eran personas que ya no estaban participando de la vida del partido.